He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral. Por supuesto, he aceptado. No hubo ceremonia de iniciación. Mejor así.
Roberto Bolaño. Los detectives salvajes. 1998.
El científico. Paseando por el Parque de Madrid Río. Madrid. Mayo del año 2019.
Hacia el 2016, dos años después de iniciadas las prospecciones ya sabíamos que el pozo que llamaron Sandía exigía inversiones muy fuertes para hacerlo rentable. Por debajo de 1.500 metros de profundidad el petróleo no podía ser extraído de un solo bombeo. Como en cualquier otro pozo con características similares, y de eso había suficiente evidencia, la curva de extracción seguiría un perfil con una primera fase inicial de menor producción, un máximo y un progresivo descenso del flujo de crudo extraído. Así fue. En aquel tiempo se estimaba que el yacimiento podía equivaler a un 10% del consumo total de barriles diarios en España. Lo cierto es que hasta el fatídico blowout, aportó menos de un 0,1% y con una Tasa de Retorno Energético muy baja. Lo que significa que se empleaba casi tanta energía en la explotación del recurso como la equivalente en el crudo extraído. La compañía erró en sus estimaciones al efectuar las prospecciones. Se sobrevaloraron las dimensiones y la calidad del yacimiento. Pero eso no era la primera vez que ocurría. Ahora va a resultar muy difícil regenerar la zonas afectadas. Cuando el petróleo cae al fondo del mar y se mezcla con sedimentos pobres en oxígeno perdura durante decenios. En esos casos el ecosistema tiende a perder biodiversidad, se colapsa y muere.
El ecologista. En Órzola. Lanzarote. Marzo del año 2018.
Ha sido terrible. Sabíamos que en caso de accidente las corrientes marinas trasladarían hacia las Islas los fluidos descontrolados. En yacimientos bajo el fondo del mar, a gran profundidad, son las corrientes las que pasan a dirigir la orientación de los vertidos y no el viento. Sabíamos que las corrientes marinas tenían gran variabilidad pero los estudios eran concluyentes; un potencial vertido tenía muchas probabilidades de llegar hasta La Palma. Se hizo caso omiso a lo que alertábamos los ecologistas. Pocas novedades a este respecto. El conciliábulo que ha organizado todo esto del petróleo y el gas, políticos sin escrúpulos, medios de comunicación en crisis y empresarios codiciosos, no les ha importado correr un riesgo enorme. No jugaban con sus cosas de comer. En un escenario de descenso de las reservas mundiales de fósiles creyeron que estaba justificado cualquier riesgo. Han jugado con fuego pero nos hemos quemados todos. El desastre ha sido de proporciones incalculables. Nuestro ecosistema tardará mucho en recuperarse. Las zonas consideradas de alta biodiversidad como el Archipiélago de Chinijo, la costa oeste de Fuerteventura o el sur de Lanzarote han quedado anegadas de hidrocarburos. Desde luego ya no serán las mismas. Las zonas de afloramiento de nutrientes no se recuperarán jamás. Lo más preocupante es que la gente de Lanzarote y Fuerteventura consume agua desalada. No sé cómo se va a resolver esto pero algún político debería acudir a las zonas afectadas. Es un desastre.
Un voluntario en las tareas de limpieza. Corralejo. Fuerteventura. Febrero del año 2022.
Solía levantarme temprano a correr. Salía desde Corralejo y hacia las 06:50 de la mañana llegaba al Parque Natural de las Dunas por la carretera. Aquel paraje me parecía irrepetible al amanecer. Motivaba superar los hoteles desde la carretera y quedarme solo con las dunas. Me imaginaba en el desierto. Pero un desierto privilegiado porque el mar estaba al lado. Aquel día, nada más saltar a la arena, penetró en mis pulmones sin permiso un intenso olor a alquitrán. Remonté una duna que obstaculizaba la visión del mar y miré hacia la orilla de la playa. Entonces vi el movimiento lento y viscoso de las olas. El mar no se erguía con facilidad, parecía sedado. Sus olas eran densas y pesadas. Entendí que el mar estaba herido. Había pasado lo que gran parte de este país esperaba que pasaría. El piche se extendió desde la Isla de Lobos hasta Puerto Lajas, unos 10 km de costa. Entonces me acordé de lo que decía un científico hacia el año 2014, antes de que se iniciara el sinsentido de las prospecciones: los pozos de perforación se rompen y el petróleo inunda no un kilómetro de costa y una zona de reserva marina, sino todo el Golfo de México. Cuando pidieron voluntarios para limpiar las zonas afectadas no dudé en participar. Entonces tampoco reparé en pensar si teníamos el equipo adecuado para afrontar las labores de limpieza. Las secuelas físicas se curarán pero las emocionales…esas no desaparecen. Ver parte de la costa canaria fundida a negro no se me olvidará jamás. Fuimos los únicos que hicimos un buen trabajo.
