jueves, 27 de enero de 2011

Ocaso ecológico: El caso de la isla de Pascua



Lo más significativo y pernicioso del combate contra la gran crisis es que quienes deciden los supuestos remedios son gentes del pasado y el pasado no forma hoy parte de la solución sino de la perdición.

En la Red está el profeta. Vicente Verdú. El País. 15.01.2011

Tenemos que redescubrir cómo hablamos sobre el cambio: cómo imaginar formas muy diferentes de organización, libres de la peligrosa salmodia de la revolución. Debemos distinguir mejor que algunos de nuestros predecesores entre fines deseables y medios inaceptables.

Algo val mal. Tony Judt. 2010

En Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen, Jared Diamond, célebre geógrafo, indaga en las causas que condujeron a la autodestrucción de algunas sociedades organizadas del pasado. Entre ellas destaca el caso de la Isla de Pascua situada en la polinesia chilena. Hacia el siglo X se consolidó en la isla una sociedad autosuficiente y jerárquica cuya supervivencia dependía de la pesca de altura y del bosque tropical existente en su territorio. El bosque era una fuente de alimento y madera para la construcción de sus navíos de pesca. La sociedad estaba segmentada en clanes que rivalizaban entre sí y competían por el prestigio y el estatus mediante la erección de unas estatuas de piedra de tipo ceremonial, los moaís.

Dichas estatuas simbolizaban el poder de la jefatura de los clanes y tenían que ser transportados desde las cumbres donde se extraían hasta los centros religiosos situados en la costa. Ahí los erigían utilizando los troncos de los árboles del bosque tropical como instrumento de transporte puesto que era una sociedad que no conocía la tecnología de la rueda. La lucha por el prestigio y la construcción de moaís fue el motor de una carrera competitiva que intensificó la presión sobre el territorio, el sostén que le proporcionaba los recursos para sobrevivir. El agotamiento de los recursos madereros por la competencia en prestigio, provocó la imposibilidad de pescar y de seguir construyendo moaís. La guerra civil entre clanes por el control de los recursos terminó por diezmar la población de la isla hacia finales del siglo XVII, condenándola a la extrema pobreza y a su práctica desaparición posterior. La sociedad de la Isla de Pascua no volvió a ser la misma después de ese cisma. No supieron adaptarse a las nuevas escaseces. Tampoco pudieron o supieron modificar su estilo de vida para reorientar un modelo económico que estaba agotando los recursos naturales a partir de los cuales dependía su supervivencia.

El caso de la sociedad de la Isla de Pascua pone de manifiesto dos aspectos fundamentales desde un punto de vista ambiental. Por un lado la utilización que se realiza por parte de las sociedades humanas del territorio como fuente de sustento y amparo para la supervivencia humana. Sin el territorio la especie humana está abocada al fracaso. Por otro lado, la capacidad de carga de ese territorio, es decir, ese límite ecológico o ambiental más allá del cual la recuperación de un ecosistema es irreversible. La metáfora de la Isla de Pascua es paradigmática y nos sirve para ilustrar que en la actual sociedad global la presión sobre el territorio no sólo es brutal sino que se ha intensificado durante las últimas décadas. El territorio continúa utilizándose desde un punto de vista económico y hace ya mucho tiempo que hemos traspasado esa divisoria ambiental más allá de la cual, es inevitable la recuperación. Muchos son los estudios sobre la huella ecológica que ponen de manifiesto y han alertado sobre la exigencia excesiva en materiales y recursos que la especie humana detrae del territorio y que luego devuelve en forma de residuos. Especialmente desde el año 1.700 (La actividad humana ha sido determinante en el clima en Europa desde el año 1.700. El Mundo. 17.01.2011).

No parece que los avances en la tecnología y la ciencia desarrollados por los más amplios especialistas hayan servido de mucho a la especie humana para tratar el territorio, el planeta, lo ambiental, de forma muy diferente a lo que lo hacían los seres que habitaron la Isla de Pascua. El propio Paul Krugman ha puesto de manifiesto que el aumento en el precio de las materias primas experimentado en los últimos tiempos demuestra, más allá de comportamientos especulativos, la escasez de unos recursos cuya demanda se ha intensificado por parte de las economías emergentes como China, India o Brasil. (El mundo finito. Paul Krugman. 09.01.2011)Estamos inmersos en una transición económica, social y ambiental. Un cambio de paradigma que exige nuevos desafíos a los que hay que dar una respuesta adecuada bajo el marco de la democracia.

Hoy nuestros moaís son los grandes complejos turísticos construidos en las costas canarias, las infraestructuras que dan acceso a los mismos, los equipamientos hoteleros que persiguen albergar una mayor cantidad de turistas, los espacios segregados de los núcleos urbanos que buscan ofrecer al visitante tranquilidad y aislamiento, los campos de golf, las instalaciones náuticas, las playas artificiales que se crean en los aledaños de muchos hoteles. Instalaciones que rivalizan en prestigio y calidad en una carrera competitiva con otros destinos turísticos que ofrecen el modelo de sol y playa a precios mucho más bajos.

