…correlacionado directamente con el alto uso del paquete turístico que se realiza en Canarias, el 67% del gasto se produjo en origen frente al 33% que fue en destino.
Acaba el 2013, uno de los mejores años desde el punto de vista turístico en Canarias de los últimos tiempos. Hasta noviembre de 2013, las Islas recibieron casi 9,6 millones de turistas extranjeros según las estadísticas de Frontur, un 4% más que el año pasado. A este ritmo todo apunta que se superarán los 10,2 millones de turistas extranjeros registrados en el año 2011, año récord.
En el mes de noviembre de 2013 han visitado las islas 1,073 millones de turistas extranjeros, el mejor mes en Canarias en términos de visitantes desde que se tienen datos estadísticos. Durante el mes de noviembre Canarias ha sido la comunidad de todo el territorio español con mayor crecimiento de visitantes extranjeros, un 17,9%. En lo que va de año se ha rebasado la cota del millón de visitantes extranjeros en dos meses más; marzo y octubre. En los mejores años anteriores (2001, 2002, 2003, 2008 y 2011) este fenómeno solo se había conseguido en el mes de marzo.
Además, según la Encuesta de Gasto Turístico Canarias concentró cerca del 40% del gasto turístico total satisfecho en España en noviembre. El gasto turístico en el Archipiélago durante el mes de noviembre ascendió a 1.262 millones de euros, un 23% más que hace un año. Y en el periodo de enero a noviembre de 2013 los turistas extranjeros han gastado en el Archipiélago más de 10.469 millones de euros, un 10,1% más que hace un año.
Tindaya |
No parece que a todos estos dramas, enquistados en Canarias desde hace años, pueda poner solución la buena marcha de la principal industria económica de las Islas, el turismo. Al menos este tipo de turismo, basado exclusivamente en un modelo de sol y playa. Conviene tener presente esto ante el optimismo y las esperanzas que suelen depositar en el sector turístico políticos de toda condición, empresarios del sector y demás agentes económicos. Expectativas que a nuestro entender son totalmente exageradas.
De las cifras antes relatadas podemos hacer dos observaciones:
La primera es que un mayor volumen de turistas no necesariamente está asociado a una mejora apreciable del empleo. Alcanzado ya el techo de visitantes en un territorio limitado como el nuestro, una cifra mayor de turistas poco más puede aportar al empleo. Lo que sí podría ocurrir es que más visitantes profundice de forma irreversible el deterioro del entorno ambiental de las Islas. El flujo actual de visitantes extranjeros (a los que habría que añadir los residentes) ya genera un impacto ambiental de grandes proporciones en el territorio canario.
La segunda es que un mayor gasto turístico tampoco parece tener una incidencia suficiente en la mejora de indicadores como el empleo, la pobreza o el ingreso medio por persona en la economía de las islas. El gasto turístico, un indicador al que se suele recurrir con frecuencia para analizar el impacto del turismo, se puede descomponer en dos indicadores más; el gasto turístico en origen y el gasto turístico en destino o en Canarias. Merece la pena que nos detengamos unos minutos en el análisis de la evolución de ambos indicadores, aportará luz sobre la paradoja de que en las Islas un mayor gasto del visitante no se traduzca en una mejora del empleo.
El segundo indicador mencionado, el gasto turístico en Canarias es el que tiene verdadera incidencia en la economía del archipiélago. Este es el gasto que se produce en destino como resultado de las actividades anexas al viaje que se derivan de la estancia en la Islas. El primero, sin embargo, está vinculado a la compra o contratación de paquetes turísticos en el país o región de origen del turista. El paquete turístico es un producto que se comercializa de forma única y contiene dos o más servicios de carácter turístico, normalmente vinculados al alojamiento, la manutención y el transporte del turista durante el viaje. Se trata de un producto por el que se paga un precio único por todo a una agencia de viajes o a un tour-operador.
