martes, 31 de diciembre de 2013

El lugar donde crecimos


¿Hay días o lugares afianzables en este mundo decadente? ¿Hay escenas de la vida por las que podamos sentir gratitud ahora? ¿Existe algún elemento que motive la alegría o la serenidad, aunque se manifieste de forma esporádica? ¿Existen razones para sonreír de vez en cuando sin ironía? 

El lugar donde vivimos. Robert Adams. 2013. 

Cuando naces en una isla lo primero que haces es buscar cómo puedes alcanzar el mar. El mar, añorado paisaje, imprescindible paisaje sonoro.

La casa estaba sobre el brazo de lava que prolongaba el acantilado en el mar. Todavía la veo…Sus tres ventanas blancas y la puerta de madera que daba salida a la terraza se reconocían desde el despeñadero por el que accedíamos. Construida con las manos y con el vigor de la juventud de Papá, significó durante años un refugio familiar contra la monotonía estival. Eran tiempos azules, mirábamos el esplendor de la costa norte de Tenerife a todas horas y creímos que se mantendría así para siempre; impetuoso y alcanzable por las mañanas, condescendiente y cálido por las noches.

Invadía la primera línea de costa sin complejos. Un privilegio que nos permitía sentir el territorio en su forma primera, sin domesticación. Entonces no apreciamos lo suficiente esa prebenda en un mundo hoy lleno. En esos días los lugares invadidos solo empezaban a agonizar. Saltábamos al agua desde los riscos y aprendimos a nadar con libertad. Un lujo que valoramos cuando ya no lo teníamos. En un pueblo sin playa, aquel espacio que hurtábamos a la naturaleza era un regalo divino. Eso nos absolvía.

Entre sus paredes rugosas pero básicas las conversaciones de los mayores tomaban tonos apasionados, como si pensaran que aislados de la civilización encontrarían la inspiración para resolver aquello que les atormentaba a diario. Sobre todo en las sobremesas, plácidas y mansas, después de saborear aquellos abadejos guisados con agua de mar por Mamá y que daban su último estertor servidos ya en el plato. Hasta con la cofradía de pescadores que allí malvivía terminaron. Parias que sofocaban su cansancio durante la mansedumbre de las tardes a cobijo bajo la sombra de las cuevas. Estaban predestinados al desvanecimiento más pronto que tarde.

Cuando has nacido en una isla lo primero que haces es buscar cómo puedes alcanzar el mar. Ojalá tuviéramos el consuelo de tenerlo cerca.

Pero el salitre terminó haciendo su papel. Lo que era blanco en la casa tornó a gris implacable y el goce de tener la familia a un palmo del mar también se fue apagando. ¿Qué esperábamos? Fue la inercia de la vida y el peso de la rutina de los años. Todos lo sabemos aunque no lo digamos. El tiempo, despiadado elemento capaz de enterrar casi todo. A menudo pienso si mis hijos tendrán la oportunidad de disfrutar de lugares como aquél…corríamos descalzos por el Llano esperando la noche. Noches que eran extrañas, incivilizadas pero estrelladas, amabas quedarte de madrugada a observar cómo se posaba la luna sobre el mar.

El progreso interesado también ayudó a derribar el lugar donde crecimos. No fue el único, otros cayeron antes pero Radazul y el hotel del Médano se mantienen. Con el Hotel Papagayo no han podido, tampoco con el edificio de envasado en Taguluche. Algunos indocumentados aún los defienden. Atentados ambientales que siguen ahí, quebrantando límites vitales. Hundirán otros en su lugar, las jerarquías de esta vida avasallan en ausencia de lucha.

Es ahora cuando el recuerdo de aquel lugar regresa tan consolidado que casi se puede tocar. Soy capaz de sentir en mis manos la áspera textura de las paredes de aquella casa. El frescor interior que daba la bienvenida, agradable recibimiento que no podías eludir en aquellas arribadas donde el calor resbalaba por la piel...Buceábamos como ballenas en alta mar y no pasaba nada. No es imaginación, es memoria contra la pérdida. Memoria que nos permite sobrevivir en este mundo de desatinos.

Ahora que al cabo de tantas visitas a lugares inefables reparo que el ser humano, de un modo u otro, acaba por alterar su idea de lugar donde ser feliz, sin ubicarlo ya en alguna zona real o en un espacio concreto, sino en postales manufacturadas o en casas de caprichoso diseño; ahora que he advertido todo eso, puedo colocar mi residencia eterna en el lugar donde crecimos. En la soledad de los pensamientos nocturnos, he visto procesiones de sirenas en el paraíso, desde los riscos se sumergían desnudas en purísimas aguas. Estaban en el lugar donde crecimos.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Un año excelente para el turismo, pero…


…correlacionado directamente con el alto uso del paquete turístico que se realiza en Canarias, el 67% del gasto se produjo en origen frente al 33% que fue en destino. 


Acaba el 2013, uno de los mejores años desde el punto de vista turístico en Canarias de los últimos tiempos. Hasta noviembre de 2013, las Islas recibieron casi 9,6 millones de turistas extranjeros según las estadísticas de Frontur, un 4% más que el año pasado. A este ritmo todo apunta que se superarán los 10,2 millones de turistas extranjeros registrados en el año 2011, año récord.

En el mes de noviembre de 2013 han visitado las islas 1,073 millones de turistas extranjeros, el mejor mes en Canarias en términos de visitantes desde que se tienen datos estadísticos. Durante el mes de noviembre Canarias ha sido la comunidad de todo el territorio español con mayor crecimiento de visitantes extranjeros, un 17,9%. En lo que va de año se ha rebasado la cota del millón de visitantes extranjeros en dos meses más; marzo y octubre. En los mejores años anteriores (2001, 2002, 2003, 2008 y 2011) este fenómeno solo se había conseguido en el mes de marzo.

Además, según la Encuesta de Gasto Turístico Canarias concentró cerca del 40% del gasto turístico total satisfecho en España en noviembre. El gasto turístico en el Archipiélago durante el mes de noviembre ascendió a 1.262 millones de euros, un 23% más que hace un año. Y en el periodo de enero a noviembre de 2013 los turistas extranjeros han gastado en el Archipiélago más de 10.469 millones de euros, un 10,1% más que hace un año.

Tindaya
A pesar de estos datos positivos, la tasa de desempleo en Canarias según la EPA rebasa el 35% y sigue siendo de las más altas del territorio español. Tampoco parecen mejorar los índices de pobreza. En las Islas el 33,2% de la población se encuentra por debajo del umbral de la pobreza según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2013. Ni siquiera los niveles de ingreso medio anual por persona en Canarias se acercan a la media nacional. En el archipiélago se sitúan en los 7.313€ según la publicación mencionada, mientras que para el territorio nacional este indicador se eleva hasta los 9.098 €, un 24,4% más.

No parece que a todos estos dramas, enquistados en Canarias desde hace años, pueda poner solución la buena marcha de la principal industria económica de las Islas, el turismo. Al menos este tipo de turismo, basado exclusivamente en un modelo de sol y playa. Conviene tener presente esto ante el optimismo y las esperanzas que suelen depositar en el sector turístico políticos de toda condición, empresarios del sector y demás agentes económicos. Expectativas que a nuestro entender son totalmente exageradas.

De las cifras antes relatadas podemos hacer dos observaciones:

La primera es que un mayor volumen de turistas no necesariamente está asociado a una mejora apreciable del empleo. Alcanzado ya el techo de visitantes en un territorio limitado como el nuestro, una cifra mayor de turistas poco más puede aportar al empleo. Lo que sí podría ocurrir es que más visitantes profundice de forma irreversible el deterioro del entorno ambiental de las Islas. El flujo actual de visitantes extranjeros (a los que habría que añadir los residentes) ya genera un impacto ambiental de grandes proporciones en el territorio canario.

La segunda es que un mayor gasto turístico tampoco parece tener una incidencia suficiente en la mejora de indicadores como el empleo, la pobreza o el ingreso medio por persona en la economía de las islas. El gasto turístico, un indicador al que se suele recurrir con frecuencia para analizar el impacto del turismo, se puede descomponer en dos indicadores más; el gasto turístico en origen y el gasto turístico en destino o en Canarias. Merece la pena que nos detengamos unos minutos en el análisis de la evolución de ambos indicadores, aportará luz sobre la paradoja de que en las Islas un mayor gasto del visitante no se traduzca en una mejora del empleo.

El segundo indicador mencionado, el gasto turístico en Canarias es el que tiene verdadera incidencia en la economía del archipiélago. Este es el gasto que se produce en destino como resultado de las actividades anexas al viaje que se derivan de la estancia en la Islas. El primero, sin embargo, está vinculado a la compra o contratación de paquetes turísticos en el país o región de origen del turista. El paquete turístico es un producto que se comercializa de forma única y contiene dos o más servicios de carácter turístico, normalmente vinculados al alojamiento, la manutención y el transporte del turista durante el viaje. Se trata de un producto por el que se paga un precio único por todo a una agencia de viajes o a un tour-operador.

El gasto en origen normalmente está relacionado con el uso del paquete turístico, por lo que allí donde se contrata el paquete turístico el gasto en origen será mayor. En el caso de Canarias la opción de viaje con paquete turístico es muy elevada, representa el 50,6% del gasto turístico total efectuado en las Islas, el doble del registrado para el total nacional según el Informe Anual 2012 del Instituto de Turismo de España (Pág. 117). Según este informe la opción más demandada para viajar a Canarias ha sido la del paquete turístico. En 2002 el peso de las llegadas con esta opción era en torno al 82%. En años posteriores este peso fue disminuyendo hasta llegar a su mínimo en 2010 con un 60%. A partir de ese año ha ido remontando hasta situarse en un 66% en 2012 (Pág. 121).

