viernes, 30 de mayo de 2014

Que no nos calcen el traje negro


Y, sin embargo, nada está perdido. Todo está por ganar. 

El reciente anuncio del Ministerio de Medio Ambiente dando vía libre a Repsol para que ejecute la perforación del lecho marino, en busca de indicios de crudo frente a Canarias, no debería sorprender a nadie. Lo extraño sería que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, actuara realmente en defensa de una de las áreas a la que se supone representa. Pero no corren buenos tiempos para la honestidad política, una característica proscrita en los últimos partidos que han llegado a la jefatura de gobierno de este país.

Y no sorprende porque el gobierno de Rajoy lo forman personas que en el pasado mantenían celosa relación con empresas u organizaciones que, en una democracia auténtica, harían saltar todas las alarmas. Los conflictos de interés que subyacen en la gestión de cada uno de estos personajes no son moco de pavo. Con el equipo de Rajoy los lobbies y grupos de presión ya no tienen que influir al ejecutivo porque ellos mismos son el ejecutivo. Para disipar dudas revisen cómo José Manuel Soria y García Margallo se fajaban contra el gobierno argentino cuando este decidió la nacionalización de YPF. Más que políticos parecían diligentes opositores al futuro consejo de administración de la compañía.

Del mismo modo, asistimos al cinismo más descarnado por parte del Gobierno de Canarias que mientras solicita un referéndum sobre las prospecciones y escupe fuego por la boca de su presidente ante la decisión del PP, nos las mete doblada y sin anestesia preparando el terreno legal para la introducción del gas natural en las Islas. Un combustible fósil que profundizará la dependencia energética del Archipiélago. Cosas de la doble personalidad de Coalición Canaria, capaz de gobernar con cualquiera a cambio de mantener la poltrona. El descaro y la desvergüenza política caracterizan a esta época que nos ha tocado vivir. Mientras, las Islas Canarias se hunden en escandalosas cifras de desigualdad, pobreza, desempleo y corrupción, sin que el tripartito CC-PP-PSOE que ha gobernado en las últimas décadas se sienta aludido.

Pero ante la ofensiva del autoritarismo sin complejos del gobierno prepotente del PP y el maquillaje ambiental de los discursos del ejecutivo local de CC-PSOE, los ciudadanos canarios debemos sobreponernos y armarnos de argumentos para la movilización. Ante semejantes jugadores solo nos queda nuestra propia voluntad para evitar que nos pongan el traje negro. Para no ser convidados de piedra en un negocio que desde las instancias políticas más exclusivas, se deja en bandeja de oro a Repsol y sus accionistas de la forma más impúdica, delante de nuestras propias narices.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Bipartidismo; tocados pero no hundidos


…existe un ‘voto indignado’ que no encuentra expresión en ninguna opción electoral existente en España hasta la fecha, grande o pequeña 


La gente está harta de que le tomen el pelo en la política, de que los políticos y los partidos que les agasajan hagan promesas que luego no pueden cumplir. Las personas están hasta las narices de la corrupción, de injusticias, de que siempre paguen los platos rotos los mismos. El ciudadano medio está desencantado con esta Europa de la austeridad impuesta y no argumentada. La multitud está, en fin, hastiada de que los responsables políticos se tomen tan poco en serio la democracia. Por eso en las elecciones europeas celebradas el pasado fin de semana la abstención fue una vez más la protagonista. Y por eso se castigó tan duramente al bipartidismo, premiando otras opciones políticas minoritarias que han irrumpido con fuerza en el panorama político europeo.

El Diario.es
Pero el bipartidismo no está hundido y menos con semejante nivel de participación. Las elecciones europeas no son lo mismo que las generales o las autonómicas. El régimen electoral que rige los comicios europeos permite la proporcionalidad total de los votos, algo que en las próximas autonómicas y generales no sucederá. El sistema político que rige en España se encargará de subrepresentar a las formaciones que pretendan sanearlo. Ya conocemos las argucias que la ley electoral posibilita en beneficio, dicen, de la gobernabilidad y en detrimento de la proporcionalidad. En el caso concreto de Canarias esas argucias se convierten en atropellos.

Por otra parte, ante la magnitud del batacazo (PP y PSOE han sumado menos del 50% de los votos totales y en Canarias CC también ha quedado tocada) los aparatos de los partidos políticos se pondrá a trabajar a pleno rendimiento a partir de ahora. Y los engranajes de los partidos han demostrado sobradamente su eficiencia. Una efectividad mayúscula para reconducir la situación poniendo en marcha la maquinaria de las promesas y las embaucadoras iniciativas preelectorales. También los mensajes halagadores en los medios de su cuerda o en la activación de sus redes clientelares al vislumbrar la celebración próxima de comicios. Al mismo tiempo se afanarán en ocultar o parchear deliberadamente una realidad que es crítica para la gran mayoría de la población. Todo eso calará.