El Ex - Ministro de Industria. Congreso de los Diputados. Madrid. Noviembre del año 2019.
Señorías, a posteriori puede parecer lesivo para el interés general que en el Real Decreto que autorizaba la extracción de hidrocarburos se incluyera una cláusula, según la cual, si se suspendía la extracción o en caso de que la calidad del crudo encontrado no cumpliera las expectativas, el proyecto pasara a ser titularidad del Estado y el operador, en este caso la compañía, sería indemnizada. Pero esta era la forma de proceder oficial para garantizar la libre concurrencia de las compañías en el mercado. Se trataba de un proyecto de dimensiones gigantescas, con un gran riesgo económico y probabilidad de accidente irrisoria para ser acometido en solitario por un solo consorcio. El Estado debía incentivar la explotación del yacimiento que, dados los resultados que arrojaron las prospecciones a principios de 2015, auguraban un yacimiento rico en hidrocarburos y de calidad máxima. La alta dependencia del petróleo de la economía española se manifestaba en un enorme saldo deficitario por cuenta corriente. Los riesgos estaban totalmente justificados. Al final resultó que ocurrió lo que no estaba previsto. La probabilidad era mínima. Yo no podía saber lo que iba a ocurrir. Entonces activamos el Plan Nacional de Contingencias por Contaminación Marina Accidental. A partir de ahí la toma de decisiones pasó a ser jerárquica y correspondía a los técnicos adoptar todas las decisiones en virtud del escenario en el que nos encontrábamos. Yo me eché a un lado y dejé trabajar a los expertos en la emergencia. La demanda de aquella asociación ciudadana no iba a prosperar porque desde el Ministerio se adoptaron las decisiones correctas para garantizar el bienestar de la población canaria y la protección de su medio natural.
El ciudadano. Cafetería del Parque García Sanabria. Santa Cruz de Tenerife. Mayo de 2022.
Canarias se jodió en las elecciones municipales y autonómicas del año 2015. Ya estaba muy jodida antes pero esa fue la fecha clave que dio la puntilla al Archipiélago. En ese momento tenía que haberse armado una coalición de fuerzas alrededor de un programa que sirviera de hoja de ruta frente a las propuestas de CC, PSOE y PP. Solo había que consensuar una serie de líneas programáticas contra el saqueo orquestado de aquellos años y a partir de ahí facilitar la participación ciudadana en busca de liderazgos colectivos. Creo que no era tan difícil, máxime con el clima de oportunidad creado por la irrupción de Podemos en las elecciones europeas de mayo de 2014 y la presencia en el ámbito municipal de SSP. Aquella campaña ecologista del gobierno de CC, referéndum mediante, no se la creía nadie. Había mucha gente esperando una formación que aglutinara diferentes aportaciones políticas pero con claro carácter ciudadano. Los altos niveles de abstención demostraban que había un electorado huérfano de ese tipo de propuestas. Había que ser audaz, se decía, pero lo que pasó es que el ego y las siglas de cada formación por separado pesaron mucho más. No supieron pulsar la tecla necesaria para garantizar una opción de consenso que situara en el centro de la política a la gente. Hizo falta más diálogo honesto entre todos. Con una propuesta política de este perfil se podía haber obtenido un buen resultado a nivel municipal. Esa pudo haber sido la antesala para facilitar un cambio de gobierno a nivel estatal en las Generales de finales de 2015. Solo un cambio de gobierno en Madrid garantizaba la paralización del proyecto de extracción de petróleo. Aquel fracaso fue directamente proporcional al volumen de piche que llegó a las costa canarias cuando reventó el pozo. Desde entonces está siendo muy difícil levantar cabeza. Esta tierra está arruinada.
Un técnico de la petrolera. Plaza de la Independencia, cerca del Retiro. Madrid. Julio de 2019.
La conclusión más evidente es que los sistemas de perforación y extracción de crudo han progresado enormemente en los últimos años pero los métodos y protocolos de seguridad y prevención no lo han hecho con la misma rapidez. Por tanto, los riesgos han aumentado. Además, las actividades de perforación en el lecho marino se subcontrataban a compañías especializadas. Salía más barato económicamente para la petrolera. La extracción de petróleo en aguas ultraprofundas estaba sujeta a muchas contingencias. Con frecuencia se producían explosiones atribuibles a una casuística muy variada. Ahora la técnica se ha modificado pero en aquel momento gran parte de las explosiones en los pozos marinos eran controladas mediante el bombeo de una sustancia equivalente a lodo de perforación pesado. Con esto se conseguía sellar mecánicamente el pozo y desviar la burbuja de gas metano responsable de las explosiones. Lo que pasó el día del siniestro es que el sistema de prevención de explosiones de la subcontrata no se activó. Si se hubiese activado se hubiera frenado la salida del crudo. Los pesados cilindros hidráulicos hubieran cortado automáticamente la tubería de perforación bloqueando el fluido ascendente. Un año después del inicio de las extracciones recibimos órdenes de recortar en las partidas que tenían que ver con los dispositivos de seguridad y mantenimiento del proyecto. Después de un año de extracción de hidrocarburos sin contingencias preocupantes, pasamos a un escenario de operación de riesgo leve. En ese escenario alcanzábamos un coste de operación más bajo, lo que permitía subir nuestros márgenes y rentabilizar la extracción de hidrocarburos en un pozo que nos estaba dando muchísimos problemas de gestión.
