sábado, 18 de junio de 2011

Responsabilidad; esa especie en peligro de extinción


Responsable: Dicho de una persona: Que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.

Segunda acepción del término responsable.
Real Academia de la Lengua Española

A nivel internacional ha quedado demostrada la ineficacia de la estrategia europea para alentar la recuperación económica mediante la imposición de severos planes de austeridad. Parece que la fórmula austeridad económica, luego confianza, luego empleo, no solo no es cierta sino que es un síntoma claro de la incompetencia de esta clase política para resolver una grave situación económica que amenaza con una larga época de estancamiento y una nueva crisis financiera en Europa si Grecia quiebra.

Esta y no otra parece ser la conclusión más lógica si tenemos en cuenta las deliberaciones de los responsables de la UE (básicamente Alemania y Francia) sobre las condiciones para imponer un segundo rescate económico al país heleno (La eurozona pugna por encontrar el encaje del sector privado en el rescate de Grecia. El País. 14.06.2011). Si existe un segundo rescate es porque el primero ha demostrado su inanidad. Pero cabe otra pregunta. ¿Quién garantiza que el segundo rescate no fracasará como el primero?. La pregunta no es baladí puesto que, como se sabe, estos rescates van acompañados de una batería de medidas brutales de ajuste. Las conversaciones en la UE que se han desarrollado estos días al más alto nivel, donde se dilucidaba que la banca participara voluntaria u obligatoriamente en este hipotético nuevo rescate de la economía griega, son de risa. ¿De verdad alguien pensaba que la banca iba a participar voluntariamente en la relajación de las condiciones de rescate griegas? La simple exposición de esta problemática en estos términos indigna y es una muestra rotunda del poder de esa élite económica que fagocitó la esfera política hace mucho tiempo.

Hace un año las mentes clarividentes del gobierno español impusieron un plan de austeridad inédito en toda la historia de la democracia española basado en una fuerte reducción del gasto público. (El gobierno baja el sueldo a los funcionarios y quita el cheque bebe. Público. 12.05.2010). Un gesto que se interpretó por muchos como un giro hacia la derecha del PSOE y como la sumisión española a los dictados economicistas de los llamados mercados internacionales para resolver una situación económica a la deriva. Un severo correctivo que ha afectado drásticamente al gasto social (que es uno de los más bajo de la UE-15) y por tanto a las clases populares. Una política más emparentada con la derecha que luego se intensificó con la subida de algunos impuestos indirectos como el IVA y que en este espacio bautizamos en su momento como la hora del sacrificio social.

¿Dónde estamos un año después? A tenor de lo que nos presentan los principales indicadores sociales, estamos igual o peor que hace un año, con el añadido de que el partido del gobierno ha perdido el respaldo de la ciudadanía en las administraciones locales. Por tanto, aquí también tenemos la versión nacional de la completa inutilidad de los planes de ajuste ideados por el gobierno para reconducir la debacle económica. El colmo llega cuando la totalidad del establishment político, económico y mediático de este país exige a los impulsores del 15-M medidas claras para resolver un dislate de proporciones globales que aquéllos han provocado y cuya impericia para resolver es manifiesta.

Ante esta situación cabe preguntarse sobre la responsabilidad de quienes han sido los promotores y arquitectos últimos de todos estos desaguisados económicos. El diccionario de la Real Academia de la lengua nos indica que la responsabilidad es aquella cualidad de ser responsable, esto es, aquello que está obligado a responder de algo o por alguien. ¿Se responde ante algo o alguien hoy en día? He aquí una de las grandes cuestiones de una época, esta que nos ha tocado vivir, donde la responsabilidad no solo podemos considerarla como una especie en claro peligro de extinción, también se han creado sutiles mecanismos para que la asunción de responsabilidades por parte de agentes públicos o privados se diluya y/o se difumine al igual que los derivados financieros distribuyeron hábilmente los riesgos por el sistema financiero, para llegar a la economía real dejando indemne a quienes han provocado estos destrozos económicos, la gran banca.