Por eso es más importante que nunca que seamos capaces de ensamblar una propuesta política que agrupe mayoritariamente a los colectivos que están siendo los damnificados de esta crisis. No sé si esa propuesta debe llamarse frente común, confluencia o sinergia pero se debería llegar a algún tipo de pacto común que sitúe en el centro de la política a las personas; que escuche con atención las demandas de los movimientos sociales (hoy son los actores con mayor capacidad de transformación política); que facilite la participación ciudadana en los asuntos que más les conciernen; que sea transparente y limpio de toda ambición particular que no sea la de construir una sociedad más solidaria, igualitaria y ecológica.

Una propuesta inclusiva y transversal, capaz de seducir a gente de cualquier preferencia política porque la dicotomía derecha e izquierda está superada ante el empuje de una élite política y económica que solo persigue su propio bienestar. Las recientes elecciones europeas han demostrado que la gente está huérfana de una propuesta política en estos términos. Existe un enorme caladero de votos en ese espacio político denominado abstención y que resulta mayoritario en todas las convocatorias.

Agrupar a muchas personas y colectivos con diferentes preferencias en una opción política y social plural es un proceso complejo que pondrá a prueba a todos, nadie dijo que la verdadera democracia era un camino de rosas. Pero del verdadero ejercicio democrático depende que resolvamos conjuntamente el desaguisado que algunos indeseables nos han organizado, y del cual se están lucrando a costa de todos los demás.

sábado, 17 de mayo de 2014

La estigmatización del desempleado


El enemigo de la sabiduría convencional no son las ideas, sino la marcha de los acontecimientos
John Kenneth Galbraith. La sociedad opulenta. 1958. 

Desde los poderes económicos que están gestionando la presente crisis arrecian las críticas sobre el colectivo de personas que percibe una mínima prestación por desempleo. Y no solo eso, cada vez censuran con mayor intensidad a aquellos que osan cuestionar las precarias condiciones laborales que se están creando y, de paso, se aprovecha para arremeter una vez más sobre la idoneidad de mantener un salario mínimo interprofesional.

Hace unos días, la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, se mostraba a favor de bajar el salario mínimo para aquellos jóvenes que no sirven para nada y nos deleitaba con sus propuestas para impulsar la recuperación en España. Unos días después era José Vicente González, Vicepresidente de la CEOE, el que declaraba que no podemos hablar de empleo basura o salarios basura, no estamos en una situación para ponernos exquisitos, con motivo de la publicación del paro registrado correspondiente al mes de abril. Y para no ser menos, el actual presidente de la Cámara de Comercio de Tenerife, José Luis García decía que aunque sea precario es bueno, el trabajo es trabajo.

Unas afirmaciones que ignoran el precio en derechos laborales y humanos que ocultan y que van en la línea de estigmatizar doblemente a los desempleados. Por si no fuera suficiente drama las altas tasas de desempleo en España o la alta incidencia del paro de larga duración, el desempleado ya no solo es sospechoso de cobrar el subsidio, también es culpable de rechazar trabajos que encierran condiciones laborales insuficientes para llevar una vida digna. Porque según los responsables de estas declaraciones, los desempleados no solo serían unos chupones y unos parásitos, serían unos vividores. Unos aprovechados que se benefician de percibir un subsidio sin proporcionar nada a cambio a la sociedad. ¡Qué osadía!

Junto a estos testimonios, que como vemos se emiten con alta dosis de desprecio y sin educación, resulta llamativo que todos estos individuos vean claros signos de recuperación económica en el escenario actual. Parece como si consideraran que la recuperación está directamente relacionada con la precarización de las condiciones laborales de los nuevos puestos que se crean y del deterioro del empleo existente. Bajo este argumento lo que estaría produciéndose no es la recuperación de la economía española sino más bien su propia recuperación. También es singular que ninguno de estos señores, como personas al frente de instituciones empresariales que deben dar prestigio a los empresarios que representan, hagan alusión alguna a la necesidad de que la empresa española innove más y mejor; al hecho de que el actual modelo productivo español está caduco; a la circunstancia de que un clima laboral digno incide en el grado de felicidad del trabajador y ello requiere de la participación del empresario; o en fin, que no censuren con igual intensidad los casos de corrupción que afectan a sus propias estructuras. Siempre me he preguntado si estas instituciones empresariales representan el verdadero sentir de los empresarios españoles.

Lo que se percibe detrás de estos irresponsables alegatos es mucha ortodoxia económica y poca honestidad intelectual. Una ortodoxia que forma parte de lo que Galbraith llamaba la sabiduría convencional y que se cuela por todos los requicios mediáticos pregonando sin cesar que para crear empleo no solo hay que bajar salarios, eliminar subsidios o salarios mínimos, sino también, suprimir sindicatos, el derecho a la huelga y convenios colectivos. Un cuerpo de conocimiento, por llamarlo de alguna manera, que en economía permanece incuestionado y aceptado por sus aduladores más conspicuos que casualmente son los que se benefician de sus ideas. Al mismo tiempo sirve de poco para explicar lo que nos pasa porque sus tesis centrales son continuamente rechazadas por la tozuda realidad.

