…los países pobres lo son porque quienes tienen el poder toman decisiones que crean pobreza. No lo hacen bien, no porque se equivoquen o por su ignorancia, sino a propósito. Para comprenderlo, tenemos que ir más allá de la economía y el asesoramiento experto sobre lo mejor que se puede hacer y, en su lugar debemos estudiar cómo se toman realmente las decisiones, quién las toma y por qué estas personas deciden hacer lo que hacen.
¿Por qué fracasan los países? Acemoglu y Robinson. 2012.
El libro de moda del pasado año fue Why nations fail. Un extenso pero ameno texto que ha tenido la virtud de recuperar para la reflexión económico-política, precisamente, el grado de calidad que presentan las instituciones que rigen el comportamiento humano en cada país. Según su visión, el desarrollo o fracaso económico de una región tiene que ver fundamentalmente con que sus instituciones políticas sean inclusivas o extractivas. Bajo este punto de vista es el proceso político el que determina bajo qué instituciones económicas vivirá cada región. Para los autores del texto es vital analizar cómo se toman las decisiones políticas, quiénes son los que las toman y quiénes son los perjudicados o los beneficiados de las mismas. Las respuestas a estas preguntas alumbran sobre el itinerario de éxito o fracaso económico que siguen los países.
Ante las ideas recogidas en un texto como ¿Por qué los países fracasan? resulta ineludible preguntarse sobre la naturaleza de las instituciones políticas y económicas en Canarias. Y sin ánimo de ser exhaustivos, lo que destaca es, precisamente, su carácter escasamente inclusivo con claras cualidades extractivas. Algunos ejemplos bastarán para corroborar esto y por tanto deducir las razones por las que fracasa Canarias.
1- Instituciones extractivas:
Dicen Acemoglu y Robinson que el poder político bajo instituciones con atributos extractivos es muy codiciado por aquellos grupos que aspiran a discutir la hegemonía del que gobierna. La razón que lo justifica es simple; bajo instituciones extractivas el control del poder político habilita a los grupos dominantes para obtener grandes beneficios a costa del resto de la sociedad. Por lo que es lógico que la lucha por el poder genere una conflictividad permanente que derive en inestabilidad política. ¿No es esto lo que ocurre cuando los perdedores de las dos últimas elecciones autonómicas en Canarias se aferran al poder mediante los pactos que permite la ley para alcanzar la presidencia del gobierno, sin lograr que se resuelvan los problemas más acuciantes de Canarias? Hace unas semanas, el Parlamento regional rechazó dos proposiciones no de ley; una contra la pobreza y la exclusión social y otra para resolver el enquistado problema de las listas de espera sanitarias en el archipiélago. El funcionamiento del sistema sanitario canario es uno de los peor valorados de España y el índice de pobreza alcanza a más de un tercio de la población. Asunto de otro debate es si esas proposiciones recogían fielmente y sin partidismos la necesidad de luchar contra las listas de espera y la pobreza, pero lo cierto es que ambos problemas siguen sin resolverse. ¿Cómo es posible que ante dos problemas tan graves las formaciones políticas que conforman el Parlamento canario sean incapaces de llegar a un consenso para resolverlo, al menos, mediante un acuerdo de mínimos y se pierdan en la conflictividad política?
2- Limitación de la pluralidad:
El partido que se aupó en la presidencia del gobierno de Canarias en los últimos comicios autonómicos, Coalición Canaria, logró solo el 13,49% de los votos de todo el censo electoral canario, con una abstención del 37,26%. Sin embargo, el 12,76% del electorado no obtuvo representación política alguna en el Parlamento porque las opciones políticas que apoyaron no superaron las barreras electorales establecidas por la Ley Electoral Canaria. Dicen Acemoglu y Robinson que las instituciones políticas inclusivas deben garantizar un reparto de poder equitativo de forma que la capacidad de actuar colectivamente de los distintos grupos de la sociedad no se vea limitada por otros. ¿Consigue esto una ley electoral de las más restrictivas de Europa que deja sin representación a amplios colectivos de la sociedad, incapaces de influir en el proceso de decisiones políticas? Las instituciones políticas extractivas limitan la pluralidad y por tanto que las diferentes sensibilidades políticas que describen una sociedad puedan obtener la representación adecuada.
3- Círculos viciosos:
Los autores del texto nos dicen que existe una fuerte sinergia entre las instituciones económicas y las políticas. Las instituciones políticas extractivas logran concentrar el poder en manos de una élite reducida y fijan pocos límites al ejercicio de su poder. Es esta élite la que logra definir y estructurar las instituciones económicas para detraer recursos del resto de la sociedad en beneficio propio. Las instituciones económicas extractivas se apoyan en instituciones política extractivas para sobrevivir fortaleciendo un círculo vicioso que profundiza la extracción.
