viernes, 27 de enero de 2012

¿Por qué no se crea empleo en Canarias?

  
Por eso hay que dar prioridad al incremento de la producción local y de proximidad, a la ecológica y ahorradora en energía, transporte y materiales. Eso significa que hemos de aprender a medir y a dar valor de otro modo a las cosas que necesitamos utilizando otros indicadores y variables para gobernar la vida económica y tomar decisiones.

En Hay Alternativas, Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón nos muestran que uno de los problemas estructurales que hay detrás de esta crisis es la creciente desigualdad de rentas que se detecta en la economía española. De forma didáctica lo simplifican indicándonos que la creciente brecha entre las rentas del trabajo y del capital ha debilitado la demanda interna por medio de dos fenómenos. Por un lado, la continua pérdida de peso de los salarios en la renta nacional durante las últimas décadas ha mermado el consumo interno, obligando a muchas familias a acudir al crédito bancario para mantener sus niveles de consumo. Una práctica que trajo como consecuencia un incremento desproporcionado de su endeudamiento. Por otro lado, el incremento exponencial de los beneficios empresariales permitió a unos pocos y privilegiados agentes económicos disponer de ingentes cantidades de dinero ocioso que no se invirtieron en actividades productivas generadoras de empleo. Se destinaron a actividades especulativas de gran rentabilidad a corto plazo, alto riesgo y escasa creación de puestos de trabajo.

La confluencia de estos dos fenómenos ha provocado que la élite empresarial haya aumentado su poder de influencia en España, al tiempo que se somete a los trabajadores por medio de la pinza del desempleo y el endeudamiento, limitando su capacidad de reacción para revertir una situación social claramente injusta. Un diagnóstico de la situación actual acertado puesto que la crisis no es solamente económica. Al poner el acento en la profundización de la desigualdad se nos dice que hay elementos sociales, morales y hasta ambientales que han sido dinamitados por una forma de actuar que se aleja de ser democrática. Por tanto, la salida de la crisis mediante medidas exclusivamente centradas en el ámbito económico no bastan. Las iniciativas dirigidas a superar la crisis deben perseguir la recuperación de la renta salarial, la eliminación de los privilegios que disfruta la élite empresarial, así como reequilibrar el poder de los diferentes grupos sociales que conforman la sociedad (Pág. 96 - 102). Todo ello auspiciado por el fortalecimiento del sector público como agente dinamizador de la economía y garante de una justicia económica y social. En España tanto el empleo público (solo el 13%) como el gasto público (72-75%) están muy por debajo de la media de la UE-15. Existe margen de recorrido para darle un mayor protagonismo al sector público.

Bajo esta interpretación de la situación y ante la reciente publicación de los dramáticos datos de la EPA, lo que sigue es casi un decálogo de las causas estructurales que pueden explicar por qué en Canarias el empleo ni se crea ni se transforma, se destruye:

1. Una democracia autonómica incompleta.
Dice el profesor Vicenç Navarro que una democracia incompleta trae como consecuencia un bienestar insuficiente, si bien la relación inversa también es válida. Canarias es una de las regiones menos democráticas de Europa por tener un sistema electoral claramente injusto patrocinado por una ley electoral donde, entre otras deficiencias, mantiene una dañina doble barrera electoral, se da la circunstancia de que el 17% de la población canaria elije al 50% de los parlamentarios y donde la representación de las diferentes sensibilidades políticas de Canarias en su parlamento autonómico es nula. En el caso canario la relación argumentada por el profesor Navarro es inapelable. El principal síntoma de ello es la monocorde posición ideológica de su parlamento. Los tres partidos mayoritarios proporcionan las mismas soluciones a los problemas de la ciudadanía canaria. Es lo que algunos llamamos el tripartidismo que ha logrado que la pluralidad política en Canarias sea nula. Las numerosas Iniciativas Legislativas Populares (ILP) promovidas por muchos colectivos sociales pero que han sido rechazadas o ni siquiera discutidas por el Parlamento Canario es otra prueba irrefutable de la democracia incompleta que campa libremente en Canarias. Hay colectivos sociales insatisfechos con los grandes partidos políticos. La resistencia de la máxima institución democrática de Canarias a abrirse a propuestas extraparlamentarias influye negativamente en la creación de puestos de trabajo. Se discriminan así otras formas de configurar el modelo económico canario que podrían cristalizar en la creación de nuevos negocios que permitirían reconducir el crecimiento y el empleo de su economía.