El gasto en origen normalmente está relacionado con el uso del paquete turístico, por lo que allí donde se contrata el paquete turístico el gasto en origen será mayor. En el caso de Canarias la opción de viaje con paquete turístico es muy elevada, representa el 50,6% del gasto turístico total efectuado en las Islas, el doble del registrado para el total nacional según el Informe Anual 2012 del Instituto de Turismo de España (Pág. 117). Según este informe la opción más demandada para viajar a Canarias ha sido la del paquete turístico. En 2002 el peso de las llegadas con esta opción era en torno al 82%. En años posteriores este peso fue disminuyendo hasta llegar a su mínimo en 2010 con un 60%. A partir de ese año ha ido remontando hasta situarse en un 66% en 2012 (Pág. 121).
El mismo informe también indica que el 67% del gasto turístico en Canarias se produjo en origen, frente al 33% que fue en destino. Según esta distinción y recurriendo a la Encuesta sobre gasto turístico elaborada por el ISTAC podemos ver que el gasto medio en Canarias por turista se mantiene prácticamente inalterable en el valor medio de 339€ por trimestre desde el primer semestre de 2006. Incluso podríamos decir que el indicador experimenta una leve tendencia a la baja en los últimos trimestres. Por el contrario, es el gasto medio en origen por turista el que experimenta una tendencia al alza en los últimos tiempos, situándose en los 650€ de media por trimestre.
Todos estos fenómenos muestran las dificultades de las empresas canarias para motivar el gasto del turista en el archipiélago. Y son estas dificultades para alentar un mayor gasto en destino del turista las que podrían explicar, al menos en parte, la escasa incidencia del incremento del gasto turístico en la creación de empleo. Al mismo tiempo, el elevado peso de la opción de viaje con paquete turístico podría estar indicando el elevado poder de agentes externos como tour-operadores y agencias de viajes sobre el control de los flujos turísticos hacia las Islas. No parece que este modelo deje muchos réditos a la ciudadanía canaria. Así pues, convendría que desde los poderes públicos se fomente una política turística centrada en estimular que el turista gaste más y mejor en productos y servicios canarios, y mucho menos en promover la llegada masiva de más visitantes a un territorio cuyos privilegiados paisajes están ya muy castigados.
Todos los análisis sobre el negocio turístico en Canarias se detienen desde el mismo inicio. Por la simple razón de que en Canarias no existe negocio turístico, propiamente dicho. Canarias se limita a aportar -a precios de saldo- la plataforma física para que el negocio lo hagan otros. El o la turista contrata su estancia con un operador extranjero, que les transporta en compañías extranjeras y les aloja en hoteles que, cuando pertenecen a capital canario están sujetos a negociaciones tarifarias leoninas. Ese turismo es, además alimentado con productos importados, encamado en colchones importados, movilizado en vehículos importados que consumen combustibles importados... En definitiva, casi la totalidad de lo que paga el turimos sale para fuera, automaticamente -en un 67%, ni eso, ya está pagado fuera- para cubrir las importaciones. Lo poco que queda en Canarias son los salarios. Deduzcan ustedes los im`puestos que hay que pagar por trabajar y vivir y las remesas de nuestros inmigrantes, y concluirán, como yo, que Canarias no hace ningún negocio con este asunto.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Chema. No tengo datos que corroboren lo que comentas aunque es muy probable que el escenario que describas sea tal como lo dices. Si dispones de alguna fuente donde se discutan los temas que comentas por favor dímela, el tema me interesa.
ResponderEliminarA mí lo que me sorprende de todo esto es que políticos a diestro y siniestro, empresarios del sector y demás agentes vendan a la opinión pública que un turismo basado en más visitantes y que gasta más es bueno para la economía de las Islas. Los datos que aporto no corroboran esa tesis. Me parece que es más correcto pensar que el modelo turístico vigente en el Archipiélago solo beneficia a quienes controlan el sector.