Más allá de declaraciones triunfalistas que pretenden generar confianza sin repensar con seriedad el modelo turístico canario al calor de los fastos anuales que se organizan con motivo de la feria FITUR (Avivemos la recuperación turística. Ana Oramas. La Opinión. 09.01.11) no se vislumbran, a corto plazo, cambios reales en el mismo, que continuará centrado en la expansión y en atraer una mayor cantidad de turistas. La actual ley de costas no ha podido frenar el deterioro ambiental de los espacios litorales. Estos continúan interpretándose desde un punto de vista económico y donde las corporaciones relacionadas con el turismo y la construcción marcan los usos del territorio. Gran parte de las franjas costeras del territorio nacional están en manos privadas, urbanizadas y en definitiva profundamente alteradas y deterioradas (La destrucción de las playas españolas. El País. 20.08.10). Canarias no es una excepción a la norma (Las playas que vienen. Diario de Avisos. 13.10.2010) y el propio presidente del ejecutivo canario lo ha dejado muy claro; ¿Es objetivo decir que en un año va a traer un millón de turistas más? Completamente objetivo (Rivero: ´Quien me conoce sabe que no tengo dobleces´. La Opinión. 09.01.11).

La superación de los límites ambientales exige redescubrir nuevas formas de organizar la principal actividad económica de la economía canaria, establecer fines posibles que contemplen la recuperación del degradado y colmatado paisaje canario, principal medio de atracción turístico. ¿Por qué existe esa certeza de que más cantidad generará más riqueza y empleo? Un turismo de calidad y menos intensivo ayudará a recuperar zonas degradadas que se revalorizarán y podrán adquirir nuevos usos, también desde el punto de vista turístico. Y sobre todo permitirá conjugar la actividad turística con las abandonadas actividades agrícolas y ganaderas, fuente de sustento de muchas familias y de cuya colaboración se pueden obtener sinergias intersectoriales positivas. A buen seguro redundarán en la creación de nuevos puestos de trabajo.

La aparente unanimidad de las instituciones y agentes canarios en continuar afianzando el modelo masivo de sol y playa bajo la excusa de generar empleo, demuestra una aquiescencia peligrosa sobre un tema donde otros enfoques permitirían proporcionar una visión refrescante y diferente que podría facultar la salida del atolladero donde nos encontramos. Una democracia de consenso permanente donde no quepan otras visiones disconformes con el discurso oficial, corre el riesgo de quedarse sin respuestas a los nuevos desafíos que un mundo cambiante exige pero, sobre todo, no sería una democracia. El caso de la Isla de Pascua es una metáfora muy ilustrativa a este respecto.

Foto 1: Vivac en la cumbre de Guajara, Tenerife.
Foto 2: Moaís en la Isla de Pascua.

sábado, 22 de enero de 2011

Traquita, pies descalzos y el vacío de Chillida; ¿Caso reabierto?

     
Se trata de material de naturaleza traquítica a cuarzotraquítica, cuyo análisis petrológico muestran una composición básica de feldespato alcalino idiomorfo en formas alistonadas isométricas o prismáticas, con tendencia a presentar agrupamientos de cristales de mayor tamaño. En menor proporción se presentan otros materiales micáceos, férricos y de manganeso. Asimismo se presenta cuarzo en forma de relleno interticial.

Composición de la traquita. En “Tindaya: El poder contra el mito. Jesús Giráldez Macía. 2007. Pág. 45”

Lo que hoy vemos de la montaña de Tindaya son lavas de un volcán que han quedado al descubierto después de que las fuerzas erosivas del viento y el agua desmantelaran la estructura principal, su piel. Situada al noroeste de la isla de Fuerteventura es una montaña mítica y mística. Es mítica porque aglutina valores naturales únicos en el paisaje desértico de Fuerteventura como la piedra que se encuentra en su interior, la traquita. Y es mística porque alberga una de las colecciones más ricas de podomorfos realizados por los pobladores majos, considerados Bien de Interés Cultural (BIC). Para éstos el lugar era un destino de peregrinación sagrada desde el que invocar a sus antepasados muertos y a las lluvias, elemento que posibilitaba la vida en un territorio abrasado por el sol. Por estas y otras razones de tipo botánico y zoológico la formación geológica está considerada monumento natural desde 1994.