El mismo informe también indica que el 67% del gasto turístico en Canarias se produjo en origen, frente al 33% que fue en destino. Según esta distinción y recurriendo a la Encuesta sobre gasto turístico elaborada por el ISTAC podemos ver que el gasto medio en Canarias por turista se mantiene prácticamente inalterable en el valor medio de 339€ por trimestre desde el primer semestre de 2006. Incluso podríamos decir que el indicador experimenta una leve tendencia a la baja en los últimos trimestres. Por el contrario, es el gasto medio en origen por turista el que experimenta una tendencia al alza en los últimos tiempos, situándose en los 650€ de media por trimestre.

Todos estos fenómenos muestran las dificultades de las empresas canarias para motivar el gasto del turista en el archipiélago. Y son estas dificultades para alentar un mayor gasto en destino del turista las que podrían explicar, al menos en parte, la escasa incidencia del incremento del gasto turístico en la creación de empleo. Al mismo tiempo, el elevado peso de la opción de viaje con paquete turístico podría estar indicando el elevado poder de agentes externos como tour-operadores y agencias de viajes sobre el control de los flujos turísticos hacia las Islas. No parece que este modelo deje muchos réditos a la ciudadanía canaria. Así pues, convendría que desde los poderes públicos se fomente una política turística centrada en estimular que el turista gaste más y mejor en productos y servicios canarios, y mucho menos en promover la llegada masiva de más visitantes a un territorio cuyos privilegiados paisajes están ya muy castigados.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Independencia? De quién y cómo


Si desde un punto de vista general fuera posible la independencia sin discutir el modelo social, entonces primero podríamos plantearnos la independencia, para después hablar del proceso social. Pero estoy convencida de que esto es imposible… 


Los desencuentros políticos entre el gobierno catalán (CiU y ERC) y el gobierno central (PP) han puesto en las primeras planas mediáticas el tema de la independencia. Asombra que se presente la discusión desde un punto de vista tan maniqueo, aunque está claro que esto buscan quienes alientan este hipotético debate. Los personajes antagónicos siempre se necesitan, así se logra sostener la ficción que construyen para satisfacción de sus fieles y de aquellos que les jalean.

Este es un asunto de interés que siempre ha estado sobrevolando la vida política canaria. Desde que algunos ven peligrar las cuotas de poder que les permiten hacer y deshacer a su antojo, raudos se apresuran a blandir la idea de independencia. Por supuesto, siempre con la boca pequeña, al menos en el caso canario, donde el nacionalismo de estas tierras siempre ha sido un nacionalismo carnavalesco, como de broma.

Tengo que declarar que los temas relacionados con la independencia o la autodeterminación de un pueblo me producen mucho respeto. Diría que carezco de una opinión clara y formada al respecto. Reconozco el derecho de autodeterminación de los pueblos porque así está establecido en la Carta de las Naciones Unidas y porque es un principio fundamental del Derecho internacional público. Me parece que tengo claro que un pueblo tiene que ser el que decida, en última instancia, su propia condición política. Creo que es un símbolo de democracia que se le pregunte a la gente si quiere o no la independencia en el marco de un debate colectivo, público, honesto y transparente. Sin embargo, no tengo nada claro que la independencia política suponga un pasaporte para vivir mejor, como algunos se esfuerzan en vender, si antes no se ha discutido el modelo social que debe subyacer a esa declaración. Llama la atención que no se efectúe una discusión razonada y seria sobre el tipo de sociedad que habría que construir tras esa declaración.

Sorprende que cada vez que se airean los temas relacionados con la independencia de un pueblo se hable de ella desde un punto de vista tan abstracto. A menudo se da por sentado alegremente que la independencia traerá bienestar y progreso por el simple hecho de que supondrá ganar en autonomía respecto del otro. Algunos políticos (y no políticos) se afanan en interpelar al ciudadano por la autodeterminación o la independencia pero ninguno se atreve a preguntar si desea unos partidos políticos más transparentes, por ejemplo, u otro tipo de democracia más representativa, o una economía más inclusiva.

En este sentido, qué discusión es primera ¿la de independencia sí o no, o la del patrón social que debe regir la vida de los nuevos ciudadanos independientes? Es decir, ¿Queremos la independencia pero manteniendo una partitocracia que siga dominando el nuevo Parlamento? ¿Perseguimos la independencia política pero sin cuestionar los factores económicos primeros que provocan la desigualdad social? ¿Anhelamos tocar la independencia sin antes tener claro que la justicia social sea el principio rector de la vida en común poniendo los medios para ello? ¿Sirve de algo que una región, se llame Cataluña, Canarias o Taiwán sean independientes políticamente pero continúen rindiendo cuentas en el ámbito económico a organismos internacionales como el FMI, el BM, o el BCE, promotores de los mayores desafueros económicos? ¿Ansiamos la independencia pero manteniendo la relación de subordinación de esa entidad política independiente con el sector financiero? ¿Tenemos interés en ser independientes y no hacer nada para crear un ecosistema económico incluyente capaz de respetar los valores físicos del planeta y restaurar las relaciones entre los individuos basadas en el bien común?

Me parece que una discusión previa sobre todos estos temas es vital si una región o un pueblo desea ser realmente independiente. De lo contrario, los debates alrededor de la independencia y la propia declaración corren el riesgo de convertirse en un simple instrumento al servicio de algunos poderes para ocultar la gestión de sus propios asuntos internos.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Yo pregunté a Rivero por el medio ambiente


Pura trampa retórica al servicio de ocultar la basura. 


¿No cree usted que el gobierno de Canarias no es el más indicado para hablar de protección medioambiental en las islas? 
¿Por qué lo dice? Según cifras del Observatorio de los espacios protegidos Europarc-España y el Ministerio de Medio Ambiente, Canarias cuenta con un 47,84% de su superficie protegida. En ese proceso de protección del territorio Coalición Canaria ha jugado un papel capital definiendo la normativa legal necesaria para ello.

Por obras como el puerto de Granadilla en Tenerife, por ejemplo.
La infraestructura de Granadilla era y es estratégica para Tenerife y las islas, y siguiendo la normativa de la Comisión Europea hay una institución, el Observatorio Ambiental de Granadilla, que vela por la corrección del impacto ambiental de esta obra en el territorio de Tenerife. El gobierno de Canarias estará siempre con aquellas intervenciones que traen riqueza para Canarias y el puerto de Granadilla traerá prosperidad a esta tierra, sin duda.

Pero ustedes aprobaron en 2010, con los votos del PP, un nuevo catálogo de especies protegidas que habilitaba la desprotección de los sebadales del sur de la Isla. Esto desbloqueó la ejecución de las obras, paralizadas hasta ese momento. No parece un proceder muy decoroso, muestra cierta connivencia política con la destrucción del medio ambiente.
El catálogo estuvo avalado por expertos de reconocido prestigio y se procedió con arreglo a la ley y con el apoyo sólido del Partido Popular. Nuestro actual socio de gobierno, el PSOE, que votó contra la norma en aquel entonces, considera agua pasada ese episodio.

Pues con ese catálogo la Comisión Europea considera vulnerada la Directiva Hábitat y ha exigido que la Comunidad Autónoma respete dicha directiva.
Revisaremos el catálogo. La Viceconsejería de Medio Ambiente ya está trabajando en ello y nos ajustaremos a lo que dice la normativa europea.

Igual es demasiado tarde, el puerto avanza y en cualquier caso demuestra que el catálogo que se aprobó en 2010 era fraudulento
Mire, lo que nos ha dicho la Comisión es que debemos revisar el inventario de flora y fauna que requiere protección del nuevo catálogo, no las obras del puerto. Quizás no fue el catálogo más adecuado pero no se ha vulnerado ninguna normativa y reivindico el consenso alcanzado entonces en torno al mismo por parte del Parlamento, que es la expresión de la ciudadanía. E insisto, el puerto nos traerá bienestar.

¿No le parece un contrasentido que el Gobierno de Canarias organice la parafernalia de la campaña Salvar Canarias contra las prospecciones y que no exista en las Islas una apuesta decidida por un cambio hacia un modelo energético sostenible?
Estamos en ello. Canarias tiene un plan estratégico con el año 2020 como fecha límite. Ese plan se fundamenta en un crecimiento inteligente, sostenible e integrador y en ello trabaja de forma intensa mi equipo. Además, hacemos nuestra las reivindicaciones de la Asociación Canaria de Energías Renovables. Exigimos la eliminación de todas las barreras impuestas por el Gobierno del PP al despegue definitivo del sector de las renovables en las islas.

¿No cree que es muy fácil, ahora que el PP es el enemigo, exigir una política que impulse las renovables, sobre todo cuando CC ha estado dos décadas en el gobierno autonómico y no se ha caracterizado por permitir avances en este sentido? En los últimos quince años no se ha instalado ningún molino en Canarias, por ejemplo ¿No hay cierto oportunismo en esta política de confrontación con el gobierno central? 
En Coalición nos hemos percatado de la relevancia del medio ambiente en las Islas, sustento de nuestra existencia y materia prima fundamental de nuestra principal industria económica, el turismo. Nos parece que todo esfuerzo para preservarlo es poco. En eso estamos y el pasado octubre inauguramos un aerogenerador en el municipio de Agüimes que confirma la apuesta de Canarias por la sostenibilidad. Una instalación que ha batido ya el récord de producción eléctrica por parte de un aerogenerador en España.