Quienes emiten este tipo de declaraciones hacen un flaco favor a la sociedad en su conjunto puesto que, en realidad, están más preocupados por sus intereses personales y en proteger sus privilegios a costa de los demás.

viernes, 9 de mayo de 2014

Nos sobra energía, sí.


Cambiar el modelo energético en el sentido que necesitamos (descentralización, democratización y apuesta por las energías limpias) no es fácil, y además requiere un esfuerzo colectivo. Este esfuerzo debe ir dirigido a reducir el derroche, a promover iniciativas de producción y gestión renovables y a pequeña escala, y también a posicionarnos como firmes contendientes en la lucha política por rediseñar el marco normativo, ahora creado al servicio del único contendiente de peso que cuenta con el apoyo del gobierno: las eléctricas.

Canarias es apta para generar energía por métodos renovables y limpios. Esto es un hecho incontestable lo diga Jeremy Rifkin o no. Sus privilegiadas condiciones paisajísticas, naturales y climáticas así lo atestiguan. También lo corrobora el hecho de que en las Islas es mucho más barato producir con energías renovables que con fósiles, que soportemos un intolerable sobrecoste adicional por producir electricidad con fósiles, que mantengamos una elevada dependencia energética del exterior sin que haya visos de cambio…Todo ello, en un contexto en el que la producción de energías renovables en 2013 en el sistema eléctrico peninsular, cubrió el 42% de la demanda y que durante el primer trimestre de este año ya se ha superado el 50%. Sin embargo, siendo optimistas aquí seguimos en un exiguo 8%.

El impulso de la energía renovable y limpia es cada vez más un problema político que técnico o económico. Por esas razones, nos sobra energía, lema de la convocatoria que Ben Magec y la plataforma por un Nuevo Modelo Energético en Canarias han previsto organizar mañana día 10 de mayo en las diferentes islas. La propuesta pretende formar una cadena humana que simbolice el rechazo social a las prospecciones petrolíferas, que el gobierno del PP y el lobby energético y empresarial que les secunda pretenden acometer en breve plazo.

Con su retórica oficial, el Gobierno regional, que dice estar en contra de las prospecciones al tiempo que exige al Gobierno Central que considere su opinión al respecto, referéndum mediante, se dedica de forma opaca y a espaldas de la participación de colectivos sociales y ecologistas, a modificar el marco institucional para facilitar la introducción del gas natural en las Islas. A este comportamiento, inadmisible por contradictorio y falso, tributario de mezquinos intereses empresariales y alejado del bien común que beneficia al ciudadano, hay que confrontar una contundente movilización ciudadana.

Por eso, acertadamente, la iniciativa de mañana no solo aspira a denunciar una vez más las perforaciones frente a Canarias. Los colectivos organizadores también quieren visibilizar la necesidad de que el Archipiélago haga una apuesta firme y decidida por las energías limpias. Y esa es la gran baza que tenemos los ciudadanos de a pié, porque hoy se puede y se debe hacer política sin necesidad de estar en las instituciones. Nosotros los ciudadanos tenemos que jugar empujando a los poderes políticos y económicos a que orienten sus decisiones y sus políticas hacia una realidad fuera de dudas; la de construir un modelo de convivencia ecológicamente sostenible debatido entre todos y sin partidismos.

Dejar este asunto en manos exclusivas de los profesionales de la política supone estar al albur de las servidumbres de los actuales partidos políticos; impermeables a las demandas ciudadanas; proclives a satisfacer los intereses empresariales; prestos por asignar a cargos bien remunerados a sus acólitos que aceptan las reglas del juego del aparato; y ante todo embaucadores profesionales en época electoral, sea esta en el ámbito europeo, nacional o autonómico.Un cambio de modelo energético basado en la eficiencia, en el ahorro y en las energías renovables es una tarea titánica puesto que no solo supone transformar los modos de generación energética actuales. En esencia supone modificar las bases del sistema económico capitalista lanzando una bomba en su línea de flotación; la que cuestiona que podemos seguir extrayendo de forma ilimitada recursos para posibilitar un consumo desaforado y sin límite alguno.

Un reto de esta envergadura sobrepasa las capacidades de cualquier partido político u organización empresarial. Y por supuesto no se conseguirá mediante oportunistas eslóganes electorales que pretenden capitalizar demandas de colectivos ciudadanos sin contar apenas con ellos. Un desafío que no cabe, ni se debe afrontar en solitario. Esta tarea, implica involucrar e incluir al mayor número de agentes sociales y ciudadanos, y exige profundizar en los procedimientos democráticos vigentes. Demanda, en esencia, algo tan básico como contar con la gente para satisfacer sus necesidades más perentorias con el bienestar como logro. Los actuales actores de la escena política y económica no lo harán. Esto solo lo podemos conseguir si somos capaces de activar esa otra energía que también nos sobra en Canarias: la energía ciudadana.