El acceso desde la carretera de La Oliva es especialmente atractivo. La figura totémica de Tindaya va asomando solitaria entre los desolados terrenos ambarinos sedientos de agua. Paulatinamente va ganando en altura y mostrando sus pétreas aristas hasta delimitar una imponente mole que se levanta sobre la característica planicie majorera. Una planicie conocida como el Llano del Esquinzo, cuyo nombre los estudiosos de la toponimia no dudan en señalar que deriva del término bereber Fquen, que fue colegido por los cronistas como efequenes y que hacen referencia a templos sagrados. (…) se trata de estructuras de piedras hincadas y de planta circular las cuales abrigarían en su interior algún ídolo al que los antiguos adorarían y protegerían. (Tindaya. El poder contra el mito. Pág. 32. Jesús Giráldez Macía. 2007). Las investigaciones arqueológicas realizadas en el 98 constatan la existencia de una de esas estructuras en las inmediaciones de Tindaya, concluyendo que la montaña fue un centro cultural de gran importancia para los majos.

Decía Ramón Margalef que a pesar de compartir el prefijo eco resulta muy difícil tender puentes eficaces entre la economía y la ecología. El ecológo denunció en ocasiones la contradicción innata del término desarrollo sostenible. ¿Podemos considerar desarrollo un proceso económico entre cuyos efectos se encuentra el deterioro del medio natural donde se inserta el ser humano? Si se produce un menoscabo, ¿Se puede hablar de desarrollo real o mejora en el bienestar? ¿Se puede valorar económicamente esa pérdida? ¿Es ética una valoración exclusivamente económica de un problema que tiene connotaciones sociales, ambientales e identitarias? Todas estas preguntas surgen al reflexionar en el caso de la montaña de Tindaya.

Una de las justificaciones que esgrimieron los promotores de la idea, incluido su autor; “mi obra lo que quería era salvarla” (Hace años tuve una intuición. E. Chillida. El País. 27.07.96) era que convertir Tindaya en una escultura natural serviría como un polo de atracción turístico que contribuiría a sacar a la isla de su ostracismo económico. Sin embargo, ¿Qué estudios avalan dicha reflexión? ¿Cuántos turistas tendrían que arribar a Fuerteventura para que la intervención fuera rentable? Se invertirán 75 millones de € según las últimas informaciones. Muchos turistas tendrán que venir para recuperar la inversión. ¿Qué agentes sociales se beneficiarían de la intervención que implicaría la extracción de la traquita, el acondicionamiento del lugar para la llegada de los turistas, la construcción de la fundación y el museo? ¿Se inserta el proyecto en una política general de revitalización urbana de la zona que contemple la mejora de los equipamientos públicos de la comarca, la promoción de sus productos locales, el impulso de su actividad comercial, la recuperación de la ganadería y otras actividades primarias o por el contrario se trata de una mera intervención independiente que persigue servir solo de escaparate? De escaparates vacíos de contenido pero con un continente muy oneroso para las arcas públicas está plagada Canarias.

Según se ha publicado, la intención del gobierno de Canarias es que el proyecto no tenga coste para las arcas públicas. Para ello se convocará un concurso público y la empresa privada que gane será la que reciba, en régimen de concesión, la explotación turística del monumento durante el tiempo necesario para recuperar los 75 millones de €. Veremos si esto es realmente así ¿Qué empresa privada querrá asumir 75 millones de € a recuperar a largo plazo? En este tipo de megaproyectos la empresa privada no suele arriesgarse, por su elevado coste y su alta propensión a que el coste final tienda a multiplicarse. De ahí que la gran mayoría de los megaproyectos sean asumidos por el Estado. ¿O es que hay algo más, no declarado aún, aunque de sobra conocido, relacionado con el urbanismo de la zona o la explotación de la mina de mármol descubierta en 1990?. Para mí el espacio y para otros la piedra, dijo en una ocasión el escultor (Chillida penetra en una montaña sagrada. El País. 30.07.1995)¿Para quién será la piedra?. Este es el quid de la cuestión.

Un tema pendiente que ni la justicia ha logrado dilucidar y que deberían resolver puesto que es básico asignar responsabilidades por el saqueo en el que se ha convertido Tindaya, es el oscuro proceso en el que se desarrollaron las adjudicaciones de la explotación minera de Tindaya y Tebeto a la empresa Canteras Cabo Verde. También los fondos asignados para los primeros trabajos geológicos y los sondeos realizados en la zona que supuestamente marcaban el inicio del proyecto. Todo ello supuso la desaparición de una cantidad económica que algunos estiman en más de 12 millones de € y que a día de hoy se desconoce su paradero. También se precisa realizar un verdadero estudio arqueológico previo a cualquier tipo de intervención en la montaña, tal y como indica la ley al tratarse de un BIC y cuyo objetivo sería valorar en qué sentido se verían afectados los grabados arqueológicos de la montaña. Otro punto a aclarar; la misma empresa encargada por el gobierno de Canarias para realizar el informe ambiental (Estudios Guadiana) era la misma compañía de ingeniería que se responsabilizaría de la ejecución de la obra. (Tindaya, la obra maldita. El País. 16.22.08). Una incongruencia muy clarificadora de la oscuridad que ha rodeado al proyecto y de cómo ha tratado el tema el Gobierno de Canarias, que se apresuró a catalogar la obra de interés para Canarias. A la postre una declaración a la que suele acudir la Administración cuando le han faltado argumentos sólidos y de peso para justificar los proyectos que pretende impulsar.