La Reserva de Inversiones de Canarias, la RIC, se institucionalizó hace casi dos décadas a través de la ley 19/1994 de modificación del REF de 6 julio. Se trataba de una ley que pretendía un doble objetivo; promover actividades generadoras de empleo en las islas y mejorar la competitividad de las empresas canarias. Para ello, se facilitó el esfuerzo inversor de los empresarios radicados en las islas a cambio de una importante rebaja fiscal. La RIC les recompensaba con una reducción de la base imponible del Impuesto de Sociedades de hasta el 90%. El instrumento no ha servido ni para crear empleo ni para mejorar la competitividad de las empresas canarias. Los recursos sujetos a la RIC, y por tanto exentos fiscalmente, han buscado otros destinos más rentables financieramente. Por tanto, ha servido a cierta clase de empresarios para convertirlos en financiadores de la Comunidad Autónoma mediante la suscripción de valores o títulos de deuda pública. Al quedar exentos de sus obligaciones fiscales han mermado la capacidad recaudatoria del sector público autonómico al tiempo que rentabilizaban jugosamente esos fondos en los mercados de deuda pública. También, generando negocio fuera de las islas o en inversiones con altas tasas de retorno en el hipertrofiado sector inmobiliario canario. Un negocio perverso y perfecto para los empresarios que les ha permitido detraer recursos del resto de la sociedad en su beneficio.
4- Temor a la innovación y la destrucción creativa:
En mayo de 2010 el Parlamento canario daba luz verde a la proposición de ley del Catálogo Canario de Especies Protegidas con los votos a favor de CC y PP y la negativa del PSOE. El Catálogo entraba en contradicción directa con el vigente Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y dejaba sin ningún tipo de protección a más de la mitad de las especies actualmente protegidas en Canarias. Un atentado contra la biodiversidad institucionalizado por los partidos que en aquel momento tenían la responsabilidad de gobernar (CC-PP) a través de una argucia legal que soslayó la participación abierta del ciudadano. Con dicha ley se desprotegían los sebadales del sur de Tenerife y en consecuencia se lograba desbloquear la construcción del puerto industrial de Granadilla entre otras infraestructuras. Una demanda históricamente perseguida por los grandes constructores en las islas. El gobierno central del PSOE en aquel momento manifestó que recurriría el catálogo ante el Tribunal Constitucional, ya que contaba con un informe de la Dirección General del Medio Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente) que denunciaba importantes disconformidades del Catálogo aprobado respecto a la Ley Estatal. Pues bien, dicha denuncia no llegó a cursarse. La razón; el apoyo de CC a los Presupuestos Generales del Estado en aquel momento. Un quid pro quo entre ambas formaciones.
El puerto industrial de Granadilla se está construyendo y resulta que no es la panacea del empleo que algunos argumentaban perversamente y está ocasionando a corto plazo un contundente impacto ambiental por las extracciones ilegales de áridos, amén de los recursos que ha reportado a quienes eran sus promotores; constructores, propietarios de suelo adyacente, impulsores de la introducción del gas natural en las islas, etc. Por el contrario, además de repudiar la inversión en I+D+i una y otra vez, quienes dirigen Canarias desaprovechan o entorpecen las potencialidades de las islas para invertir en tecnologías respetuosas con el medio ambiente del que Canarias depende de forma vital.
Acemoglu y Robinson argumentan que la innovación tecnológica pone en tela de juicio la distribución de rentas entre los diferentes agentes y ello socava su poder político, el status quo creado. La permanente apuesta en Canarias por un modelo económico caduco basado en el petróleo, las grandes infraestructuras, el turismo masivo…. y cuyo fracaso es un hecho constatado, responde a la reticencia de los principales agentes económicos de las islas a perder rentas y poder político ante un nuevo patrón económico basado en el respeto por el territorio que nos rodea y las energías limpias que extienda la prosperidad a otros sectores de la sociedad.
5- Coyunturas críticas:
En el Debate sobre el estado de Canarias el presidente del gobierno entonó un tímido mea culpa en su discurso, no vaya a ser que la oposición lo utilice en su contra. No es casual, con un 33% de desempleo, de los cuales el 70% de parados tiene menos de 25 años, unos índices de pobreza devastadores y una desigualdad en aumento que dinamitan la cohesión social, será cada vez más difícil ocultar que la sociedad canaria está siendo arrasada por quienes la dirigen. Según los autores del texto, el crecimiento bajo instituciones de índole extractiva no es sostenible ilimitadamente. Los que manejan las instituciones extractivas están sometidos permanentemente a la presión de otros actores que también desean controlar esas instituciones para extraer rentas del resto de la sociedad. Esta presión les debilitará hasta desalojarlos del poder. Canarias hace mucho tiempo que no solo no crece sino que sus condiciones se deterioran a pasos agigantados, lo que indica que está en una coyuntura crítica.
Las coyunturas críticas son puntos de inflexión en la historia que desestabilizan la situación política y económica existente. La profundidad de la presente crisis demuestra que estamos en ese momento de transformación que dará como resultado un nuevo escenario con instituciones más extractivas que las presentes, o con instituciones que evolucionen hacia un modelo político y económico más inclusivo. El cambio institucional necesario para que se produzca una modificación del rumbo económico en el archipiélago, dependerá del resultado de la interacción entre las instituciones existentes y las coyunturas críticas. Y para que ese cambio institucional sea inclusivo, es vital la presión de aquellos colectivos de la sociedad canaria que están permanentemente al margen de la toma de decisiones políticas (producto de la falta de pluralidad) y de la riqueza que generan unas instituciones económicas que solo favorecen a una parte muy concreta de la sociedad canaria.