jueves, 31 de octubre de 2013

Canarias entre la corrupción y el desempleo


Aquí no dimite nadie porque los mecanismos para exigir responsabilidades están atrancados, no porque no haya “cultura de la dimisión”. 


Con la corrupción pasó lo mismo. Pasa lo mismo. Su presencia se percibía en todos los estamentos que conforman la sociedad canaria; la política, el empresariado, los medios de comunicación. Esto no lo decimos nosotros, los casos Tindaya, Las Teresitas, Unión, Jable, Eólico, Tebeto, Emalsa….dan cuenta de ello por sí solos. Pero lo más increíble de la corrupción no era que esta ocurriera sino que, ocurriendo, no pasaba nada. Todo seguía igual. Nadie dimitía, más allá de algún cargo de segunda categoría. Ninguno asumía responsabilidades. Los aparatos políticos y empresariales protegían a sus infractores. Algunos hasta los justificaban. ¡Viva el corporativismo!

Eso sí, ninguno escatimaba en propaganda para acusar a los otros de ser la quintaesencia de la corrupción. Incluso los ciudadanos, no todos pero sí un buen número, continuaban votando a los mismos. Y todo seguía igual. Entonces la corrupción se hizo norma, si es que ya no estaba normalizada; Urbaser, La Mareta, Góndola, Mogán, Arona, Faycán, Brisan, Torres del Canódromo, Catis, Hemodiálisis, Montaña Morera, Fórum, Facturas, Salmón… y Canarias se convirtió en la segunda región española con más casos de corrupción por número de municipios. Evidente síndrome que revelaba, que revela, el grado de descomposición de este sistema de organización social.

Padylla
Con el desempleo en Canarias es igual. Se extiende lentamente como una mancha de un potente corrosivo, desarmando las expectativas de vida de las familias, empujadas a la exclusión sin alternativa y sin un sistema de protección social solvente. La última EPA arroja la inquietante incorporación al colectivo de parados de 22.000 personas más. Y no pasa nada. Eso sí, todos tienen la culpa, el gobierno central por los recortes y un sistema de financiación injusto, los sindicatos por ser corporativistas (por cierto, ¿Dónde están los sindicatos canarios?), los empresarios por no contratar a desempleados canarios. Hasta los mismos desempleados son culpables por no formarse lo suficiente y no desplazarse a aquellos lugares donde hay empleo en las Islas. En Tenerife, hasta van a poner un tren para que esto último ya no sea excusa.

Todos culpables salvo el grupo de gobierno que durante veinte años (en otras instituciones llevan tres décadas) ha ocupado el gobierno de la Autonomía a conveniencia y con la connivencia de conservadores y progresistas. Una forma de gobierno, un régimen al fin y al cabo, que ha institucionalizado el autoritarismo, el clientelismo, la opacidad, los privilegios de un sector concreto de la economía, la desigualdad como forma de convivencia, la economía sumergida, el fraude, el monocultivo productivo, el subvencionismo,…. Y el paro avanza hasta el 35,12%. No lo decimos nosotros, lo dicen los casi 395.000 individuos desempleados de la EPA ¡Pero si podrían formar un partido político y ganar las próximas autonómicas!

En un momento en el que Canarias necesita que sus responsables políticos generen un marco de relaciones de colaboración y diálogo inclusivo con todos los estamentos de la sociedad, admitiendo sus errores de forma honesta para poder resolverlos, lo que obtenemos es negación de la realidad y victimismo. ¡Qué desvergüenza! Como si lo que ocurre en las Islas no fuera con ellos.

Corremos el riesgo de que Canarias se transforme en una región profundamente empobrecida y desigual. Ya lo era antes de la crisis por su particular estructura productiva y las relaciones de poder que operaban y continúan operando en su interior. Pero lo que estaría consolidándose ahora es una sociedad desecha y desarticulada a todos los niveles, en el ámbito de la educación y la sanidad, en la esfera social, desde el punto de vista cultural, medioambientalmente,…

Habría que construir de forma colectiva canales de resistencia y protesta contra las agresiones de este sistema más allá de las manifestaciones al uso. Deberíamos reconocernos todos los damnificados de esta crisis, de este gobierno de perdedores y de la sedicente oposición que le hace el juego, para desarrollar vías de colaboración, ayuda mutua y autogestión. Pero sobre todo habría que armar una alternativa solvente, de carácter ciudadano y participativo, a lo que el tripartito CC-PSOE-PP ofrece en las Islas una vez y otra también. ¿Cuándo empezamos? Es urgente. De lo contrario no pasará nada, salvo el colapso.

2 comentarios:

  1. Normalmente, resulta muy difícil destacar algún post de este estupendo sitio. Pero creo que esta vez se impone la excepción. Un magnífico y oportuno texto.

    http://www.lacasademitia.es/articulo/politica/canarias-corrupcion-y-desempleo-oikos/20131106075648023331.html

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    1. Gracias por tu comentario Chema y por tu gran labor de difusión

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