El problema fundamental que subyace en el caso Tindaya, al igual que en otros muchos problemas de la realidad canaria es que se continúa considerando el territorio como un recurso económico a explotar, ya sea por agentes privados o la propia administración. Es el paradigma económico basado en la producción, un concepto que no es más que un eufemismo que oculta la extracción, adquisición y apropiación de los recursos de la naturaleza.

Las reflexiones e ideas que provengan de cualquier disciplina artística ya sea la arquitectura, la escultura o cualquier otra y que se materializan en un proyecto a construir, son muy lícitas y necesarias. Mejoran la convivencia humana. Sin el arte es obvio que la humanidad no avanzaría. Sin embargo, no es menos cierto que todas estas intervenciones deberían ponerse en relación con el medio natural donde se insertan, valorando su impacto y su afección de forma objetiva antes de que su huella quede inmortalizada. ¿Si el espacio es ya perfecto a juicio del propio Chillida, cómo mejorarlo? En ese proceso de valoración es imperativo que se cuente con la opinión de la gente directamente afectada por la intervención, dentro de un proceso que debería ser ante todo democrático y transparente. Máxime cuando lo que se ve afectado es el patrimonio natural. El propio Chillida comentó en muchas ocasiones que si el proyecto implicaba la división de la sociedad canaria no estaría interesado en realizar su sueño; Se hará si la gente está de acuerdo. (Chillida pide el consenso para Tindaya. El País. 18.12.96). No solamente hubo y hay división sino que durante muchos años se ha utilizado el proyecto como arma arrojadiza entre los principales partidos políticos canarios. Algo que el escultor también rechazó de plano (Hace años tuve una intuición. E. Chillida. El País. 27.07.96). Un gesto que le honra y que demuestra que era consciente de que el arte no puede ir contra la voluntad de la gente, ni imponerse bajo ningún concepto a pesar de que con posterioridad realizaría algunas declaraciones desafortunadas (Chillida: "Tindaya está parado por una pandilla de incultos. El País. 27.02.1999).

Si esto es progreso ¿Cómo es posible que el progreso sea tan violento?. Lo que está claro es que nuestro actual modelo de sociedad no valora lo suficiente lo que anteriores generaciones depositaron en herencia, ya sea un monumento natural o una construcción arquitectónica. El monumento, que sería una gran escultura para la tolerancia, en palabras del autor vasco, ha sido hasta el momento y con razón, no tolerado por muchos canarios. Si realmente se ha reabierto el caso, el gobierno canario tendrá que enfrentarse nuevamente a esa intolerancia que ha logrado preservar un entorno natural privilegiado.

Foto 1: Tindaya desde la carretera de La Oliva.
Foto 2: Tindaya
Foto 3: Una carretera en Fuerteventura

jueves, 13 de enero de 2011

La élite político-económica: un grupito de amiguetes

    
Dice José Manuel Naredo que en democracia los partidos hacen gestos y promesas al pueblo para conseguir los votos necesarios para gobernar y cuando son elegidos tratan de congraciarse con las élites económico-empresariales (Claves del ciclo político. Público. 11.01.11.) Acertada afirmación con la que obviamente comulgamos. El pasado día 10 de enero, hemos tenido una prueba fehaciente, una más, de que lo indicado por el profesor Naredo ocurre en la realidad. De manera discreta ese día se reunieron pesos pesados de la dirigencia de CC y PSOE con importantes empresarios de Canarias y en concreto de Tenerife (CC, PSOE y empresarios hablan de posibles pactos. Diario de Avisos. 13.01.2011). Una reunión que puede ser interpretada como una reedición, a nivel autonómico y local, del foro que tuvo lugar durante el mes de diciembre entre el gobierno nacional y los 30 empresarios españoles más influyentes. Es esta una más de las pasarelas y conexiones entre la política y la economía, características de estos tiempos que corren. Una auténtica época miserable y de pérdida de valores (sobre todo los públicos) donde la política y la economía se confunden, germen de la corrupción y de que algunos ex-presidentes o altos dirigentes políticos se aseguren un futuro económico muy jugoso (González y Aznar cobran 80.000 € del Estado, además de sus sueldos privados. El Mundo. 13.01.11)