¿Es responsable acometer una serie de reformas económicas y sociales sin que figuren en el programa electoral de las formaciones políticas que las promueven? A nuestro juicio no y no es suficiente con aportar el argumento de que la actual situación de crisis económica así lo exige. Ni moralmente, ni desde el punto de vista de la legitimidad democrática, existen razones que justifiquen dichas acciones porque tienen el agravante de realizarse a costa de las clases más populares como ha indicado la experiencia y porque se realizan una vez que el partido ha llegado al gobierno, sin hacer mención de ellos durante la campaña. Lo hicieron los conservadores en Inglaterra y pasará en España. ¿Alguien ha escuchado cuáles son las propuestas del PP para reconducir esta situación antes de los próximos comicios nacionales?. ¿No es esto una verdadera falta de responsabilidad?

Frente a las contribuciones presuntamente altruistas al mejoramiento social, económico y ambiental del poder empresarial a través de la proliferación de eso que se ha dado en llamar la Responsabilidad Social Corporativa o la filantropía de algunos personajes bien posicionados, lo cierto es que vivimos en un entorno donde la irresponsabilidad es un precepto convertido en ley implícita. Y en el mundo de la política ocurre otro tanto. Escuchamos continuas apelaciones a la responsabilidad por parte de unos señores, los políticos, que no dudan en protegerse entre sí cuando los tribunales les imputan delitos de corrupción. ¿Qué son si no una evidente irresponsabilidad, las gratuitas pasarelas de políticos y empresarios entre las esferas política y económica con aparente normalidad, tan usuales hoy en día que ya ni son noticia en la prensa?

En Canarias tenemos nuestra particular dosis de ausencia de responsabilidad. Hemos padecido un gobierno que no es capaz de articular un programa claro para sacar a Canarias del marasmo del desempleo. Se acometen recortes sociales sin pudor, con un consenso discutible y sin que dichos recortes figuren en los programas de esas formaciones que detentan el poder. Si echamos un vistazo a los cargos políticos que han sido elegidos en las últimas elecciones, veremos toda un ristra de personajes imputados que han logrado acceder a importantes cuotas de poder político. (Los imputados de Canarias logran mantenerse en las instituciones. Canarias Ahora. 24.05.11). Es la presunción de inocencia, se nos dice con insistencia mientras la Democracia se degrada y se desvirtúa. Pero aquí nadie dimite. ¿Dónde están los responsables? Puede ser una pertinente pregunta. Otra puede ser cómo hacer para que el concepto de responsabilidad vuelva a impregnar nuestra sociedad.

En primer lugar, urge fortalecer los mecanismos jurídicos encargados de sancionar contundentemente todos aquellos actos que impliquen una dejación de responsabilidades por parte de sus protagonistas. Lo que está directamente emparentado con la necesidad de endurecer las penas contra delitos en los que se haya demostrado algún conflicto de intereses.

En segundo lugar, parece imperativo introducir más y desde luego, de mejor modo, al conjunto de la ciudadanía en la toma de decisiones públicas. La presencia de la ciudadanía en la esfera política por medio de mecanismos participativos más efectivos, garantizaría balancear las cuotas de poder económico y político que hoy en día influyen excesivamente en la toma de decisiones.

En tercer lugar, un verdadero estado democrático se preocuparía por activar y fortalecer a la Sociedad Civil a través de una apuesta decidida por la educación en valores cívicos. Crear ciudadanía y sujetos políticos mediante la promoción de la discusión argumentada, los espacios de reflexión abiertos, el conflicto dialéctico pacífico entendido como la herramienta que facilitaría la integración de la diversidad,…Todos son elementos previos a la acción y a la transformación social que parecen básicos para exigir a nuestros representantes y a los agentes privados las responsabilidades que les corresponden. Una Sociedad Civil enérgica y robusta es expresión de una democracia de alta calidad.

En cuarto lugar, es imperativo avanzar en métodos de transparencia pública. La opacidad es sinónimo de irresponsabilidad al encubrir comportamientos incorrectos e ilegítimos. Las nuevas tecnologías poseen grandes potencialidades en este aspecto y utilizadas adecuadamente permitirían ganar en transparencia.

Hay muchas más iniciativas pero parece que la responsabilidad seguirá siendo una especie en peligro de extinción salvo que la Sociedad Civil se levante en masa.

Imagen 1: Sede del Banco Central Europeo en Francfort. Uno de los responsables de los planes de ajuste. En El Mundo
Imagen 2: Manifestación contra el PGO de Santa Cruz de Tenerife. Una forma de solicitar responsabilidades. En Plataforma vecinal contra el PGO

1 comentario:

  1. http://lacasademitia.es/2011/06/responsabilidad-esa-especie-en-peligro-de-extincion-por-el-oikos/

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