Parque eólico de Granadilla. Tenerife
2. Una economía poco productiva y de escaso valor añadido.
La construcción, el turismo y los servicios son actividades, en general, de bajo valor añadido puesto que su capacidad de introducir innovaciones es escasa. Además, el modelo productivo canario se ha construido sobre una dependencia excesiva del capital público en forma de subvenciones y ventajas fiscales. De su aplicación no se ha beneficiado de forma equitativa toda la población y las empresas. Y son estas y no otras las actividades locomotoras de la economía canaria. Unas actividades intensivas en mano de obra, de baja productividad, dependientes de decisiones políticas coyunturales, vulnerables al ciclo económico y por tanto profundamente vinculadas con los vaivenes de la situación económica mundial. Se ha perdido la oportunidad de impulsar actividades de recuperación de las medianías y zonas agrícolas que han quedado abandonadas como modo de impulsar la producción local y avanzar en cierta soberanía alimentaria que nos haría menos dependientes del exterior. Además de ser una fuente potencial de empleo, el impulso de actividades agrícolas respetuosas con el medio natural permitiría valorizar el paisaje canario. Una iniciativa que podría ser una vía para reconducir una actividad turística centrada solo en el modelo de sol y playa. Las declaraciones de algunos representantes políticos canarios que mantienen que la construcción y un turismo basado en atraer más visitantes son los que devolverán la economía canaria a la senda del crecimiento, son irresponsables y además eluden el necesario y urgente cambio que se debe acometer en un modelo productivo que se ha agotado. Una cuestión a la que los poderes públicos no le quieren prestar atención es al hecho constatado de que hemos superado un limite físico y ambiental, lo que en un territorio limitado y frágil como el canario tiene un impacto añadido. Es materialmente imposible que se regrese a las tasas de crecimiento de hace una década basándonos en construir más viviendas, trazando más carreteras o facilitando la entrada masiva de más turistas. Por tanto, es imprescindible comenzar a reorientar el modelo productivo canario hacia aquellas actividades que incorporen valor añadido y para las que la economía canaria posee evidentes ventajas competitivas. Estas son las vinculadas al medio ambiente, las energías renovables, la agricultura ecológica, la cultura y en general todas aquellas actividades que faciliten un uso más equitativo, sostenible y democrático de los recursos con los que ha sido dotada la economía y la sociedad canaria.

3. Nichos de empleo en el sector de las energías renovables y el medio ambiente.
El denominado Plan 20/20/20 de la UE pretende luchar contra el cambio climático recortando un 20% las emisiones de dióxido de carbono, mejorando la eficiencia energética otro 20% y generando el 20% de la energía bajo procedimientos renovables. Todo ello teniendo como fecha límite el año 2020. Existen infinidad de oportunidades de empleo y de negocio en los tres campos mencionados, muchas de ellas relacionadas con alto valor añadido y la cualificación de los recursos necesarios. Máxime en un territorio como el de Canarias que disfruta de uno de los mejores climas del mundo con unas condiciones privilegiadas para ser líder mundial además de concentrar el mayor número de parques naturales en una autonomía. Y sin embargo, en Canarias, con una dependencia de los combustibles fósiles que supera el 90%, con unos hábitos de movilidad centrados en el vehículo privado claramente insostenibles y con una compañía eléctrica que opera quemando combustibles fósiles en régimen de monopolio, se prefiere seguir ignorando las enormes ventajas que el sector de las energías renovables podría traer a las islas. Se continua apostando con poco rigor y mucho interés particular por iniciativas que apuntalan una economía dependiente de los combustibles fósiles que traerá aparejado riesgos de toda índole. Frente a la oportunidad de apostar por un futuro económico basado en las energías limpias se prefiere seguir creyendo en las debilidades de un modelo energético obsoleto. Se desdeñan así las enormes posibilidades que podrían proporcionar a la economía y la sociedad canaria actividades relacionadas con el respeto y el cuidado del medio ambiente. La suspensión de los incentivos a las energías renovables recientemente decretadas por el gobierno central no facilitan su expansión en Canarias y es una muestra más de lo que en breve comentaremos, el poder del que disfrutan ciertos grupos económicos y que les permite sacar adelante propuestas que van en contra del beneficio social.

Responsables de Banca Cívica 
4. Dañina influencia de grupos de poder locales.
Alguna anomalía debe existir cuando un buen número de proyectos de infraestructuras urbanas, de transportes o comerciales, se han acometido por toda la geografía canaria sin contar con un argumentario sólido y cuya necesidad social ni se ha explicado, ni se ha demostrado sólidamente. Al contrario, en todos los casos se les otorga por parte de las autoridades públicas el marchamo de proyectos de interés general, interés público de primer orden o alguna otra etiqueta que logra venderse luego como imprescindible ante la opinión pública. Y qué casualidad; una vez construidos se destapan como proyectos ruinosos donde los beneficios proyectados para la comunidad brillan por su ausencia, los costes se disparan, la afección medioambiental es enorme y alrededor de todos ellos se detectan movimientos especulativos de gran calado económico, gran opacidad y alta vinculación con la esfera inmobiliario-urbanística de las islas.
Lo que demuestran estos comportamientos es la importante influencia que determinados agentes de la sociedad canaria ejerce sobre los decisores políticos. Orientar en beneficio propio las grandes cuestiones políticas que afectan a la ciudadanía canaria es su objetivo. Una influencia ejercida mediante conexiones muy estrechas entre el poder económico local y la élite política, directamente o por medio de comportamientos lobbystas . Conexiones que en no pocas ocasiones han derivado en sonados escándalos de corrupción para los que aún no se conocen acciones punitivas que restauren la justicia social. Un fenómeno que tiene una influencia directa en la ausencia de creación de empleo. Los caciques locales que deciden qué, cómo y cuánto conviene a la ciudadanía, están más preocupados por maximizar sus inversiones personales para aumentar su riqueza que en crear actividades productivas, cuyos beneficios reviertan en la comunidad en forma de empleos de calidad y/o bienestar colectivo. Y quiénes son esos grupos de poder: básicamente grandes empresarios vinculados a las actividades de la construcción de viviendas y de infraestructuras viarias, las actividades turísticas, la sanidad privada, la generación de energía, el comercio minorista, inversores extranjeros….