El Presidente de la Petrolera. Sede de la compañía en Madrid. Abril del año 2018.
Sentimos profundamente el accidente de nuestra plataforma ocurrido frente a las costas canarias en la cuadrícula C-4 hace dos meses. Lamentamos las muertes atribuibles al percance, sin duda la mayor pérdida, así como el impacto del derrame en las costas de las Islas. Pedimos disculpas por el papel de nuestra compañía en este suceso y nos ponemos a disposición de los organismos jurídicos y legales pertinentes para esclarecer los hechos ocurridos. Una combinación de errores humanos, fallos de diseño de ingeniería, de activación tardía de los protocolos de seguridad e insuficiente coordinación del equipo humano de las compañías subcontratadas involucradas en el proyecto, han provocado una sucesión fatal de circunstancias que explican el siniestro. Una desgracia agravada profundamente por la evidente descoordinación del Gobierno central, regional y los Cabildos de las Islas afectadas a la hora de impedir la llegada del crudo a las costas. El nivel de organización y coordinación de las instituciones mencionadas ha sido manifiestamente mejorable. Es evidente que sin el grado de improvisación y negligencia del que hicieron gala los responsables políticos durante los primeros días del suceso, las consecuencias y los impactos del derrame hubieran sido mucho menores. La compañía garantiza una cobertura de daños por valor de 60 millones de € gracias a su seguro de responsabilidad civil y medioambiental. Además de esas garantías hemos dotamos un fondo especial de 100 millones de € para restablecer las actividades económicas presentes en la zona y cubrir las tareas de limpieza necesarias. Con estas medidas garantizamos que el petróleo acabará desapareciendo de las zonas afectadas.
El Ex-Presidente del Gobierno de Canarias. En su casa de El Sauzal. Abril del año 2022.
Celebro que me haga esa pregunta, en los últimos años no he tenido muchas oportunidades de explicarme, ya sabe como se trata a los expresidentes. Por supuesto, el vertido de petróleo del 18 fue la mayor desgracia que ha sufrido nuestro pueblo. Ese asunto se ha convertido en un tema tabú en el seno de mi formación, nadie quiere que le vinculen a la ejecutiva que levantó la mano a las extracciones. Mire, yo tenía un proyecto para sacar a las Islas de la crisis que estaba dando sus frutos en la última etapa de mi último mandato, como lo demostraban los principales indicadores económicos de aquel momento. Y ese proyecto consistía en garantizar la transición hacia las renovables potenciando la entrada del gas en el Archipiélago. Esa era y es la única manera. Y mi gobierno apostó por ello entonces. Pero la militancia del partido decidió que era hora de acometer un cambio de candidato a la Presidencia del Gobierno por aquello de los liderazgos compartidos desde la base y desde cada una de las Islas, tan de moda allá por el 2014 – 2015. Y yo lo asumí, como no podía ser de otra manera. Mi sustituto era una persona muy preparada y tenía un gran futuro pero se equivocó de plano. Apostó por levantar el veto que yo había establecido con gran esfuerzo al lobby del petróleo y ese fue su gran error, con las consecuencias fatales de todos conocidas. Por otro lado, fue un golpe bajo que el consorcio encargado de explotar el pozo acusara al Gobierno de Canarias de negligente y de falta de coordinación después del accidente. Se hizo lo que se pudo en un escenario de catástrofe total. Si alguien actuó desorganizadamente esa fue la compañía. Su capacidad de reacción fue muy inferior a la que anunciaban sus métodos contra potenciales derrames. Personalmente, esa respuesta de la compañía a la catástrofe no me sorprendió. Tampoco me sorprendió que el Ministerio de Industria tratara de forma tan liviana a la compañía, pero eso tiene explicación viendo dónde ha acabado el entonces Ministro de Industria. Lo que si me sorprendió fue la postura beligerante de algunas asociaciones que se autodenominan ecologistas. Empezaron a declarar que habíamos bajado la presión sobre el Ministerio y la compañía una vez que los sondeos detectaron las bolsas de gas. Había que ser muy mezquino para efectuar semejante afirmación. Esa gente no actuó defendiendo los intereses de nuestra tierra. Hoy por hoy, Canarias sigue dependiendo del petróleo, tiene el gas y además las renovables no han avanzado que era lo que esos ecologistas perseguían. Conmigo, después de 7 años desde que dejé la presidencia, en Canarias ya se hubiesen introducido las renovables más allá del 15%. Yo tenía la solución.