Según se indica en la reseña periodística, la iniciativa del encuentro surge de un grupo de amigos, entre los que se incluyen empresarios y no empresarios, que se reúnen todos los lunes. Si esto es veraz, la sorpresa es mayúscula y refuerza la tesis de que el empresariado y gran parte de la clase política canaria no son más que un grupito de amiguetes, cerrado y opaco que se llaman unos a otros cuando tienen la necesidad de tratar sobre sus asuntillos, que en realidad son los de todos nosotros. Realmente lamentable. Creemos en la libertad de cada agente o institución para reunirse con quien desee y considere oportuno pero las virtudes democráticas deberían regirse por los valores políticos clásicos fácilmente reconocibles por todos; la lucha contra las injusticias, la falta de equidad, el combate contra la desigualdad social, el respeto de lo público y de la creación de unos valores comunitarios, etc. Con este tipo de comportamientos, aceptados acríticamente en cierto sentido por parte de la sociedad, se contribuye al envilecimiento de la democracia y la política actual se aleja de perseguir esos valores clásicos.

Sorprende el momento de este encuentro cuando ni siquiera ha comenzado la precampaña. Pero el ciudadano avispado entenderá que en política nada ocurre por casualidad. Servirá para poner en cuarentena todas las soflamas electoralistas con las que la propaganda política de cada uno de los partidos nos bombardeará en breve plazo. No obstante, es inevitable preguntarse ¿Por qué una reunión con esos empresarios exclusivamente? La economía de las islas no solo depende de la actividad de las empresas que dirigen los presentes en la reunión. ¿Sobre qué proyectos o asuntos empresariales se ha hablado? Los dirigentes políticos son agentes públicos, debería hacerse partícipe al resto de la sociedad de lo que se comentó en esa reunión. ¿Cabe deducir de esta reunión el pliegue de los socialistas a las demandas de los empresarios de la isla por la excusa del empleo, principal eslogan del PSOE en su precampaña? ¿Por qué no repetir el mismo encuentro con los colectivos sociales que tantas demandas han realizado al parlamento y al gobierno canario, a través de vías legales y democráticas como las ILP, tantas veces rechazadas? ¿No sería un verdadero ejercicio de calidad democrática, talante, y capacidad de consenso? ¿Se debe colegir de esta reunión, un acercamiento entre las formaciones de CC y el PSOE? ¿A qué niveles? En la anterior legislatura PP y CC pactaron antes de que los resultados de las elecciones autonómicas fueran públicos ¿Se puede interpretar este encuentro como un pacto tácito? ¿Se han repartido ya las consejerías? ¿Son estos empresarios los que financian las campañas electorales y a las formaciones políticas reunidas? Si es así deberían hacerlo público, contribuirían a destapar esta farsa de democracia.

En su último libro, Tony Judt (Algo va mal. 2010. Ed. Taurus) nos indica que la idea de que las economías capitalistas funcionan mejor en condiciones de libertad, es un asunto más cuestionable de lo que creemos puesto que el capitalismo es un sistema que se ha adaptado a dictaduras de izquierdas y de derechas, a monarquías y a socialdemocracias (Pág. 141). Además, el historiador argumenta que de la caída del comunismo en el 89 no se debe interpretar que la intervención o planificación estatal sean acciones negativas (Pág. 142). Por eso su libro es un intento de volver a revalorizar lo público y lo común, en definitiva la colectividad frente al individualismo y el interés personal que en la actualidad es la norma y está en la base de la actual crisis. Flaco favor le están haciendo a la democracia y a lo público con actitudes como estas, con el agravante de que están directamente promovidas por la propia clase política. No han perdido el tiempo en congraciarse con la clase empresarial. Habría que preguntarse si la verdadera democracia, esa que persigue los valores políticos clásicos, es factible en un contexto de economía de mercado.

Foto: Reunión entre empresarios y el gobierno el pasado mes de diciembre. El Mundo.

sábado, 1 de enero de 2011

2010: Breve crónica del desasosiego

    
El transcurso del tiempo ha demostrado una vez más que vivimos una época en que las declaraciones políticas son gratuitas, contienen un alto grado de grandilocuencia y carecen de base razonada o argumentada. Ha pasado el 2010 y no solo no se ha creado empleo sino que la economía española está lejos de purgar los excesos inmobiliarios que ha cometido en el pasado. Lo que manifestó el Sr. Zapatero hace un año indicando que "La economía española se encuentra en un momento de tránsito desde la recesión a la recuperación que se confirmará en 2010" (Zapatero promete que se creará empleo en el 2010. Público. 31.12.2009) suena a la luz de los acontecimientos un año después, a monólogo cómico de salón. Sería conveniente poner en cuarentena todas las declaraciones realizadas por nuestros políticos. Simplemente no son fiables, no dicen la verdad, y están sujetas a intereses particulares.