En la inauguración del aerogenerador de Gamesa estaban todos los políticos posibles, hasta el Ministro Soria estaba presente ¿Ese molino es la consecuencia de la política energética del Gobierno de Canarias, del gobierno del PP,…?
Mire, no sé a dónde quiere ir a parar pero ese molino es el resultado de una colaboración conjunta entre diferentes administraciones públicas entre las que está el Gobierno de Canarias. Deberíamos congratularnos todos por ello.

Por supuesto, lo digo por el significado de los gestos públicos. La Mancomunidad del Sureste viene defendiendo este tipo de proyectos desde hace muchísimo tiempo. De hecho este es el primer paso para un futuro parque eólico. Sería mezquino que otras administraciones intentasen apuntarse el tanto. 
Reitero mi respuesta anterior, deberíamos felicitarnos de la colaboración y el buen hacer de todos en este proyecto.

¿Cuánto de retórica y cuánto de realidad hay en la postura de defensa del territorio en Canarias por parte del Gobierno?
No hay nada de retórica y es todo realidad, créame. El petróleo es un combustible fósil que pertenece al pasado, el futuro está en las renovables. No nos queda otra. No permitiremos más que continúen tratándanos como a una colonia. El petróleo solo crea riqueza y puestos de trabajo para unos pocos.

Pero entonces ¿Cómo es posible que se apueste por la introducción del gas en las Islas? Usted mismo ha apoyado esa opción. 
El gas natural es el más limpio de los combustibles fósiles. Permitirá que Canarias haga la transición hacia fuentes de generación de energía totalmente limpias. El gas será un instrumento de transición que permitirá mantener un mix energético adecuado y competitivo para las necesidades de energía de los canarios.

Hay quien mantiene que su postura contra las prospecciones solo responde a una estrategia personal para continuar manteniendo el poder en Coalición ¿Qué hay de cierto en ello? 
¿En qué se basa para decir eso? Nuestra propuesta es sincera y supondrá una alternativa solvente para que Canarias salga antes de la crisis.

A nadie se le escapa que en el último congreso nacional de CC usted salió reelegido presidente de su partido gracias al apoyo de los responsables de las instituciones de Lanzarote y Fuerteventura. 
Bueno, es una interpretación. No me preocupa lo que se especule por parte de presuntos analistas políticos que un día dicen una cosa y mañana la contraria. Pero ante todo quiero decirle que el voto en el congreso nacional de principios de año fue secreto.

Entonces ¿Cómo explica las voces internas en su propio partido que han declarado un sí condicionado al petróleo? 
Hablan a título personal. Todo el mundo tiene derecho a mantener la opinión que sea sobre cualquier asunto. Otra cosa es la postura oficial de Coalición. Mientras yo continúe presidiendo el partido será de oposición rotunda.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Telemaratones solidarios y neoliberalismo caritativo


Hace años la solidaridad de mercado se medía en base al dinero recaudado en los telemaratones, hoy parece computarse a partir de la cantidad de bolsas de comida que pueden donarse a las organizaciones asistencialistas. 


Las extensión de la pobreza y la desigualdad en las Islas no son fenómenos nuevos consecuencia de los últimos cinco años de crisis. Ya existían en la época en que el Archipiélago crecía y generaba empleo. Entonces su mera existencia era un claro indicador de que había perdedores en el proceso de crecimiento económico. Sí, se creció y se generó empleo pero de forma desigual e injusta debido a la particular estructura productiva de las Islas y a las relaciones de poder que la hacían posible. Lejos de crear las condiciones para mitigar esas anomalías, el gobierno de Canarias y demás instituciones aplicaron diligentemente políticas que ignoraron dicha problemática.

Ahora, las reformas impuestas desde las instancias europeas y españolas han contribuido a que florezcan las bolsas de pobreza y desigualdad en las Islas, ocultas durante la etapa de euforia. Pero el seguidismo practicado por parte del gobierno canario en la aplicación de la ortodoxia neoliberal en su política económica, capaz de alardear de ser la comunidad española que mejores resultados obtenía en la aplicación del objetivo de déficit impuesto por Hacienda, lo que no era más que la manifestación de la envergadura de los recortes, han favorecido el deterioro de la situación social en la región. Interpretar el problema de la pobreza y la desigualdad en las Islas como resultado exclusivo de las decisiones tomadas desde el gobierno nacional o europeo, tal como intenta hacernos creer el grupo de gobierno regional (CC-PSOE), es una burda simplificación de este fenómeno que responde a intereses partidistas y no contribuye a entender el problema para solucionarlo.

La pobreza y la desigualdad en Canarias son la consecuencia del paro masivo y de larga duración; de los recortes en los subsidios de desempleo; de la ausencia de una política de atención social solvente que no fuera considerada por sus promotores como un engorro; de una especialización contraproducente de la economía regional en actividades de bajo valor añadido; de la transformación en norma de los llamados trabajadores pobres (los que teniendo trabajo gozan de condiciones laborales precarias sometidos al poder negociador de la patronal); de la supresión de servicios públicos esenciales que han pasado a ser prestados por entidades privadas, con la consiguiente merma de calidad y aumento de tarifas; del desarme deliberado de la educación y la sanidad pública; de la aplicación insuficiente, mal y tarde de la Dependencia; de la configuración de un sistema fiscal regresivo y escasamente recaudador; del enorme poder que han logrado atesorar grupos concretos de la economía canaria; del uso indiscriminado de nuestro limitado territorio como sumidero de residuos.

Todas estas dinámicas responden a una lógica concreta de esta nueva etapa del capitalismo; el debilitamiento de las clases trabajadoras, la mercantilización de aquellas parcelas esenciales de la vida humana que quedaban al margen del mercado y la aceptación alegre y acrítica de que el crecimiento económico nos salvará. Canarias no es ajena a estas dinámicas y sus gobiernos, comandados por CC en los últimos veinte años, pero en los que han participado también el PP y el PSOE como socios, han hecho muy poco por contrarrestarlas.

El pasado 28 de octubre se dieron cita diferentes personalidades del mundo de la política, los medios de comunicación y las entidades financieras para decidir que el 21 de diciembre se celebrará, una vez más, el Telemaratón Solidario. De ello se congratularon los alcaldes presentes con los vicepresidentes insulares, estos con los presidentes de entidades financieras, aquellos con los responsables de los medios de comunicación y los presidentes de cabildos allí presentes. Es de un enorme cinismo que desde las instituciones públicas y los medios de comunicación (muchas veces voceros de estas dinámicas) se exhorte al ciudadano a participar solidariamente en eventos de carácter compasivo como el que se celebrará ese día. Lo es porque los individuos que toman las decisiones en esas instituciones públicas (con un mandato claro de representarnos) en connivencia con los grupos económicos de mayor influencia, son, precisamente, los que se han encargado de desmantelar las redes de protección social que debería garantizar un Estado social y de derecho fuerte y solvente. Su cometido es la reversión de las dinámicas de exclusión que genera este capitalismo, no prolongarlas.

Obviamente vale más un poco de solidaridad que ninguna, aunque esta se ejecute dentro del marco del neoliberalismo caritativo, que, por otro lado, contribuye a no modificar en los sustancial las dinámicas de generación de desigualdad y pobreza. Pero ¿Realmente puede paliarse la pobreza y la desigualdad en las Islas mediante campañas caritativas y asistencialistas? El hecho de que el evento se celebre por quinta vez es un claro indicador de que se consolida en Canarias un entorno de convivencia profundamente injusto que no deberíamos permitir. ¿No será que lo que se pretende es rentabilizar electoralmente la pobreza y la desigualdad en las Islas o, al menos, apaciguar las conciencias de los que sí tienen con la pertinente dosis de compasión, medida por el volumen de donativos aportados? ¿Se puede revertir la pobreza y la desigualdad en las Islas sin poner las bases de un cambio en el modelo productivo regional, sin modificar una ley electoral de las más injustas del territorio nacional, sin limitar los privilegios de la élite económica de la Islas, sin modificar, en fin, las actuales bases de convivencia en el Archipiélago?

¡Cuánta cantidad de solidaridad se regalará ese día! Será mucha porque los canarios sabemos colaborar y cooperar cuando la situación así lo exige. Aquí no se cuestiona el carácter solidario de los canarios, tan necesario ante la emergencia social presente. Pero tras la fanfarria, las luces que iluminarán el decorado de la Plaza de España y los regalos donados, los factores que expanden la pobreza continuarán actuando de forma implacable. Y el gobierno encargado de sujetarlos seguirá mirando para otro lado.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

La vacuidad de los discursos políticos


El presidente ha lamentado también el auge “perverso” de la construcción en los años anteriores a la crisis, ya que muchos jóvenes abandonaron la formación por salarios elevados y ahora eso supone un “lastre importante” para su reincorporación a la vida laboral


Los que estuvieron presentes en la jornada de inauguración de la Semana de las Enseñanzas Profesionales 2013 en Gran Canaria pudieron certificar una vez más el nivel de hipocresía y cinismo lanzado en los discursos políticos. En el evento de apertura estuvieron como ponentes Paulino Rivero y José Miguel Pérez, Presidente y Vicepresidente del gobierno canario. Estos no escatimaron en enumerar obviedades; que si reconocimiento institucional a la labor de los profesores en un contexto de escasez de recursos y polémica educativa; que si el trabajo de este colectivo es enorme porque permite a mucha gente aprovechar oportunidades; que si la formación es clave para explotar las nuevas oportunidades de la economía canaria; que si lamentos por el auge excesivo de la construcción en los años previos a la crisis….Discursos todos ellos políticamente correctos, donde la autocrítica está ausente y la dosis de sentimentalismo es alta. Aquí ya hablábamos de la inanidad y falsedad de esos discursos y la evidente contradicción con las decisiones que finalmente se toman.