5. Poder de la élite financiera local.
Entre las principales funciones que deben cumplir las entidades financieras destaca la de servir de intermediarios garantizando el flujo de recursos desde los agentes con excedente hasta los agentes con necesidades de financiación. En la actualidad uno de los problemas que presenta la economía española es la restricción en el flujo del crédito. La economía canaria no es una excepción a estas dinámicas mundiales. Las operaciones en los circuitos financieros han dejado de ser la contrapartida de los intercambios de bienes y servicios para transformarse en un espacio de innovación de derivados financieros que buscan ser rentabilizados en el menor tiempo posible. También en Canarias ha quedado desvirtuada la función de la banca comercial. Las dos cajas insulares han estado muy vinculadas a la burbuja inmobiliaria mediante la financiación de promociones de viviendas de toda condición así como operaciones inmobiliarias de gran calado urbanístico. Operaciones que quedan muy lejos de su natural función. El caso Las Teresitas en Tenerife es un buen ejemplo de ello. En Canarias se perdió la oportunidad de crear una entidad financiera de ámbito autonómico con la fusión de las dos cajas de ahorro provinciales. La creación de una entidad de inspiración semipública dedicada a recuperar las funciones tradicionales de la banca comercial, garantizando el crédito a todas aquellas actividades económicas desarrolladas en el territorio canario tuvo que haber sido un objetivo irrenunciable del poder político. Una entidad financiera vinculada al desarrollo regional y local canario que contribuyese a la creación de riqueza, empleo y bienestar. En cambio, nuestros responsables políticos ni siquiera plantearon una estrategia en este sentido. Ambas cajas optaron por opciones diferentes quedando integradas en procesos de fusión que, además de realizarse de forma opaca puesto que no ha trascendido su exposición a la burbuja inmobiliaria, han dado como resultado gigantes bancarios que maximizarán los dividendos de sus accionistas pero que han abandonado sus funciones como generadores de riqueza colectiva, perdiendo su identidad y su vinculación al territorio isleño. Unos monstruos financieros que seguirán creciendo.

Centro Comercial El Muelle. Gran Canaria
6. Deterioro de las pequeñas y medianas empresas.
En España más del 75% del empleo es generado por las Pymes. Canarias no se comporta de forma diferente y la restricción del crédito que el sistema financiero ha impuesto obstaculiza su supervivencia en un entorno económico fragmentado y aislado del mercado nacional. Dadas las condiciones económicas de hoy en día, prácticamente ninguna empresa puede iniciar su actividad sin contar con una línea de crédito. La entrada de empresas de gran tamaño en el mercado canario, alentada por los poderes públicos, es otro de los obstáculos con los que ha tenido que lidiar la Pyme canaria con resultados adversos. La actividad de las empresas de gran tamaño no depende de financiación bancaria puesto que su fortaleza financiera es mayor. Cuentan con liquidez sobrante o con capacidad para emitir acciones u otros títulos para recibir fondos. Un estudio realizado por ESADE indica que Canarias es una de las comunidades autónomas donde más Pymes han sucumbido a la virulencia de la crisis.
El desembarco de las multinacionales, sobre todo en el sector de la gran distribución durante los 90, (Carrefour, Alcampo, Decathlon, LeRoy Merlin,…) ha provocado que las islas mantengan una densidad comercial superior a la media nacional, medida por los m2 de Superficie Bruta Alquilable por cada 1.000 habitantes. ¿Cuánto empleo correspondiente al pequeño comercio se ha destruido? ¿Cuántos negocios de la industria minorista canaria han desaparecido por la imposibilidad de competir con las grandes superficies comerciales? ¿Qué responsabilidad tienen estas grandes compañías en el vaciamiento del pequeño tejido comercial urbano a través de la creación de polos comerciales hipertrofiados?
Las cooperativas de trabajo son organizaciones de la economía solidaria que están resistiendo mejor la crisis actual. Un sector propicio para la creación y fomento de este tipo de negocios es el agrícola. En Canarias, en cambio, el sector agrícola pierde terreno en favor de un urbanismo feroz y sin límites.

7. La RIC, privilegio fiscal para la élite empresarial.
Uno de los privilegios de los que se beneficia la élite empresarial canaria es la Reserva de Inversiones (RIC). La RIC es un instrumento fiscal que contempla una reducción en la base imponible del Impuesto de Sociedades con el límite del 90% del beneficio no distribuido. A cambio de ese ahorro fiscal, la empresa adquiere un compromiso de inversión con la Administración en activos que generen empleo y faciliten el desarrollo económico de Canarias por la cantidad dotada. Teóricamente la RIC era un buen instrumento si el flujo de dinero exento de pagar el impuesto de sociedades se destinaba a crear empleo de calidad, a apuntalar un nuevo modelo productivo o a proteger un territorio natural esquilmado. La realidad en cambio ha demostrado que en los más de 15 años de aplicación de este instrumento los resultados han sido muy negativos desde un punto de vista económico, social y ambiental. En general los fondos RIC optaron por dos vías:
a- Un 65% de los fondos con cargo a la RIC se invirtieron en activos fijos de las empresas, es decir, equipamiento y modernización, así como nuevas edificaciones. Construcción de nueva planta turística en zonas ecológicamente sensibles han proliferado al aplicar unos fondos ociosos que buscaban la máxima rentabilidad económica. Se apuntalaba un modelo económico altamente dependiente del sector de la construcción e intensivo en servicios turísticos con las negativas consecuencias sobre el limitado territorio canario.
b- Un 25% de los fondos se emplearon para suscribir deuda pública emitida por la Comunidad Autónoma, los Cabildos de Gran Canaria y Tenerife, lo que en esencia supone una perversión del instrumento. Ha permitido que la élite empresarial pase a financiar a la Administración Pública al tiempo que ésta ha renunciado a recaudar una importante cantidad de recursos. El año que se dotó más fondos RIC fue el 2006 con 2.300 millones de €, lo que supone un tercio del presupuesto de gasto consolidado para Canarias para este 2012. Pensemos en el gasto en Sanidad o Educación que se ha dejado de efectuar para mejorar sus servicios, equipamientos, reducción de listas de espera, dependencia....como consecuencia de que se ha dejado de ingresar en las arcas públicas tal cantidad de recursos.
Por tanto la RIC no ha servido correctamente al objetivo para la cual se fundó, la creación de empleo, sino que ha sido un instrumento perverso que ha apuntalado el poder de quienes se han acogido a sus privilegios.