La bomba inmobiliaria explosionó pero su onda expansiva aún continúa avanzando y no hay visos de que algún artificiero se decida a obstaculizar su avance con garantías. Lejos de poner las bases para un cambio de modelo económico, se han continuado cometiendo los mismos errores en este 2010. La adopción de decisiones que devuelvan la importancia de la economía real frente a la virtualidad de las finanzas y se proteja el medio ambiente en el que nos movemos es una empresa abandonada a mejor suerte y solo retomada por motivos electoralistas.

De ahí el desasosiego experimentado durante este final de década que quizás sea solo el preludio a la locura total cuando en el 2011 comencemos a experimentar los efectos devastadores de unos recortes en el plano económico que afectan mayoritariamente a aquellos que poco o nada tienen que ver con los orígenes de esta crisis. Mientras, los responsables del actual desaguisado se frotan las manos viendo la desintegración del estado del bienestar y la debilitación de lo público, al tiempo que engordan sus cuentas corrientes con todo tipo de ayudas públicas bajo la excusa de un interés general desvirtuado.

Las filtraciones de Wikileaks parecen ser la única buena noticia en el año que terminó. Bienvenida sea una herramienta que contribuya a crear un mundo más transparente y que saque a la luz pública todos los asuntos que se deciden de espaldas a la ciudadanía. Un año donde la naturaleza se ha ocupado de mostrarnos con toda su crudeza su capacidad de influencia sobre la civilización humana con la erupción del volcán Eyjafjalla en Islandia, los efectos en la costa americana del derrame de crudo en el Golfo de México y el terremoto de principios de año en Haití. Tres ejemplos presentes de un hipotético futuro apocalíptico si continuamos el proceso de esquilmación de todo aquello que nos rodea.

En Canarias, se ha vivido un año terrorífico en lo económico y en lo social. Esta es nuestra particular cartografía del desasosiego:

PGO de S/C de Tfe. Comienzo y fin de un despropósito.
El año comenzó con la aprobación acelerada por parte del ayuntamiento de S/C de Tfe de un plan de ordenación urbana poco debatido con los afectados, con importantes deficiencias legales, luego detectadas y denunciadas por la COTMAC y sin respetar plazos legales de exposición pública. Además obtuvo una gran contestación social que los responsables del mismo se han ocupado de desdeñar. Y finaliza del mismo modo, con la aprobación por segunda vez del mismo plan, de forma rápida, ocultando información a los interesados que debería ser pública y envuelto en una gran polémica por mantener viviendas fuera de ordenación. La tramitación del PGO de S/C de Tfe reúne las características propias de muchos de los problemas que han aquejado a la comunidad autónoma de Canarias no solo en este año que hemos dejado, a saber; ausencia de un verdadero debate democrático entre todas las partes involucradas,uso del territorio como sumidero de desechos y como fuente de recursos naturales que tienden a explotarse, y transferencia de lo público a manos privadas mediante la privatización o la recalificación de determinadas áreas atractivas desde el punto de vista inmobiliario.

Nuevo catálogo de especies protegidas. La destrucción de la biodiversidad.
Estas características también se han detectado en todo lo relacionado con la aprobación del catálogo canario de especies protegidas. Una proposición que no solo ha desprotegido un gran número de especies canarias sino que rebaja el nivel de protección de otras muchas y deja la puerta abierta para legalizar intervenciones sobre ecosistemas que gozan de una protección especial, si esas intervenciones son catalogadas de interés general y no afectan sensiblemente a dicho ecosistema. Nuevamente se ha utilizado el interés general en beneficio privado a costa del deteriodo de espacios públicos de relevancia. La organización WWF ha incluido en su balance anual dicha aprobación como un hito negativo del 2010. Una aprobación detrás de la cual se vislumbran intereses inmobiliarios relacionados esta vez con la construcción del puerto de Granadilla.

De trenes y transrapid. De las arquitecturas espectáculo a las infraestructuras de la desmesura
Y es que la cuestión inmobiliaria sigue jugando un papel protagonista en Canarias. Después de más de una década vendiendo la necesidad de dotar a las principales ciudades canarias de edificios de factura enlatada firmados por el llamado star system arquitectónico, se ha pasado a promocionar durante el 2010 determinadas infraestructuras sobredimensionadas y cuya necesidad social es más que dudosa. Los trenes, los nuevos proyectos viarios, el desdoblamiento de las calzadas o la incorporación del tercer carril en ambas capitales de provincias son ejemplos paradigmáticos que están transformando Canarias de forma irreversible. Tanto en el caso de las arquitecturas espectáculo como en el de las infraestructuras, Canarias ha llegado tarde para desarrollar dichas iniciativas. Hace algún tiempo que las principales urbes europeas han sabido entender que son necesarios otro tipo de edificios más respetuosos con el medio ambiente y que faciliten la convivencia. También que se deben fomentar infraestructuras colectivas en zonas metropolitanas colapsadas por el automovil, artefacto que hay que discriminar si queremos que nuestros centros urbanos ganen en calidad de vida. En Canarias seguimos profundizando el deterioro urbano y empeorando la movilidad con propuestas que se venden como remedios, cuando no son más que parches que solo satisfacen intereses privados.