Desconocemos si estas homilías son preparadas por su equipo de asesores o son cosecha propia. Es algo que siempre nos hemos preguntado, si los políticos se creen los alegatos que lanzan en cada acto público o si lo toman como un simple trámite que deben cumplir porque, en el fondo, el contenido de los mismos les resbala. En cualquier caso, resulta inevitable sentir vergüenza ajena cuando escuchas al Presidente y Vicepresidente de la autonomía canaria hablar sobre educación, empleo y oportunidades en cualquier foro en el que tienen que estar por protocolo, porque les invitan o porque les da la santa real gana.

Y sentimos indignación porque adoptan una y otra vez una posición tan desprendida sobre los temas objeto de sus discursos que parece que la realidad no va con ellos. Parecen vivir en un espacio paralelo donde todo es ideal y de color de rosas. Como si acabaran de aterrizar en sus puestos respectivos de responsabilidad y se encontraran de frente con el desaguisado. Como si la penosa situación actual no fuera consecuencia de sus propias decisiones tomadas durante años. La clase política en general pero en particular la canaria, ha llegado a un nivel de cinismo y desidia que cuando hablan se refieren a los problemas que afectan al ciudadano como algo extraño a ellos mismos. Una pena porque su fingimiento contribuye en buena medida al desprestigio de la política, justo en un momento donde hace falta más política que nunca para salir del atolladero en el que nos han metido.

Cuando nuestros políticos hablan de oportunidades, empleo y formación ¿de qué hablan realmente sino de su propio fracaso como gestores de la cosa pública dada la situación de deterioro en las Islas, precisamente, del empleo, las oportunidades o la formación de los canarios? ¡Pero si son ellos los que han recortado en educación! ¡Son ellos los que no garantizan la igualdad de oportunidades porque son incapaces de quebrar el círculo vicioso que va de la desigualdad social a las diferencias educativas! ¡Son ellos los que crearon por acción u omisión el monocultivo productivo basado en la construcción y el turismo de masas en las Islas! ¡Son ellos los que han dejado de avanzar en políticas alternativas factibles, más democráticas y más inclusivas!

Hay quienes piensan que escuchar a nuestros políticos hoy es un acto de autoflagelación. Pero si hemos llegado a ese pensamiento es porque los políticos y los que están tras ellos nos han vencido en la guerra de convertir la política en un espacio personal de aprovechamiento privado, tal y como demuestra la corrupción estructural que hoy campa a sus anchas. Nosotros nos negamos. Más que nunca, hoy resulta básico desmontar sus palabras y sus intenciones si queremos reclamar, no ya otros políticos, sino otro tipo de política. La que se hace hoy solo crea malestar.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Canarias deja atrás la recesión


Es muy difícil creer en el mensaje optimista que intenta hacer llegar el gobierno porque el campo de análisis sigue estando estrechado artificialmente: incluyan indicadores sociales fiables, solventes, y entonces podremos empezar a hablar de la salida de la crisis. 


Era cuestión de tiempo que los principales grupos de poder en el Archipiélago se apuntaran al economicismo de moda a nivel nacional, declarando la salida de la recesión también en Canarias. Eso han hecho hace unos días las patronales provinciales de las Islas, certificando que la economía canaria crecerá en el tercer trimestre del presente año un +0,3%. Siguiendo su juego, tanto el gobierno como las propias patronales y demás agentes llevaban tiempo pregonando que Canarias iba a salir de la crisis antes que el resto del Estado español. Al final ha resultado que lo hemos hecho al mismo tiempo, durante el tercer trimestre del 2013.

Sin embargo, la teoría económica establece que una economía sale oficialmente de la recesión cuando se registran dos trimestres consecutivos de crecimiento positivo. ¿Se han registrado dos trimestres consecutivos de crecimiento en la economía canaria? Aún no. La variación intertrimestral del PIB regional en el Archipiélago fue del 0,0% para el primer trimestre de este año y de -0,1% para el segundo. Para el tercer trimestre los datos de la contabilidad trimestral de Canarias aún no han sido publicados por el ISTAC. La pregunta entonces es por qué interesa decir que Canarias ha salido de la recesión cuando técnicamente aún no se ha producido dicho efecto y cuando la propia patronal de Tenerife dice que cerraremos el año con un -0,4% de crecimiento. La respuesta hay que buscarla en la exaltación reiterada del concepto de crecimiento económico como solución divina a nuestros problemas. Ese debate contribuye a limitar el entendimiento de la problemática económica. El crecimiento económico no nos salvará de esta crisis porque hay evidencia suficiente que muestra que aunque se crezca no se crea empleo. Aunque se incremente el PIB regional no mejorarán con suficiencia ni los niveles de pobreza ni los de desigualdad ni los niveles de retribución del factor trabajo. Asimismo, más crecimiento económico implica mayor deterioro medioambiental, lo que en un territorio limitado como el de Canarias, que vive de sus privilegiados parajes, significará profundizar en la crisis ecológica que subyace a la económica.

Decía la economista Miren Etxezarreta en el encuentro Otra economía está en marcha, celebrado en Madrid los pasados días 15 y 16 de noviembre, que una sociedad no debería permitir ningún tipo de expresión de pobreza o desigualdad. Las ansias de contabilizar estos fenómenos son aceptables pero una sociedad sana y digna no debería admitir por principios ni un solo individuo con carencia de recursos, poniendo los medios para mitigar con celeridad este tipo de situaciones.

El anuncio de la salida de la recesión por parte de las patronales canarias se produce al mismo tiempo de la publicación, por parte del INE, de su Encuesta de Condiciones de Vida para 2012. En ese informe se indica que el nivel de pobreza en las Islas continúa en un porcentaje elevadísimo, un 33,2%, nada menos que 11 puntos por encima del indicador medio español. Pero hay otros datos que muestran que la situación económica de las familias canarias continúa deteriorándose; Canarias es la región española con mayor número de hogares sin capacidad para hacer frente a imprevistos (65,1% del total); el ingreso medio de los canarios se ha reducido un 7,66%, la tercera región española con un indicador tan bajo; el 54,8% de las familias canarias no tienen capacidad para irse una semana de vacaciones fuera de casa, la cuarta tasa más alta de España; el 15,1% de los hogares isleños reconocen que se retrasan con frecuencia en el pago de las obligaciones que implica la vivienda, la tercera región con el indicador más alto.

Recordemos, además, que el indicador de desempleo de la EPA, correspondiente al tercer trimestre, mostraba que durante la mejor época para crear empleo, se perdieron nada menos que 22.000 puestos de trabajo en el Archipiélago. La mayor subida de todo el territorio nacional. Y eso en un año donde el sector turístico, presuntamente el sector con mayor capacidad para absorber el déficit de empleo, se comporta como nunca. La propia patronal tinerfeña augura que en el último trimestre del presente año se batirán todos los récords de llegada de turistas. 

En este contexto, decir que hemos dejado atrás la recesión es un debate estéril para el ciudadano. Salvo que queramos continuar jugando a las estadísticas y glorificar incrementos imperceptibles de un indicador con muchas limitaciones como es el PIB, que representa muy poco la situación real de los canarios y contribuye a ocultar la acumulación de riqueza de los principales grupos sociales con mayor poder en las Islas.

martes, 19 de noviembre de 2013

Hacia el asistencialismo


Cada vez son más las organizaciones que critican la ayuda social basada en la caridad. El argumento es que crea una relación desigual y no implica necesariamente la puesta en cuestión de un sistema que se muestra incapaz de asegurar a la población sus derechos básicos 


En la política presupuestaria se puede gastar menos que es por lo que ha optado el Gobierno de este país desde hace tres años, con el argumento dogmático de que la austeridad traerá confianza y esta crecimiento y empleo. Pero también hay otras alternativas. Se puede optar por ingresar más, subiendo impuestos a las rentas más altas, creando nuevos tributos, impulsando la actividad económica, etc. Y también se puede elegir gastar mejor, analizando en profundidad cómo se gasta, en qué se gasta, si el gasto realizado tiene efectividad en términos de empleo, etc.

Padylla
Las decisiones sobre la configuración de un presupuesto autonómico competen a quien lo construye y ejecuta, en este caso el gobierno de Canarias. Está claro que esos presupuestos están sujetos a restricciones que no se pueden obviar; la crisis general que padecemos es una restricción; los recortes en los recursos transferidos a la Autonomía desde el Gobierno Central en virtud de la política de financiación pactada, es otro. Sin embargo, es la Autonomía la encargada de dotar sus cuentas de una filosofía más social o restrictiva, al ser esta la que decide en qué áreas se invierte, qué se subvenciona, en qué sectores se gasta más, en qué áreas se debe ingresar adicionalmente,...

En definitiva, el Gobierno de Canarias por medio de su Consejería de Economía y Hacienda y demás agentes políticos que participan en la configuración del presupuesto, pueden paliar o corregir, al menos en parte, las decisiones antisociales que provienen desde Madrid. ¿Qué política presupuestaria se sigue en las Islas? ¿Se gasta menos porque se recorta igual que a nivel nacional? ¿Se toman medidas para ingresa más? ¿Se analizan los flujos de gasto para confirmar si se está gastando bien y si hay margen para gastar mejor? A nuestro juicio, en Canarias se aplica una política similar a la desarrollada por el Gobierno central en el territorio nacional, una política basada en el recorte con escasa sensibilidad hacia las cuestiones sociales.