8. Una desigualdad creciente tras décadas de jefatura conservadora.
La Encuesta Anual de Estructura Salarial 2009, la última publicada por el INE y que realiza una estimación de la ganancia bruta anual por trabajador, nos muestra algunas pistas. Una de sus demoledoras conclusiones es que el salario medio anual más alto por comunidades autónomas se da en el País Vasco con 26.162,45€. El de Canarias con 18.926,36€, un 72,36% respecto al del País Vasco, es el más bajo de todo el territorio nacional. Esto sin considerar los recortes realizados por los gobiernos del PSOE y del PP en los dos últimos años. Recortes claramente en contra de los intereses de la clase trabajadora. Un reciente estudio llega a conclusiones similares mostrando que la mitad de los asalariados canarios cobra menos de 1.000 euros. Por actividades económicas, los salarios más bajos se registraron en el sector de la Hostelería con 13.996,70€, un sector directamente vinculado al ámbito turístico, principal actividad en Canarias. Según Cáritas en 2011 aumentó un 20% el número de familias canarias que le solicitaron ayuda. Esta organización estima que un 32% de los canarios vive por debajo del umbral de la pobreza. Todo ello sin mencionar el indicador más dramático de la economía canaria, la tasa de paro. Tal y como ha mostrado el dato de la EPA correspondiente al último trimestre de 2011, Canarias mantiene la segunda mayor tasa de paro de España con un 30,93% y 342.000 desocupadas. Por tanto, en Canarias no se trabaja a favor de la recuperación de las rentas salariales, no se crea empleo y además se profundiza en el deterioro de los indicadores de desigualdad. Las bajas rentas salariales, el desempleo y la desigualdad configuran un mercado interno raquítico y débil, lo que tiene directa influencia en la demanda interna, motivador del crecimiento y de la creación de empleo.

9. La educación, una inversión de futuro desdeñada.
A pesar de la mejora de los principales indicadores del sistema educativo en Canarias respecto a la época de la transición, Canarias presenta un déficit importante en recursos humanos cualificados capaces de liderar la demanda que están realizando sectores punteros en tecnología. Los recortes en el gasto autonómico en educación suponen un torpedo en la línea de flotación de la educación pública, cuya calidad es de las más bajas de las regiones de la OCDE participantes en los informe PISA. El último informe PISA, el del año 2009 presenta para Canarias unos resultados en comprensión lectora, competencia matemática y competencia científica por debajo de la media española y por supuesto muy por debajo de las regiones OCDE que participan en el informe (Pág. 165-170).
Igualmente alta es la tasa de fracaso escolar en Canarias situada por encima del 30%, por encima de la media española y a años luz de la media europea.
Para salvar las incertidumbres del futuro, para afrontar los riesgos de un mundo más complejo, son necesarios individuos con una formación sólida directamente emparentada con las necesidades demandadas por un entorno social más competitivo e innovador. En una región como Canarias cuya actividad principal es el turismo, los idiomas son fundamentales y sin embargo también estamos por detrás de los estándares europeos en este tipo de formación. La educación es una inversión de futuro que en Canarias no se toma en serio. En concreto, el deterioro de la educación pública es un factor que influye en la desigualdad y por tanto en la creación de una oferta de trabajo cualificada preparada para ocupar los puestos de trabajo generadores de valor.

Revertir el desempleo masivo que experimenta Canarias exige atacar con decisión y un claro plan de actuación en cada uno de estos ámbitos. Sin embargo, no parece que nuestros responsables políticos estén en ello a pesar de que llevan casi 20 años en la poltrona.

domingo, 15 de enero de 2012

Breve nota sobre un discurso prescindible

 
Desconocemos si la audiencia de la que goza el discurso con el que el presidente del gobierno canario mortifica a los isleños anualmente es alta o baja. Hemos de decir que en fechas tan señaladas no conviene perder el tiempo de forma tan banal. Quien les escribe sí se molestó en leer la transcripción que algunos medios escritos hicieron del mismo en días posteriores, después de que algunas redes sociales que están haciendo un trabajo estupendo en Canarias, criticaran ciertas frases memorables del máximo mandatario que, como otras muchas, pasarán a formar parte de los anales de la retórica política. Al leer dichas críticas nos asaltó la curiosidad y no quisimos dejar pasar la ocasión de volver a conocer un diagnóstico tan desacertado de la realidad canaria.

En su discurso de fin de año el máximo responsable canario no solo se contentó con declarar que estamos haciendo bien las cosas respecto a las medidas aplicadas contra la crisis y la creación de empleo. También dijo que los canarios sabemos hacer bien las cosas y que, de hecho, hemos hecho bien las cosas. En definitiva, ausencia absoluta de una autocrítica constructiva con lo realizado en el pasado y también en el presente más inmediato. Algo que le compete exclusivamente a este gobierno conservador e inoperante que sufrimos desde hace casi dos décadas. Nos preguntamos si el Ejecutivo conoce de verdad la realidad canaria, si la ignora descaradamente o pretende crear una ficción mediática cuyo objetivo último es ocultar los hechos.