La irrupción de Avante Canarias. Unos creadores de opinión muy interesados.
Unos intereses privados que en algunos casos han tomado la forma de artículos de opinión como los de la red de debate Avante Canarias. Un grupo que nació durante el 2009 con el objeto de fomentar y estimular el análisis y el debate público sobre algunos temas que a su juicio condicionaban el progreso y el desarrollo de Canarias. Lejos de estimular el debate, este colectivo que agrupa a diferentes empresarios de cierta relevancia en Canarias, ha utilizado sus artículos en diferentes medios y desde su plataforma para tratar de justificar determinados proyectos en los que tienen importantes intereses económicos depositados, cerrándose a un verdadero debate abierto y público. Quizás por eso, su pretensión de generar debate, su debate, pronto cayó en el olvido y sus artículos han desaparecido durante la primera parte del 2010.

Casos de corrupción pendientes de solución. La justicia debe ser más rápida y efectiva.
La organización Transparencia Internacional ha dicho durante el 2010 que la crisis ha elevado los casos de corrupción. En Canarias hay una buena colección de casos que se encuentran en plena instrucción jurídica desde hace ya algunos años y que no han sido resueltos en el 2010. Los desfases urbanísticos cometidos principalmente en Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura no deben quedar impunes y el funcionamiento de una justicia ágil e independiente contribuirá a crear una sociedad más justa al mismo tiempo que revalorizaría un sector, el jurídico, tan politizado y denigrado durante el 2010 por parte de aquellos que han visto sus intereses perjudicados por algunas sentencias.

El calentamiento de la precampaña de la campaña electoral. Propuestas a mansalva.
En el mercado de propuestas en el que se ha convertido la política actual, los partidos han comenzado a posicionarse de cara a los comicios autonómicos del próximo mes de mayo. En la prensa y las entrevistas radiofónicas se han sucedido toda una catarata de propuestas relacionadas casi todas ellas con promover más infraestructuras de transporte o desarrollos turísticos. De nuevas playas, trenes ultrarrápidos, renovaciones y soterramiento de viarios, ciudades culturales europeas, etc, se nos ha hablado con cierta profusión durante este año, en un contexto de importante crisis donde hasta el momento escasean las propuestas reales dirigidas a reducir el desempleo preocupante que azota a la economía canaria, mitigar los índices de pobreza, avanzar en cohesión social y demás medidas de tipo social. Lo social está de capa caída, ya no vende o vende muy poco, todo un signo de estos tiempos en los que la única alternativa con la que se nos bombardea son los recortes a diestro y siniestro.

La ruptura del pacto CC-PP. Un divorcio reeditado.
El consenso general de los partidos políticos ante los recortes no ha evitado que una vez más se haya reeditado la ruptura de un pacto político al que sus partes contratantes otorgaron gran autobombo. Una ruptura que responde, más que a tensiones internas entre ambas formaciones, a la necesidad de tomar posiciones con la suficiente antelación para preparar la estrategia política a desarrollar en los próximos meses. Una estrategia en la que cada formación intentará maximizar sus intereses de acaparar poder independientemente de su programa político. CC seguirá ejerciendo su papel privilegiado de comodín que al parecer tanto cabe en los planes de un partido conservador como en las estrategias de un partido progresista. Quizás esa capacidad de pacto que siempre ha mostrado CC tenga que ver con que en Canarias las políticas siguen una única ideología, la conservadora, olvidando otros planteamientos más inteligentes que antepongan el bienestar de la ciudadanía a los propios intereses partidistas.

El cisma del PSC. Pactar para regresar al gobierno.
Cuando mejor estaba la formación socialista en las islas para disputar el poder a los partidos gobernantes ocurre un verdadero cisma que a buen seguro traerá consecuencias y no precisamente buenas. El órdago que lanzó Santiago Pérez a José Miguel Pérez por la lucha de la candidatura a la presidencia del gobierno de Canarias se saldó a favor de este último, quien no dudó en tomarse la justicia por su mano. El tiempo dirá si la decisión de José Miguel Pérez de crear gestoras en los bastiones de Santiago Pérez (S/C de Tfe y la isla de Tfe) fue positiva o no para el partido. Queda, no obstante, un cierto regusto amargo relacionado con la falta de democracia que una decisión autoritaria como esta deja en el partido más votado en las pasadas autonómicas y que ha alardeado de apoyar los procesos de primarias. Y sobre todo quedan las intenciones del PSC de pactar con CC como única fórmula de recuperar el poder. Ante unos hipotéticos resultados favorables en los próximos comicios para el PSC, que no mayoritarios, esperamos más de lo mismo; un modo de hacer política alejado de valores progresistas centrado en continuar potenciando un desarrollo a costa del territorio.