Esto explica los diferentes recortes del gobierno autonómico a las ayudas que reciben organizaciones sociales que hacen una gran labor de cobertura y amparo en las Islas. Recortes que no son los primeros; que entre 2009 y 2013 se haya recortado hasta un 64% la aportación de recursos públicos al sector público empresarial; que la Prestación Canaria de Inserción se esté incumpliendo; que Canarias sea la segunda comunidad con peores servicios sociales de España y la cuarta que más ha recortado su gasto en esta materia en los últimos cuatro años; la paralización de la inversión pública en infraestructuras sociales como hospitales mientras se siguen impulsando otras menos perentorias; que desde determinados sectores sociales se acuse al gobierno del Archipiélago de insuficiente compromiso con la cooperación.

Ahora el Gobierno de Canarias ha publicitado con gran bombo que los presupuestos de 2014 aumentan el gasto en políticas sociales y empleo. De este modo, crece el gasto en asistencia sanitaria y salud pública, el de acción social, el de vivienda y el de empleo. ¡Ojo! Esto es cierto. Pero el aumento en los presupuestos no se efectúa mediante un incremento en los ingresos públicos derivado de un crecimiento de la presión fiscal de los que más tienen en nuestra región, o de una lucha contra las enormes bolsas de fraude y la economía sumergida existentes. Esto sería lo lógico para garantizar la equidad, la justicia social y también la consolidación de dichas políticas. No. Se hace por medio del endeudamiento.

Una decisión perversa porque se pretende atender necesidades sociales de primer orden generando mayor deuda y, por tanto, mayor pago en concepto de intereses. Esto implica que el mantenimiento, la duración y en su caso la expansión de dichas políticas, ante la crítica situación del Archipiélago, dependerá de lo atractivas o no que sean las condiciones de financiación para Canarias. ¿No sería más sensato tomar esta decisiones con un poco más de legitimidad o al menos consensuarlas mejor?

La desatención de las políticas sociales y los presupuestos restrictivos por parte del gobierno canario no son dinámicas nuevas, es coherente con su ideología y con los años que gobernó la autonomía con el Partido Popular. Pero deja en mal situación a su actual socio en el gobierno, el PSOE, presuntamente más sensible a paliar las desigualdades y la pobreza en las Islas. Pero visto lo visto, todos sabemos ya desde hace tiempo que las políticas de izquierdas en el Archipiélago brillan por su ausencia.

Al igual que en el resto de España, se consolida en Canarias un nuevo modelo de convivencia basado en el asistencialismo. El sector público autonómico se desentiende de sus obligaciones sociales para con los sectores más vulnerables a la crisis y luego reclama caridad y solidaridad a los demás por medio de telemaratones y demás artefactos mediáticos de cariz compasivo. Se ensalza así la caridad y el asistencialismo pero no se pone en cuestión las dinámicas estructurales de generación de pobreza y desigualdad en las Islas. En una sociedad como la canaria, que aún en épocas de bonanza económica registraba indicadores de desigualdad y pobreza estimables, esta política puede ser fatal.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Prestige; la catástrofe que nunca existió


¿Cómo hablarle de derechos medioambientales, de responsabilidad en el uso de los recursos naturales, de estado de derecho, si el triste paisaje del chapapote en Galicia, de la negra marea de las minas de Aznalcóllar no ha recibido siquiera el más mínimo reproche penal en los tribunales de justicia? 


Parece que a muchos ha sorprendido que el vertido de más de 77.000 toneladas de fuel frente a las costas gallegas provocado por el petrolero Prestige en noviembre de 2012, haya quedado impune. Como antídoto ante semejante desafuero es buen ejercicio revisar las hemerotecas. La historia está plagada de catástrofes ambientales y ecológicas provocadas por transnacionales que, o bien han quedado exentas de castigo, o la sanción que se les impuso fue despreciable dada la potencia económica y financiera de las compañías responsables. Algunos se agarran al principio de que quien contamina paga. Enarbolan una presunta legislación ambiental punitiva que permite resarcir el daño ecológico provocado por catástrofes. Pero ese principio es en sí mismo una burla. Primero porque la habilidad de las compañías les permite dar la vuelta al precepto, contaminando tanto como exija su estrategia de obtención de beneficios asumiendo luego unas multas irrisorias. Y en segundo lugar, porque el daño ecológico producido por una catástrofe incorpora intangibles que no pueden valorarse monetariamente. Reducir a esquemas económicos la fulminación de un paisaje es una trampa del propio sistema en el que vivimos que pretende circunscribir todo a la esfera monetaria. ¿Lo económico puede sustituir el menoscabo de la biodiversidad o la desaparición de por vida de un paraje?

Valgan dos ejemplos recientes para apuntalar la reiterada irresponsabilidad ecológica que sufrimos:

Gallego & Rey
En abril de 1998 una brecha de 50 metros de ancho se abrió en la balsa de la empresa Boliden. Contenía unos seis millones de metros cúbicos de residuos procedentes de su actividad minera (aguas ácidas, metales pesados, etc). La balsa estaba situada en las inmediaciones del Parque de Doñana y el río Guadiamar. El vertido alcanzó una superficie de 4.634 hectáreas repartidas por nueve municipios de la provincia de Sevilla. Las Administraciones Públicas se encargaron de la limpieza de casi el 80% de los lodos tóxicos. Boliden solo del 20% restante. Después de más de 15 años de pleitos y litigios entre la compañía y la Junta de Andalucía el problema fundamental, al parecer, fue encontrar un culpable de la catástrofe. Sorprendente pero real.

Se agotaron sin éxito las vías civil y penal. Finalmente, el Alto Tribunal eximió a Boliden de pagar casi 90 millones de € que la Junta de Andalucía le reclamaba vía administrativa por la limpieza del vertido tóxico. Durante todo el proceso la multinacional cerró la mina. Se produjeron más de 400 despidos y presentó un ERE en el 2002 con prejubilaciones. Dos terceras partes del coste fue asumido por la Junta. A día de hoy, lo único cierto son dos cosas: nunca sabremos con certeza el enorme impacto ecológico que tuvo el vertido sobre el medio natural (del que la zona afectada aún se recupera hoy) y que la catástrofe ha quedado impune.  

El otro ejemplo es aún más reciente. En Septiembre pasado la plataforma gasista Castor, de la empresa Escal UGS, propiedad a su vez de ACS, inyectaba gas en el lecho marino frente a la costa de Vinarós. La finalidad era utilizar como almacén de gas un antiguo depósito de crudo hoy vacío. Hay suficiente consenso para pensar que esas inyecciones han sido la causa de la sucesión de seísmos producidos en los meses de septiembre y octubre. Unos seísmos que a buen seguro han provocado fisuras en las profundidades marinas y consecuencias incalculables para la desaparición de especies y la biodiversidad de la zona.

Aunque los trabajos están paralizados y la fiscalía de Castellón ha iniciado una investigación, somos escépticos de que se responsabilice a la compañía de provocar los temblores. De hecho, el proyecto está blindado legalmente en origen, de tal forma que si se paralizan los trabajos de la compañía será el Estado el que tendrá que asumir el coste económico del proyecto, unos 2.000 millones de € hasta el momento. Es más, el Tribunal Supremo ya ha desestimado un recurso del Ministerio de Industria dirigido a anular la cláusula que le obligaba a asumir el coste de la paralización del proyecto. Por tanto, no solo no se imputan responsabilidades a quien daña el medio ambiente sino que la destrucción provocada la termina sufriendo la sociedad.

Somos víctimas de una irresponsabilidad ambiental organizada en la sombra por las compañías y admitida sumisamente por los Estados. Otras veces son los propios Estados los promotores de esa injusticia ambiental. Informes de impacto ambiental fraudulentos, incumplimientos legales, opacidad, incorporación de cláusulas contractuales que eliminan el riesgo operativo a las compañías y aseguran su actividad, ausencia de aplicación del principio de precaución, etc, lo demuestran.

Dos son las causas que a nuestro juicio favorecen estas cuestiones:

Greenpeace
La primera es que ni los tribunales, ni los gobiernos, ni buena parte de la ciudadanía, ni mucho menos las compañías multinacionales tienen interiorizado que el principal damnificado de este modelo económico es el medio ambiente donde se ejecutan las actividades productivas. La naturaleza se sigue utilizando como un contenedor de residuos sin límite, un sumidero con capacidad infinita para metabolizar los detritus que genera la actividad humana. En definitiva, un depósito capaz de ocultar los costes del desarrollo económico. Un desatino.

En segundo lugar, es necesario reiterar que hoy día las compañías transnacionales disponen de mucho más poder que los propios Estados. Su influencia es tal que se sirven de ellos para alcanzar sus intereses, para controlar las reglas del juego económico, para engordar sus cuentas de beneficios, para alargar hasta la saciedad procesos judiciales abiertos contra ellas por diferentes motivos. Cuanto más débiles sean los Estados, más se consolidará el dominio de las transnacionales. Mientras no exista una normativa legislativa global contra las agresiones del medio ambiente y unas instituciones con el mandato claro de aplicarla con firmeza, es difícil que se logre responsabilizar a las transnacionales de su violencia ambiental. ¿Qué tiene que decir la UE respecto al caso Prestige, esa UE presuntamente protectora del medio ambiente?