Admitir que a Canarias le cuesta reducir sus índices de paro por su condición alejada e insular supone enfocar equivocadamente el problema. Significa, además, aceptar de forma acrítica, inmovilista y manipuladora que la economía canaria parte de una situación de desventaja respecto del resto en virtud de unos presuntos defectos innatos e insalvables. La resignación en política es inadmisible porque es sinónimo de incompetencia. Pero peor aún es aparentar resignación porque muestra que no se gobierna para la ciudadanía en conjunto sino para un sector concreto de ésta, normalmente relacionada con las redes clientelares del tándem CC-PSOE. Supone ignorar las enormes ventajas competitivas que existen en Canarias y que se pueden utilizar como palancas de cambio. Un victimismo, aparentado o no, contraproducente que luego no es óbice para reclamar a Europa y a España todo tipo de ayudas económicas y políticas de apoyo. Ayudas que a tenor de los resultados se han aplicado con resultados nefastos para los intereses socio-económicos canarios. Cabe preguntarse, en consecuencia, quiénes son los responsables de una lamentable aplicación de esas políticas, dónde han ido esos recursos que han venido desde Europa y desde el estado Español, qué se puede hacer para reconducir la situación. Si este gobierno no sabe responder a estas preguntas de forma transparente o se considera incapaz de sacarnos del pleno desempleo, más vale que haga las maletas y haga honor a lo que es en virtud de sus resultados electorales, una coalición de fracasados.

Es más que dudoso que el actual ejecutivo canario desconozca la incontestable evidencia de desigualdad social que se apuntala año tras año en Canarias producto de sus propias políticas. Lo que nos lleva a concluir que sus declaraciones, a la luz de los principales indicadores sociales, muestran un enorme interés en ocultar la realidad. En definitiva, este gobierno continúa gobernando exclusivamente para ese sector de la sociedad que está saliendo reforzado de esta crisis; aquellos grupos económicos locales que se benefician de una posición preferente de poder a costa de generar desigualdad social. Para ellos y solo para ellos iba dirigido el discurso, probablemente menos del 3% de los canarios. Probablemente esa haya sido la audiencia que tuvo el discurso.

domingo, 8 de enero de 2012

Intereses privados vs intereses públicos


Son los acusadores, pura paradoja, los auténticos “nonoistas”. Ellos son lo que se oponen, no defienden o no impulsan, pongo por caso, las energías renovables y consideran la sostenibilidad coñazo de rojos.

Es la vieja política de los hechos consumados, en absoluto democrática, que en este caso juega con la confusión entre la legítima aspiración a no despilfarrar recursos públicos en sanidad y el deseo ilegítimo de cambiar un modelo sanitario por otro sin que las gentes se den cuenta apenas…

Hay gestos que dicen más que mil discursos. En la política actual donde predominan las declaraciones sin contenido y con dosis excesivas de grandilocuencia y ceremonia, debemos acudir a las acciones para entender qué, por qué y cómo se toman determinadas decisiones que benefician a un sector exclusivo de la sociedad en detrimento del conjunto de la ciudadanía.

El pasado mes de diciembre conocimos que el Tribunal Supremo (TS) avaló la decisión de la Consejería de Infraestructuras del Gobierno de Canarias de proceder a la ocupación urgente de los terrenos afectados por el cierre del anillo insular, una de las infraestructuras más impactantes que sufrirá Tenerife por imperativo caciquista. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) había anulado en 2008 el proceso de expropiación de terrenos bajo el procedimiento forzoso y urgente. No encontró justificación alguna para entender que el proceso se tramitara por el sistema excepcional de urgencia. Los afectados reclamaban que el procedimiento se desarrollara por el modo ordinario. Las obras, en cambio, se han venido acometiendo en cada uno de sus tramos. Como un tsunami imposible de parar se han construido las plataformas de rodadura, los viaductos que salvan los barrancos de la zona, los túneles que penetran las montañas del área, etc. La envergadura de los trabajos derriba por sí sola cualquier postura en contra y los hechos consumados imposibilitan la restauración de la zona ante una hipotética sentencia a favor de los vecinos afectados que, en este caso, no se ha producido.

Hospital del Norte de Tenerife. En la Voz de Icod de Los Vinos.
¿Cuáles son los argumentos que ha esgrimido la Consejería de Infraestructuras del Gobierno de Canarias para demostrar que dicha actuación era urgente? Según algunas informaciones, la alta siniestralidad de la zona, la elevada intensidad de tráfico, mejorar la seguridad del tráfico y la importancia estratégica de la infraestructura. Pero ¿Bajo qué datos se sustentan esos argumentos? ¿Cómo privilegiar esos argumentos frente a las necesidades ciertas de los vecinos que ven sus terrenos expropiados y ocupados a un precio por lo demás irrisorio? ¿Se dio voz a esos vecinos para que manifestaran sus perjuicios? ¿Se han discutido democráticamente las alternativas con todos los implicados? ¿Se han utilizado como arma arrojadiza esos argumentos para legitimar una megainfraestructura cuyo impacto excede los límites de la comarca donde se implantará?