Un millón de turistas más para 2011. Más volumen en un territorio limitado. Más es mejor.
Ya lo dijo el actual presidente del gobierno, será necesario atraer un millón de turistas adicionales en este año que entra para generar empleo y mejorar la maltrecha economía canaria. Está claro que las iniciativas minimalistas de menos es más o mejor con menos fueron sustituidas hace mucho tiempo, si es que han formado parte alguna vez de la política canaria, por las maximalistas centradas en el más es mejor. El tan mencionado cambio de modelo económico, también por los nacionalistas canarios, debería comenzar por la sustitución en los discursos políticos de este tipo de alusiones que lo único que muestran es la misma inercia de resolver los problemas apelando a un enfoque económico agotado, si es que de verdad se persigue ese cambio, aspecto del que dudamos bastante. El monocultivo del turismo, de este tipo de turismo, masivo, parece que continuará su andadura hasta que el territorio que lo soporta diga basta o hasta que la ciudadanía crítica que lo denuncia consiga desbaratar las intenciones desarrollistas de una clase política y empresarial que no ha sido capaz de incluir el territorio en sus propuestas.

El presidente apela al nacionalismo. La tercera vía, por supuesto interesada.
En épocas bisagra los nacionalismos españoles han jugado un papel protagonista. Lo hicieron en la última parte de la legislatura de Felipe Gonzalez y en la primera de José María Aznar. Después del tsunami bipartidista que minoró la participación nacionalista en el parlamento español en el 2008, es previsible que vuelvan a jugar un papel importante después de las próximas elecciones. Máxime cuando en épocas críticas cualquier elemento dotado de la suficiente retórica política y de capacidad de infundir ilusión puede erigirse como salvador. No obstante, no habría que descartar una victoria por mayoría absoluta del principal partido de la derecha en las elecciones nacionales de 2012. Bajo esa hipótesis el ofrecimiento de CC de contar con los nacionalistas para superar la crisis carecería de sentido. Pero en cualquier caso ¿Puede este nacionalismo aportar soluciones reales o al menos otra forma de hacer política cuando CC ha apoyado la política de recortes actual y un presupuesto tremendamente restrictivo validados por el PSOE? Parafraseando al Sr. Rivero Baute, es obvio que el PSOE ha sido parte del problema y el PP no es la solución (por cuanto sentó las bases de esta burbuja inmobiliaria), pero habría que añadir que este nacionalismo también es parte del problema y por supuesto no será la solución. Lo demuestran casi 20 años de gobierno de una autonomía que está a la cola de todos los indicadores sociales, económicos y ambientales.

Partidos minoritarios progresistas. La necesidad de nuevos actores políticos.
Por esta razón es preciso que algunos de los partidos minoritarios que han irrumpido en Canarias al calor de los movimientos sociales logren hacerse un hueco con capacidad de decisión en las próximos comicios autonómicos. Creemos que es necesario un grupo político que aporte una nueva forma de hacer política entre tanta homogeneidad ideológica en el parlamento canario. Un grupo político que sepa integrar el territorio y el medioambiente canario (su principal activo) entre sus propuestas. Que sea capaz de articular una opción económica solvente para salir de esta crisis sin necesidad de que la paguen quienes no la han originado. Que sea capaz de fomentar iniciativas participativas con la ciudadanía dirigidas a profundizar en los cauces de una verdadera democracia participativa. Una formación política que recupere la importancia de lo público frente a la privatización de casi todo que se propone últimamente. En fin, un partido político que sepa capitalizar el creciente malestar de un sector de la población canaria que ya no es minoritario.

Dice Tony Judt en su último libro, Algo va mal, que después de tres décadas de exacerbado individualismo que tuvo su traducción en una política económica exenta de toda regulación bajo el discurso de que cuanto menos Estado más libres seríamos y más bienestar obtendríamos, es hora de recuperar lo colectivo, lo común, bajo la máxima de que lo que es bueno para la comunidad es bueno para uno y no su contrario. El 2011 es buen momento para poner en práctica dicho pensamiento, poniendo las bases para que la sociedad sea más justa socialmente bajo comportamientos de cooperación, donde la esfera económica no sea la que marque el rumbo y donde se vuelva a proporcionar al medio ambiente el sitio que le corresponde. Será difícil pero debemos hacerlo.

Foto 1: Erupción del volcán islandés Eyjafjalla, en SPDnoticias.com
Foto 2: Barrio de El Toscal en S/C de Tenerife.
Foto 3: La Graciosa.
Foto 4: Recreación del maltrato ecológico del planeta. En ecologismo.com