Para resolver estas dinámicas, no basta con garantizar el derecho del ser humano a un medio ambiente libre de residuos. Si la actividad económica continúa desarrollándose bajo el mandato de este capitalismo con ansias ilimitadas de beneficios y que considera a la naturaleza como un apéndice, continuaremos en las mismas. Es urgente otra economía y otra forma de actividad económica que privilegie el respeto por la naturaleza. Igual que es impostergable un nuevo sistema político que esté al servicio del ciudadano y no sea susceptible de manejo interesado de grupos oligárquicos.

jueves, 31 de octubre de 2013

Canarias entre la corrupción y el desempleo


Aquí no dimite nadie porque los mecanismos para exigir responsabilidades están atrancados, no porque no haya “cultura de la dimisión”. 


Con la corrupción pasó lo mismo. Pasa lo mismo. Su presencia se percibía en todos los estamentos que conforman la sociedad canaria; la política, el empresariado, los medios de comunicación. Esto no lo decimos nosotros, los casos Tindaya, Las Teresitas, Unión, Jable, Eólico, Tebeto, Emalsa….dan cuenta de ello por sí solos. Pero lo más increíble de la corrupción no era que esta ocurriera sino que, ocurriendo, no pasaba nada. Todo seguía igual. Nadie dimitía, más allá de algún cargo de segunda categoría. Ninguno asumía responsabilidades. Los aparatos políticos y empresariales protegían a sus infractores. Algunos hasta los justificaban. ¡Viva el corporativismo!

Eso sí, ninguno escatimaba en propaganda para acusar a los otros de ser la quintaesencia de la corrupción. Incluso los ciudadanos, no todos pero sí un buen número, continuaban votando a los mismos. Y todo seguía igual. Entonces la corrupción se hizo norma, si es que ya no estaba normalizada; Urbaser, La Mareta, Góndola, Mogán, Arona, Faycán, Brisan, Torres del Canódromo, Catis, Hemodiálisis, Montaña Morera, Fórum, Facturas, Salmón… y Canarias se convirtió en la segunda región española con más casos de corrupción por número de municipios. Evidente síndrome que revelaba, que revela, el grado de descomposición de este sistema de organización social.

Padylla
Con el desempleo en Canarias es igual. Se extiende lentamente como una mancha de un potente corrosivo, desarmando las expectativas de vida de las familias, empujadas a la exclusión sin alternativa y sin un sistema de protección social solvente. La última EPA arroja la inquietante incorporación al colectivo de parados de 22.000 personas más. Y no pasa nada. Eso sí, todos tienen la culpa, el gobierno central por los recortes y un sistema de financiación injusto, los sindicatos por ser corporativistas (por cierto, ¿Dónde están los sindicatos canarios?), los empresarios por no contratar a desempleados canarios. Hasta los mismos desempleados son culpables por no formarse lo suficiente y no desplazarse a aquellos lugares donde hay empleo en las Islas. En Tenerife, hasta van a poner un tren para que esto último ya no sea excusa.

Todos culpables salvo el grupo de gobierno que durante veinte años (en otras instituciones llevan tres décadas) ha ocupado el gobierno de la Autonomía a conveniencia y con la connivencia de conservadores y progresistas. Una forma de gobierno, un régimen al fin y al cabo, que ha institucionalizado el autoritarismo, el clientelismo, la opacidad, los privilegios de un sector concreto de la economía, la desigualdad como forma de convivencia, la economía sumergida, el fraude, el monocultivo productivo, el subvencionismo,…. Y el paro avanza hasta el 35,12%. No lo decimos nosotros, lo dicen los casi 395.000 individuos desempleados de la EPA ¡Pero si podrían formar un partido político y ganar las próximas autonómicas!

En un momento en el que Canarias necesita que sus responsables políticos generen un marco de relaciones de colaboración y diálogo inclusivo con todos los estamentos de la sociedad, admitiendo sus errores de forma honesta para poder resolverlos, lo que obtenemos es negación de la realidad y victimismo. ¡Qué desvergüenza! Como si lo que ocurre en las Islas no fuera con ellos.

Corremos el riesgo de que Canarias se transforme en una región profundamente empobrecida y desigual. Ya lo era antes de la crisis por su particular estructura productiva y las relaciones de poder que operaban y continúan operando en su interior. Pero lo que estaría consolidándose ahora es una sociedad desecha y desarticulada a todos los niveles, en el ámbito de la educación y la sanidad, en la esfera social, desde el punto de vista cultural, medioambientalmente,…

Habría que construir de forma colectiva canales de resistencia y protesta contra las agresiones de este sistema más allá de las manifestaciones al uso. Deberíamos reconocernos todos los damnificados de esta crisis, de este gobierno de perdedores y de la sedicente oposición que le hace el juego, para desarrollar vías de colaboración, ayuda mutua y autogestión. Pero sobre todo habría que armar una alternativa solvente, de carácter ciudadano y participativo, a lo que el tripartito CC-PSOE-PP ofrece en las Islas una vez y otra también. ¿Cuándo empezamos? Es urgente. De lo contrario no pasará nada, salvo el colapso.

jueves, 24 de octubre de 2013

Recuperación económica y lenguaje neoliberal


Demos dignidad y quitemos la vergüenza a las palabras maltratadas. “Insolvente” es, en realidad, alguien que no puede o quiere seguir en el sistema capitalista. “Desahucio” es cuando el banco te roba tu casa. “Parado” es alguien que está en marcha intentando sobrevivir con creatividad. “Negativo” es una persona realista que está harta de que le tomen el pelo. 

La relación del PP con la mentira es la del toxicómano con la droga. Vive para ella, alrededor de ella, solo piensa en la dosis próxima 

La bolsa rodea los 10.000 puntos, el Tesoro español logra financiarse a interés récord, la EPA arroja un resultado positivo en términos de empleo, el Banco de España confirma la salida de la recesión….y nos inunda el optimismo. Ni una palabra sobre los riesgos y las implicaciones de basar esta presunta recuperación en el impulso exclusivo del sector exportador. Obviamente no interesa.

En un pequeño pero clarividente libro, No nos lo creemos, Clara Valverde analiza en detalle la batería de estrategias lingüísticas que utilizan los que detentan el poder. Nos alerta de que muchas de las medidas y comportamientos de la actual clase política son posibles y se hacen realidad porque nosotros, los ciudadanos que les escuchamos, aún les otorgamos cierta credibilidad. Ella lo expresa con una brillante frase: pueden porque aún les creemos. Para que aún les creamos, la autora denuncia el tipo de lenguaje que políticos, pero también sindicatos, patronal o medios de comunicación, utilizan deliberadamente para embaucar, confundir, despistar y hasta mentir al ciudadano. El fin no es otro que imponer una visión única, no cuestionada y conforme a sus objetivos de clase de lo que ocurre.

Un tipo de lenguaje que ella denomina neoliberal, porque está pensado para apuntalar la deriva de las actuales relaciones económicas, centradas en la eliminación de todas las cualidades sociales que caracterizaban al capitalismo de posguerra. Son un lastre en el proceso de acumulación del 1% más rico, los que están gestionando esta crisis. La propaganda desplegada por el gobierno en torno al supuesto inicio de la recuperación económica responde a todo ello.

Valverde recupera un interesante concepto de la psicología transgeneracional, el retorno de lo reprimido, para preguntarse hasta que punto la ausencia de verbalización del conflicto, del miedo y otras emociones por parte de la generación de la posguerra civil española, estarían aflorando ahora y actuando de forma negativa sobre la generación actual. Esta dañina influencia se produce a través de lo que en psicología se llama los síntomas del vacío. Una patología que se manifiesta por una indefensión social aprendida que explicaría la ausencia de una contundente movilización social acompañada de propuestas solventes de cambio por parte de nuestra generación.

En su reflexión, Valverde destaca las virtudes de la protesta como terapia psicológica y purificadora para afrontar la depresión económica y social que sufrimos. Un necesario método para liberarnos de esa cultura de gobierno basada en el miedo, el eufemismo y la repetición de mensajes dirigidos a despistar, algo que saben manejar muy bien los aparatos de propaganda gubernamentales.

Las palabras son el vehículo que nos permiten comprender lo que pasa y lo que nos pasa. Por ello la autora nos apremia a escuchar y reflexionar con sentido crítico. También, a pensar de manera independiente de lo que dicen los canales que transmiten diariamente la ideología dominante. Por eso es urgente que volvamos a llamar las cosas por su nombre. Recuperar el significado que nos han hurtado de cada uno de los términos que configuran el relato de esta crisis/estafa.

Resulta inevitable traer aquí una idea de José Manuel Naredo que abunda en lo mismo. La ideología económica dominante contribuye, con su batería de términos no discutidos, a disfrazar y soslayar una realidad concreta que no interesa someter a escrutinio. En una reciente charla entre los otoñales árboles del Parque del Retiro de Madrid, el profesor, nos invitaba a desmontar todos esos términos vaciados de contenido pero portadores de una profunda dosis de ideología. Para ello nos recomendaba que trabajásemos sobre los adjetivos, tomándolos como una medida de aquello que la ideología económica dominante pretende enmascarar. Por ejemplo, economía verde ¿Es que la otra no era verde? ¿En qué medida no lo era? ¿Por qué razón esta sí lo es cuando el deterioro ecológico continúa avanzando sin que nadie lo remedie?