En la práctica lo que dice el TS es que el beneficio económico y social que proporcionará el trazado de esta infraestructura es superior al perjuicio que sufrirán los 800 vecinos afectados por los trabajos. En última instancia los mismos argumentos del interés general, la importancia social de la obra y la necesidad imperiosa de acometerla porque redundará en el bien común. Razones utilizadas en un sin fin de actuaciones cuya necesidad social ha sido más que discutible. Lo que se ha demostrado en innumerables actuaciones acometidas por todo el territorio nacional al calor de una burbuja, la urbanística y la de infraestructuras, cuyos beneficiarios más directos han sido la burguesía empresarial que las ha impulsado y su efecto más palpable, contribuir a la ruina de este país.

De forma más general cabe preguntarse ¿Cuál es el discurso que sustenta que el tramo Adeje-Santiago del Teide más la conexión con Fonsalía son imprescindibles socialmente para la comarca y para toda la isla de Tenerife? El argumento esgrimido reiteradamente por las instituciones públicas que tiene que ver con facilitar la movilidad de las personas entre el norte y el sur de la isla para fomentar la obtención de empleo, no solo es peregrino, es que no se sostiene en el caso de Canarias que mantiene la segunda mayor tasa de paro de toda Europa y no precisamente por carecer de equipamientos viarios. Otro argumento aportado ha sido la importancia estratégica de la obra. Permitirá facilitar la comunicación de la isla capitalina con el resto de las islas occidentales a través del futuro puerto de Fonsalía. Sorprende el argumento. ¿Realmente depende la conexión entre las islas del desarrollo de una infraestructura que incrementará el tráfico de carácter privado? ¿Se puede facilitar la relación entre las islas capitalinas bajo otras iniciativas más baratas y menos impactantes? En este caso también subyace el Gigantismo, esa costumbre elevada a rango de dogma en Canarias que persigue resolver problemas aportando soluciones más caras, de gran dimensión e irreversible impacto ambiental.

Obras en el Túnel de El Bicho. Anillo Insular. En el Digital Sur.
Podemos ir un poco más lejos aún ¿Cuál es la prueba última que lleva al TS, una institución jurídica de rango nacional, a contradecir la sentencia del TSJC, una instancia radicada en la Islas? ¿Reciben las dos instituciones los mismos argumentos y/o datos para llegar a una resolución justa del caso? ¿Ha tenido en cuenta el TS los efectos sociales y ambientales de dicha actuación?

Frente al cierre del anillo insular, una necesidad imperiosa a tenor de nuestras instituciones, es útil contraponer el reiterado aplazamiento de la construcción de la segunda fase del hospital del norte de Tenerife hasta que las disponibilidades presupuestarias lo permitan, según declaraciones de Margarita Pena, consejera insular delegada del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria. La conexión Adeje-Santiago del Teide salió a licitación con 200 millones de € y se adjudicó por 167. Las modificaciones acometidas hasta el momento sitúan su coste en 190 millones y a buen seguro, superará la cifra de licitación. Para finalizar la segunda fase del hospital del norte se requieren, en cambio, solo 4 millones de €. Esta segunda fase albergará las camas de media estancia, el centro de atención especializada, áreas de consulta, rehabilitación, radiología, administración y apoyo, urgencias.... Se trata de unas instalaciones que contarán con consultas médicas, salas de curas, áreas de observación y cabinas para tratamientos, entre otras dependencias y servicios.

Los puristas/burócratas, seguramente los mismos que a nivel nacional mantuvieron la Constitución sin reforma alguna hasta que se lo pidieron expresamente las instancias europeas sin mediar referéndum, aquéllos que declararon el Puerto de Granadilla y el de Arinaga de interés público de primer orden por imposición caciquista, dirán que se trata de partidas presupuestarias ya comprometidas, que estas cantidades de dinero no pueden tener relación alguna, que el dinero se perdería si no se emplea de este modo, que toca época de recortes y un sin fin de argumentos dirigidos a justificar con escasa solidez por qué razón un hospital, el del norte de Tenerife pero también el del sur, llevan retrasados tantos años. ¿Es legítimo o ético que en una situación de importantes carencias sociales y en un contexto de grave crisis se apueste por determinadas actuaciones, cuyos costes son elevados y sus beneficios no están correctamente justificados, frente a otras cuyo coste es infinitamente menor y su aportación al bienestar social imprescindible?

En Canarias, lo hemos denunciado muchas veces, es como mínimo sospechoso y discutible que todas las actuaciones que tiene que ver con el sector de la construcción y las infraestructuras son capaces de superar cualquier obstáculo, por insalvable que parezca a priori. Por el contrario todo aquello que tiene que ver con contrastadas necesidades básicas se estancan, se paralizan o se eternizan. Nos parece que lo que ocurre en Canarias desde hace mucho tiempo es que las necesidades privadas se anteponen a las de carácter público. Lo que tiene que ver con que la élite empresarial promotora de este tipo de megainfraestructuras tiene relación directa y sin cortapisas con los que toman las decisiones políticas.
Esta relación, derivada en nefasta influencia, les permite orientar esas decisiones hacia la satisfacción de sus intereses particulares. Lo que se llama simple y llanamente corrupción. Intolerable e inadmisible pero continúa pasando por estas islas.

domingo, 1 de enero de 2012

La mortificación de los sentidos y las pasiones

  
Vivimos una época donde proliferan instituciones y personajes que creen poseer absolutamente la razón y no necesitan contrastar visiones mediante la deliberación, la participación o el acuerdo social. Se han consolidado por tanto democracias formales de baja intensidad y satelizadas por la mercadocracia.

