lunes, 16 de mayo de 2011

Financiación de partidos: La otra piedra angular

  
En España los partidos políticos son mucho más semejantes entre sí de lo que ellos quisieran y desde luego más de lo que quisiéramos los ciudadanos, obligados a elegir entre espejos que reflejan las mismas imágenes.


Existe otra campaña, paralela a la campaña electoral en curso, que muestra con claridad la influencia de la élite económica sobre la política. Se trata de una campaña más sutil que la electoral. Se desarrolla en la sombra y en ocasiones de forma oculta. Ejecutada entre los márgenes de la Democracia, es una campaña que tiene su propio programa de propuestas, muy definidas, claras y concisas y cuyo público no es la ciudadanía sino la propia clase política. Esta otra campaña es ejercida por sus promotores, la élite económica, con frecuencia anual pero en citas electorales como la actual, se intensifica. También se hace evidente porque sus estrategias trascienden a la opinión pública cuando los mass media efectúan su trabajo con diligencia e independencia. ¿Y cuál es el objetivo de esta otra campaña? Influenciar a la clase política, sea cual sea su ideología (¿Hay diferentes ideologías en nuestro Parlamento?) para hacer realidad sus proyectos, sus ideas, sus planes. En una palabra, sus intereses.

Esta campaña alternativa se manifiesta a través de varios formatos. En ocasiones se efectúa por medio de presuntos estudios sesudos que lejos de profundizar con argumentos en las muchas problemáticas que tiene Canarias y proponer soluciones reales a las mismas, se utilizan como medios para deslizar determinadas interpretaciones de la realidad acordes con los intereses más directos de esta élite, proporcionándoles el marchamo de estudios rigurosos y solventes. Otras veces adquiere el formato de expeditos mensajes en prensa, cuyo destinatario es la clase política, con el objetivo de crear opiniones favorables a ciertas decisiones. En ocasiones no escatiman en reunirse, precisamente para acordar medidas, planes, proyectos…

Pero esta campaña alternativa es más eficiente cuando la élite económica ejercita los opacos tentáculos de la financiación de partidos. Y es aquí donde está una de las piedras angulares del actual edificio político, la otra es la deficiente representatividad que posibilita nuestra ley electoral (Ley electoral canaria; la piedra angular). ¿Cómo se financian los partidos políticos? ¿Quién les financia? ¿Qué mecanismos, si existen, ponen en marcha las formaciones políticas para no legislar a favor de los agentes que les aportan recursos y salvaguardar su independencia? En general, se sabe muy poco sobre la financiación de los partidos, se debate menos y su denuncia es prácticamente inexistente.

El Parlamento como expresión de la soberanía popular posee la función de control sobre el gobierno de turno. En la medida que la democracia ha transmutado en partitocracia, el Parlamento ha quedado colonizado por las formaciones políticas tributarias de aquellos agentes económicos que engordan sus finanzas. Y esto está en la base de la actual crisis (Inside Job: la mafia que nos gobierna). Ante este panorama ¿El Parlamento puede ejercer su función de control con garantías? ¿Los partidos políticos pueden defender sin condiciones el interés general? No hay más que ver lo que ocurre en Canarias para entender que no; iniciativas legislativas populares rechazadas o no debatidas en el parlamento, ninguneo continuo del concepto de interés general, creación de leyes ad hoc para facilitar el encaje de determinadas infraestructuras, instrumentos como la RIC mal concebidos e incorrectamente utilizados…De ahí que la soberanía de las instituciones no solo esté desgastada, está deslegitimada porque se han convertido en una prolongación del poder económico.

Ausencia de datos sobre ingresos y gastos en las corporaciones locales, opacidad respecto a la procedencia de las subvenciones a los parlamentos regionales, falta de integración de los estados contables, donaciones anónimas de gran cuantía, creación de fundaciones, inexistencia de un reglamento de sanción preciso, créditos bancarios cancelados de forma opaca o en condiciones que ya quisieran el común de los mortales. Todos estos asuntos, relacionados con la financiación de partidos y mucho más, es denunciado anualmente por el informe GRECO con pocos resultados vinculantes (El Consejo de Europa suspende a España por la oscura financiación de los partidos. El País. 25.04.2011). Por eso, cuando por parte de los grandes partidos oímos hablar de conceptos superlativos tales como, Democracia, Soberanía, Parlamento, Representatividad… durante la campaña electoral que se desarrolla en Canarias, no podemos más que reirnos a carcajadas. La clase política abandonó hace mucho tiempo su conexión con la ciudadanía y el esfuerzo de interpretación que hace durante los periodos electorales para que no se les note es descomunal.

Es precisa una exigencia rotunda de transparencia por parte de la ciudadanía hacia los partidos en esta cuestión. Esto es igual de importante que modificar la actual ley electoral. Además se precisa una voluntad explícita de quien corresponda para fortalecer la capacidad fiscalizadora del tribunal de cuentas, despolitizando sus actuaciones, transformándolo en un ente independiente.

La opacidad con la que se trata la financiación de partidos es incompatible con el Estado de Derecho y entra en contradicción directa con las mismas bases de la Democracia. La prueba de cargo indiscutible de que los arquitectos del actual sistema político no están interesados en profundizar en el nivel de democracia, es que la financiación ilegal de los partidos políticos no está tipificada como delito. Ahí están los casos Gürtel y Naseiro (PP), Filesa (PSOE), Casinos (CiU), Tragaperras (PNV) y un sinfín de irregularidades saldadas con irrisorias penas de cárcel para sus responsables, acusados siempre de otros delitos no relacionados con la financiación ilegal. Pero ese es otro tema. En España la corrupción sale barata. Lamentable.

2 comentarios:

  1. Que se lo pregunten al CCN ahora!!!

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  2. Gracias por tu comentario.

    Exacto. Sería una buena iniciativa que investigaran a todos los partidos políticos canarios y se publicaran las fuentes de financiación con nombres y apellidos.

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