Cada vez que escucho hablar de recuperación económica a Rajoy, con seis millones de parados y una desigualdad que está actuando como un potente disolvente de la cohesión social en España; cuanto más oigo a Rubalcaba declarar que el gobierno de Rajoy es torpe, insensible y mentiroso, como si este señor y el partido al que representa no hubiera estado nunca en el poder; mientras siga recibiendo de Paulino Rivero esas declaraciones que aseguran que la vía canaria garantiza la apuesta por la justicia social y la igualdad de oportunidades, como si el desarme de estos dos conceptos no fuera directamente proporcional al número de años que Coalición Canaria se ha mantenido en el poder en las Islas; cada vez que recibo estos mensajes, digo, a modo de circulares institucionales que aparentan verosimilitud y hasta oposición política, no solo vuelvo a recuperar y releer estos textos sino que protesto contra estas interesadas campañas de optimismo cargado de más energía. Les recomiendo que lo prueben, es higiénico y reconfortante.

sábado, 19 de octubre de 2013

Santa Cruz continúa siendo una ciudad insostenible

  
La ciudad posmoderna es la ciudad, o la «anticiudad», del neoliberalismo económico, de la urbanización especulativa, de la sociedad atomizada, de la cultura individualista, de la política local débil y del capitalismo financiero fuerte. 


En su informe anual sobre Calidad del Aire de 2013 la Agencia Europea de Medio Ambiente, con datos de 2011, ha incluido a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife entre las urbes europeas con peor calidad del aire. El Organismo europeo esgrime que las concentraciones de dióxido de azufre superan los valores límites recomendados anualmente por la legislación europea para proteger el medio ambiente y la salud. Estas concentraciones de dióxido de azufre son imputables en su mayor parte a la contaminación industrial generada por la refinería, fagocitada por el municipio en su avance urbanístico.

Refinería de Cepsa. La Opinión.
En un primer momento el Ayuntamiento de la capital tinerfeña dio la callada por respuesta. Hasta que el alcalde de la ciudad declaró el día 17 de octubre que lo indicado en el informe no se ajusta a la situación actual de la ciudad, rechazando que Santa Cruz de Tenerife sea una ciudad con un nivel nefasto de calidad de su aire. Bermúdez se explayó en su diatriba contra el Organismo argumentando que se ha utilizado un único parámetro para concluir que la calidad del aire de toda la capital no es buena para el medio ambiente y la salud del ciudadano. Sin embargo, en su comparecencia el regidor de la capital se preocupó de no aportar otros indicadores que demostraran que la calidad del aire de la ciudad es aceptable. Muy hábil el señor Bermúdez, nos deleita con dosis de victimismo al tiempo que evita comentar otras caras del problema.

Habría que mencionar que la legislación europea en materia de exposición a contaminantes es más laxa que la que recomienda la Agencia de Protección Ambiental estadounidense e incluso que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). Aquéllas están más expuestas a la influencia de los poderosos grupos de presión industriales o de combustibles fósiles. La OMS se basa en criterios de salud pública para el establecimiento de esos topes límite. Según la Red de Calidad del Aire de la Consejería de Sostenibilidad en 2012 se registraron violaciones de esos topes propuestos por la OMS en diferentes puntos de la ciudad y en distintos momentos.

El eurobarómetro de enero del presente año, reveló que los ciudadanos españoles son de los peor informados de todo el territorio de la UE en materia de calidad del aire (Pág. 10). Y los segundos que más creen que las autoridades públicas no están haciendo lo suficiente para mejorar la contaminación urbana (Pág. 56). Flaco favor le hace Bermúdez al diagnóstico y resolución de esta problemática con declaraciones como las realizadas, donde se niega una realidad constatada por los datos y donde se reduce el problema de la calidad del aire a la presencia de la refinería de Cepsa. Efectos del lenguaje neoliberal que se estila en estos tiempos donde se miente, se confunde y se tergiversan las informaciones para confundir al ciudadano.

Es verdad que, en materia de calidad del aire, es el Gobierno de Canarias quien tiene las competencias. Pero no basta con trasladar la responsabilidad a otra Administración y exigir que sea esta Administración la que obligue a la Refinería de Cepsa a cumplir la normativa medioambiental. También es cierto que la Refinería es uno de los principales focos contaminantes de la ciudad pero ¿Si la Refinería cumpliera la normativa mejoraría la calidad del aire en la capital? Lo dudamos puesto que Santa Cruz es ante todo una ciudad medioambientalmente insostenible por otras razones adicionales a mantener en su interior una industria de refino. Aquí, aquí y aquí intentamos reflexionar sobre este asunto hace algún tiempo.

La pregunta que nos deberíamos hacer todos, las Administraciones Públicas en primer lugar pero también los ciudadanos y demás agentes sociales, más allá de indicadores cuantitativos de necesario cumplimiento pero insuficientes por sí solos para garantizar un desarrollo ambiental adecuado en la capital, es si Santa Cruz de Tenerife puede reconducir su carácter insostenible para llegar a ser una ciudad realmente sostenible. La capital tinerfeña está aquejada de una dolencia grave que afecta a las grandes ciudades europeas y que consiste en cómo compatibilizar la cohesión social, la sostenibilidad ambiental y la participación ciudadana y democrática en la gestación de la ciudad con la competitividad económica. Todo ello en el marco del capitalismo actual que es el generador, precisamente, de la desigualdad social, el deterioro ambiental y la ausencia de transparencia en la resolución de los asuntos públicos que afectan al habitante de la ciudad.

Es urgente una reflexión colectiva, plural, honesta y desprendida de intereses partidistas o personalistas sobre las causas últimas que generan la insostenibilidad en la capital para combatirlas y solucionarlas. Entretanto no se ponga coto al acceso del vehículo privado al centro de la capital; mientras se sigan planificando medios colectivos de transporte, necesarios como el tranvía, pero que compiten con otros medios, también de carácter colectivo, como la guagua; si los PGOU se continúan utilizando como meros instrumentos para generar plusvalías urbanísticas para unos pocos; mientras se persista en no generar más espacios verdes en la capital; si el petróleo y los combustibles fósiles se mantienen como la opción elegida para la generación de energía; cuando el ciudadano continúa estando al margen de la toma de decisiones en los principales procesos de construcción de la ciudad; si no se sondean las posibilidades de la capital para generar una cultura de transición; mientras todo esto siga existiendo, decimos, Santa Cruz, la capital de Tenerife, continuará siendo una urbe intensamente insostenible y no solo por mantener una industria de refino en su interior.

domingo, 13 de octubre de 2013

Las Teresitas; el paradigma de una era corrupta (III)


Un caso no debe demorarse tanto en el tiempo, una justicia tan lenta, cuando se resuelve, no genera justicia, porque el retraso genera injusticia.


El pasado 4 de octubre se conoció la sentencia de la mayor trama de corrupción urbanística en España, el Caso Malaya. Malversación, cohecho, alteración de precios en concurso público, fraude, prevaricación, apropiación indebida, tráfico de influencias,…son algunos de los principales delitos identificados en el caso. El tribunal que ha juzgado la trama mantiene que las sentencias contemplan las máximas penas legales posibles por el ordenamiento jurídico español. Sin embargo, un vistazo a las resoluciones de los principales acusados muestran cierta suavidad en las penas aplicadas. Los acusados han sido condenados a menos de un tercio de las sanciones solicitadas por el fiscal anticorrupción (para Roca 11 años de los 30 solicitados, para Yagüe 6 años y medio de los 16 pedidos y a Muñoz le han caído solo 2 de los 10 años pretendidos por la fiscalía). Además, 43 de los 95 acusados inicialmente, casi todos ellos empresarios, han sido absueltos de delito, el tribunal no estimó ilegalidades en las operaciones urbanísticas examinadas. Si a esto le añadimos que la justicia solo ha podido recuperar una pequeñísima parte del dinero robado, podemos concluir que la corrupción continúa saliendo muy barata en España.

A todo este despropósito hay que sumar el hecho de que las sentencias no contemplan que el ayuntamiento de Marbella y, por tanto, sus ciudadanos, principales damnificados, sean compensados por los evidente perjuicios morales y económicos producidos por 3 lustros de corrupción institucionalizada. Aunque el tribunal sí recomienda que los bienes y dineros decomisados reviertan de algún modo en el consistorio. Por tanto, el Caso Malaya se salda con sentencias leves, un juicio alargado excesivamente, recuperación insuficiente del dinero sustraído y ayuntamiento no compensado. Toda una injusticia intentando hacer justicia.

Es por esto que en paralelo al Caso Malaya es difícil no pensar en otra trama con la que existen muchas similitudes y que se ha convertido por derecho propio en el paradigma de una era corrupta en Canarias, el Caso Las Teresitas. Un caso que ha vuelto a saltar a la arena mediática en los últimos días por unos supuestos papeles que probarían que los terrenos objeto de la operación urbanística entre el Ayuntamiento de S/C de Tenerife y la sociedad de González y Plasencia, pertenecían a la institución municipal desde el año 67. Es decir, que presuntamente el Ayuntamiento de Santa Cruz se compró a sí mismo el frente de la playa, lo que probaría la fraudulencia de la operación.

Las Teresitas, el Gran Pelotazo. Alba Blanco.
Ignoramos por qué razón han salido a la luz estas pruebas cuando, al parecer, se trataba de una información ya conocida por la Fiscalía Anticorrupción desde el 2006, momento de presentación de la querella por parte del ministerio público ante el Tribunal Superior de Justicia. Incluso cuando se levantó parcialmente el secreto de sumario del caso durante el año 2008, la opinión pública canaria pudo conocer que la fiscal anticorrupción investigaba sobre este asunto y preguntó al alcalde por el mismo.