Claves para superar el proyecto cultural-educativo capitalista. Daniel Jover. Revista Papeles de relaciones ecosociales y cambio global. Nº 115

Dice la RAE que la austeridad es la cualidad de ser austero, es decir, severo, rigurosamente ajustado a las normas de la moral. Una moral que a tenor de lo visto este año que ha finalizado está más emparentada con la malicia y la mortificación de los sentidos y pasiones (RAE dixit en 2º acepción) que con la justicia, la equidad, el bienestar o la cooperación.

Las propuestas que se imponen desde Europa para resolver la crisis que no se debaten y mucho menos se argumentan, así lo demuestran. En el encorsetado entorno económico europeo que no admite la devaluación de la moneda, se optará, a buen seguro, por la depreciación de los salarios y la eliminación de lo público como estrategia política para salir de la crisis. Nada de que el sector financiero purgue sus excesos, nada de grabar las transacciones financieras especulativas, nada de una política fiscal progresiva, nada de luchar contra los paraísos fiscales….Lo vimos en la cumbre europea de principios de diciembre pasado donde se amplió la regla de la estabilidad presupuestaria a todos los países. No extrañan estas decisiones. Desde al menos el año 2010 la gran banca está situando en puestos políticos de decisión clave a exbanqueros (Goldman Sachs) o gestores de fondos para garantizar que las reformas europeas siguen la línea trazada por los mercados, es decir, bancos de inversión, compañías de seguros, fondos de pensiones y otros fondos de carácter especulativo. Ya ocurrió en EE.UU. como denunció ese magnífico documental, Inside Job, y está ocurriendo ahora en Europa.

Vinculación entre Goldman Sachs y la Reserva Federal Americana
Los medios de comunicación habituales, en un alarde de periodismo poco riguroso, les llaman tecnócratas aludiendo a su presunta preparación técnica, sus inmensos conocimientos y experiencia al respecto o su prestigio como profesionales de la economía. Pero no cuestionan, o lo hacen de forma muy laxa, que estas argucias ahondan en el importante déficit democrático de nuestras sociedades. La colocación de estos sujetos en tales puestos de responsabilidad (en el caso de Italia y Grecia ocupan la jefatura del gobierno) sin debate público, sin elecciones, sin consultar a la ciudadanía y sin argumentos sólidos, es una perversión de los mecanismos básicos de la Democracia que elimina la identificación entre soberanía popular y sus representantes, deteriorando el concepto de responsabilidad política. Si a los que deberían representarnos no los elegimos nosotros, no podemos exigirles responsabilidades. A partir de ahora responderán ante aquellos que les han colocado, el sector financiero. Un verdadero golpe de estado que pone de actualidad la lucha de clases si es que en algún momento dejó de serlo.

En España, los niveles de democracia también están en mínimos escandalosos. La carta que el BCE y el gobernador del Banco de España remitieron a Zapatero en agosto, convenientemente ocultada a la opinión pública española, exigía una reducción de la masa salarial sin ambages así como modificaciones en la regulación de los contratos para los jóvenes. Contrapartida necesaria para que el BCE comprara deuda pública española y estabilizara su prima de riesgo. Recordemos que en ese mes se gestó la modificación de la Constitución española hábilmente acordada entre los dos partidos mayoritarios. También sin ningún debate político y sin consulta a la ciudadanía, estableciendo una regla presupuestaria que garantiza la estabilidad en el medio y largo plazo de los presupuestos públicos. Es decir, más austeridad. Tampoco extrañan estos movimientos; la primera reunión que tuvo el Sr. Rajoy después de ganar las elecciones generales por mayoría absoluta fue con tres de los principales banqueros españoles; Rato, Fainé y González. Rajoy también ha colocado a hombres muy vinculados a la banca en puestos clave de su gobierno. Por sus actos los iremos conociendo. Hemos tenido una pequeña muestra con las primeras medidas de ajuste tomadas por el gobierno del PP el pasado día 30 de diciembre.

Por tanto, los procesos que se han operado este año destacan por dos aspectos; implican una toma de decisiones que se aleja de ser democrática y están dirigidas hacia una resolución de la crisis a costa de los sectores de rentas medias y bajas. Todo ello ante la indefensión más absoluta del común de la ciudadanía. La cuestión que se pone de manifiesto es que nos dirigimos hacia una nueva recesión. Tal y como indica Ignacio Ramonet, qué pasará cuando se demuestre que la austeridad y los recortes no sirven para impulsar el crecimiento y generar empleo tal y como se puede detectar ya. Qué ocurrirá cuando los sectores de población que están soportando la crisis no puedan dar más de sí. ¿Estamos entrando en una década pérdida a nivel europeo y sobre todo a nivel español, se incrementará la desigualdad social, se creará otra burbuja para salir de la crisis, dinamitará el Euro y en ese caso quiénes pagarán por ello? Grandes cuestiones que quizás se resuelvan en el nuevo año que entra.