Lo que resulta inadmisible en este negro y flagrante desaguisado es el excesivo tiempo transcurrido desde que el colectivo Ínsula Viable presentara la demanda ante la Fiscalía Anticorrupción el 30 de junio de 2005, sin que se haya celebrado juicio alguno desde entonces. Un periodo de tiempo tan largo que va a ser difícil resarcir a los ciudadanos de la capital tinerfeña, y a las Islas en general, de los daños económicos y morales cometidos por una trama que ha dejado las arcas del municipio exánimes. Máxime cuando existe una sentencia en firme del Tribunal Supremo que data del año 2007 y que anula la operación de compraventa del frente de la playa por parte del Ayuntamiento, al tiempo que obliga a la sociedad Inversiones Las Teresitas a reintegrar el importe recibido de la operación (53 millones de €) más los intereses devengados (20 millones €). Importe que tampoco ha sido devuelto.

El tiempo transcurrido sin que se conozcan responsables en firme en este caso revela la lentitud de la Justicia y demuestra que esta está gravemente enferma. No solo habría que reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal como dice el Fiscal Superior de Canarias; habría que reconsiderar privilegios políticos como los aforamientos, del que se han servido algunos de los imputados en esta causa para demorar la celebración del juicio; habría que dotar a la Justicia de más efectivos para combatir la corrupción con eficacia; habría que legislar a nivel internacional contra los paraísos fiscales, de los que se valen muchos imputados y condenados en casos de corrupción para salvaguardar el dinero público sustraído ilegalmente al ciudadano, dinero que disfrutarán cuando cumplan la condena; habría que endurecer las condenas por corrupción y las incompatibilidades; los partidos políticos deberían dejar de proteger y por tanto apartar a aquellos miembros que son imputados, para lo cual es necesario que las formaciones políticas avancen en democracia interna; el ciudadano, en fin, debería ser consciente de que si su voto va para una formación política que incorpora en sus listas o mantiene en cargos públicos a personajes imputados por corrupción e incluso condenados, estaría contribuyendo al envilecimiento de la escasa democracia que hoy día existe en nuestro país y al sostenimiento de un sistema que favorece a unos pocos y perjudica a la gran mayoría.

jueves, 3 de octubre de 2013

Proyecto Castor y prospecciones en Canarias; paralelismos


La naturaleza no se elige ni puede cambiar de lugar.


Conviene trazar un breve paralelismo entre lo que está ocurriendo con el Proyecto Castor frente al Delta del Ebro y lo que ha ocurrido o podría ocurrir con las prospecciones petrolíferas en Canarias. Un ejercicio interesante y esclarecedor, realizado a partir de las últimas informaciones aparecidas en prensa, que revela algunas reglas de comportamiento que se repiten con cierta recurrencia cada vez que están en liza proyectos de gran impacto ambiental.

El Proyecto Castor persigue aprovechar como almacén de gas un antiguo pozo petrolífero vacío. El pozo está situado a unos 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar, a unos 22 Km de la costa de Vinarós, en Castellón. El objetivo de la empresa que ejecuta el proyecto, Escal UGS, es rellenar con gas dicho espacio para atender, en caso de desabastecimiento, un tercio de la demanda nacional de gas durante 50 días. El gas se inyecta directamente en las cavernas de la roca porosa que albergaba el crudo, de modo que donde antes había petróleo ahora estará el gas almacenado. Recaredo del Potro, presidente de la compañía declaró en su momento que no había otro emplazamiento que reuniera las condiciones óptimas para el proyecto.

Plataforma del Proyecto Castor frente al Delta del Ebro
El proyecto ha sido posible gracias a una inversión de 1.300 millones de € aportados por un consorcio de 19 bancos, entre los que hay 5 españoles. También contempla una planta de operaciones terrestres y la construcción de un gasoducto que conecte el almacén submarino con la costa. Las obras han generado alrededor de 1.000 empleos y se espera que mantenga una plantilla de unos 100 empleados cuando el almacén esté a pleno rendimiento.

El proyecto comenzó a concebirse durante la década de los 90 y generó una creciente oposición hace unos años. Una de los colectivos contra el proyecto, la Plataforma Ciudadana en Defensa de las Tierras del Senia, denunció su viabilidad social, económica y los riesgos de intensa contaminación de un entorno natural libre de grandes industrias. Asimismo, numerosos colectivos de pescadores temen en la actualidad que la industria pesquera de la zona se vea afectada. Estas protestas fueron ignoradas sistemáticamente o, al menos, escasamente consideradas por la empresa promotora y las administraciones públicas que avalan y supervisan el proyecto. A lo sumo la compañía llegó a un acuerdo con el ayuntamiento de Vinaròs para comprar 30 hectáreas donde se ubicaría la planta de tierra, la contratación de trabajadores de la zona y el cultivo de naranjos por parte de una organización de minusválidos en el área no ocupada por las instalaciones de la compañía.

El día 24 de septiembre se detecta un seísmo de magnitud 3,6 en la escala de Richter y el 26 el ministerio de Industria ordena la paralización de la actividad del Proyecto Castor. La empresa argumenta que la inyección de gas se detuvo el pasado día 16 de septiembre y en un primer momento trata de desvincular los seísmos de la transfusión de gas en las profundidades marinas. Sin embargo, los temblores en la zona han persistido durante los últimos días. Con una intensidad máxima alcanzada de 4,2 grados han sido perceptibles desde la costa que va desde Tarragona hasta Castellón. En la terminología eufemística del ministro de Industria se trata de una serie de microseísmos, como si lo de micro restara importancia al fenómeno sísmico.

Algunos expertos geólogos afirman que los temblores percibidos tienen por causa una sismicidad inducida por el propio proyecto. Según ellos, el proceso de encaje del gas puede haber provocado un cambio en las condiciones de elasticidad del subsuelo marino, dando como resultado desprendimientos de los techos de las cavernas submarinas donde se alojaría el gas. Estos derrumbamientos son los que habrían liberado presión y producido los temblores.

Como suele ser habitual, el ministro del ramo, José Manuel Soria, aseguró en su momento que poseía constancia de que el proyecto tenía todos los estudios necesarios que garantizaban su seguridad y su viabilidad. La empresa promotora del proyecto también dejó claro que cumplió con todos los estudios previos antes de la construcción del complejo. Es más, fue el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, entonces en manos del PSOE, el encargado de evaluar toda la instalación en 2009, otorgando una declaración de impacto ambiental positiva. Sin embargo, según ha podido trascender, la evaluación de impacto ambiental no tuvo en consideración los riesgos sísmicos que traen aparejados estos proyectos. De hecho, uno de los tramos del gasoducto contemplado en el proyecto no presentó la evaluación de impacto ambiental pertinente. En consecuencia, la recurrente actividad sísmica en la zona ha obligado al ministro de Industria no solo a paralizar las actividades del proyecto Castor, tal como hemos indicado, sino a reconocer la relación directa entre la filtración de gas en la roca y los temblores sísmicos.

De la sucesión de hechos descrita, llegamos a la siguiente cartografía de la irresponsabilidad medioambiental y democrática. Unas particularidades que se repiten con demasiada frecuencia en muchos proyectos, también con las prospecciones en Canarias:
  • A priori se cuenta con estudios que aseguran la viabilidad y seguridad del proyecto. Estudios divulgados por los medios con el marchamo de inapelables o irrefutables que le otorga la empresa responsable del proyecto y las administraciones públicas encargadas de su vigilancia.
  • Declaraciones de Impacto Ambiental favorables al proyecto, independientemente del color político del gobierno de turno. Un análisis crítico de esas declaraciones revela importantes irregularidades y deficiencias en su gestación, lo que demostraría su fraudulencia.
  • Actuación negligente de los organismos públicos encargados de supervisar el proyecto así como de velar para que no se produzcan afecciones medioambientales sobre el territorio.
  • Escasa o nula asunción de responsabilidades por parte de los cargos públicos encargados de valorar la idoneidad o supervisar el desarrollo de estos proyectos.
  • Caso omiso a las manifestaciones organizadas por plataformas ciudadanas contra el proyecto. Voces ciudadanas que se ignoran completamente, que se estigmatizan y de las que no se tiene en cuenta ni su opinión, ni sus argumentos, ni sus alternativas.
  • Arbitraje de medidas compensatorias al proyecto que solo persiguen ocultar esas críticas y contentar con simples migajas a una población que en caso de catástrofe será la principal damnificada. Unas medidas compensatorias que en muchas ocasiones se imponen, sin debate público previo con los damnificados.
  • Infravaloración de potenciales riesgos ambientales de consecuencias imprevisibles, bien porque se ignoran deliberadamente en virtud de la buena consecución del proyecto, bien porque se desconoce el comportamiento biológico o geológico del entorno donde se ubica el proyecto. En consecuencia se socializan los riesgos.
  • No aplicación del principio de precaución, lo que sería aconsejable en virtud del desconocimiento de los potenciales riesgos inducidos y sus consecuencias.
  • Proyectos de dimensiones colosales, que requieren de una inversión enorme que, sin embargo, no generan gran volumen de empleo. Además, se trata de proyectos que por exigir un gran esfuerzo económico y en un clima de profunda crisis no son sometidos por los poderes públicos a una reconsideración colectiva de su necesidad social, lo que resulta sorprendente en un contexto de recortes en otras áreas vitales para la sociedad.
  • Se traslada a la opinión pública la idea de que no hay otra opción ni respecto a la envergadura de estos proyectos, ni en cuanto a su diseño, ni en cuanto a su emplazamiento. Ideas insuficientemente justificadas.
Muchas de estas características son fácilmente identificables en la problemática de las prospecciones petrolíferas frente a Canarias. Esperemos que no tengamos que lamentar ninguna catástrofe medioambiental.