La situación en Canarias no se diferencia en mucho de lo acontecido en el plano nacional y/o internacional si no es porque los principales indicadores sociales, económicos y ambientales en las islas están mucho peor que la media nacional. Destacamos cuatro eventos que nos han parecido fundamentales en el contexto canario durante el pasado 2011:

Una mejora en los indicadores turísticos del archipiélago se produjo durante el 2011 como consecuencia de los conflictos acontecidos en los países del norte africano. Sin embargo, esas mejoras tienen que ver con una concepción meramente cuantitativa de la actividad turística desdeñando otras interpretaciones posibles. Una conclusión fundamental se abre paso; la estrategia turística de cuanto más turistas mejor, no solo no genera nuevo empleo de calidad, ha demostrado su agotamiento. Tampoco contribuye a reducir la desigualdad social y tiene un impacto ambiental enorme en un territorio frágil y limitado como el canario. Y quienes se empecinan en continuar alargando la vida de este modelo, muestran su completa falta de miras, de planificación y de gestión. El cambio en el modelo productivo canario es necesario y urgente. Cuesta encontrar iniciativas sólidas en este sentido durante el 2011.

Obras en Granadilla para el Puerto Industrial
El inicio de las obras del puerto de Granadilla representa la sinrazón más absoluta y es la culminación del Gigantismo; esa política superlativa con la que nuestros políticos nos han mortificado durante años con la excusa de que traerá un presunto progreso para las islas. No existe razón económica, social o ambiental para acometer un proyecto de la envergadura de este puerto. Y las autoridades lo saben desde el momento en que no han sido capaces de argumentar ni una razón sólida para sostener la construcción de dicha infraestructura. Tampoco han sido lo suficientemente demócratas como para debatirlo y discutirlo con esa parte de la ciudadanía canaria que, contra el boicoteo de los medios y la campaña denigrante de algunas instituciones, se ha mantenido fiel año tras año con una postura combativa y contestataria contra el proyecto. En un contexto de profunda crisis económica, frente al desmantelamiento de los servicios sociales que se está operando, ante las carencias sanitarias, educacionales, de dependencia, ambientales y demás que existe en la isla, es un auténtico dislate apostar por esta infraestructura. Nacido en la época de la dictadura, se pretende afrontar con él los grandes retos que presenta el siglo XXI en materia portuaria, comercial y económica. ¡Qué capacidad de planificación muestran nuestros políticos y empresarios! ¡Qué visionarios!.

La apertura del sumario del caso Las Teresitas nos parece otro de los grandes hitos de la sociedad canaria. Ejemplo de una era podrida donde era posible acometer los desmanes más escandalosos, las relaciones que ocurrían en las cañerías del poder entre banqueros, políticos, empresarios, periodistas, abogados y un sinfín de secundarios de lujo que pululaban en torno a la podredumbre como aves carroñeras, denota una sociedad degenerada hasta límites solo imaginables en la cinematografía. Dejar atrás esta era exige que la Justicia actúe con toda su contundencia sobre todos los personajes que se han lucrado descaradamente en este caso. Una justicia pusilánime, débil o escasamente sancionadora en este caso (o puenteada con argucias como los indultos del Sr. ZP a banqueros y empresarios) corre el riesgo de continuar degradando el concepto de responsabilidad, ya de por sí vilipendiado, arrinconado y despreciado en la sociedad de hoy. Y con ello seguir profundizando en la crisis moral que la afecta.

Año de doble cita electoral, los comicios autonómicos celebrados en mayo dieron como vencedor al Partido Popular. Tal y como era de esperar y gracias a las tretas de ese magnífico estratega que es Paulino Rivero, se desalojó del timón de gobierno al partido conservador para abrir cuatro años más de jefatura nacionalista. En esta ocasión con el apoyo de un PSOE escindido que no ha dudado en renunciar a muchas de sus reivindicaciones con tal de alcanzar poder. Una licencia que les ha relegado a meros comparsas en un gobierno opuesto, por definición, a la ideología socialista. En esta legislatura CC superará las dos décadas en el poder. Se confirma una vez más el tripartidismo hegemónico y patológico de Canarias. Una partitocracia que actúa como obstáculo para el acceso al Parlamento de otras formaciones políticas que mejoren la representatividad de las instituciones canarias. No hablamos de NC, a quien consideramos un apéndice de CC como lo demuestra su alianza para los comicios nacionales. Hablamos de otras formaciones con ideas e ideología diferente a la que campa por todo el arco parlamentario. El resultado es un gobierno de fracasados por segunda legislatura consecutiva. En un contexto nacional donde la mayoría del Partido Popular alcanzada en las elecciones nacionales les habilita para aislar a las islas. Con una situación económica, social y ambiental muy deteriorada, no parece adecuado que al archipiélago le convenga otra legislatura de enfrentamientos, desacuerdos y conflictos. Ante este escenario ¿Es un gobierno estable el mantenido entre CC y PSOE? ¿Estamos condenados a una nueva ruptura del pacto de gobierno (cuántas serían ya) cuando a alguna de las dos partes le interese?

Sentimos el pesimismo. La única oposición posible que se puede realizar ante un panorama internacional, nacional o isleño, tan injusto, insolidario e inmoral, solo podrá venir desde la calle. Siempre que despertemos de esta somnolencia pegajosa que nos atenaza. El 2012 es un buen momento. Consolidar las protestas que durante el 2011 comenzaron en Túnez y toda la franja norte-africana llegando hasta Rusia se vuelve imperativo para reclamar una democracia más representativa y un mundo más justo. No hay visos de mejora en el horizonte próximo.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Canarias; entre la violencia y las guerras climáticas (y II)


Las sociedades del pasado que he analizado en este libro le ofrecen a nuestra sociedad en su conjunto soluciones más generales. En mi opinión hay dos tipos de soluciones que han resultado cruciales para inclinar estos desenlaces hacia el éxito o el fracaso: la planificación a largo plazo y la voluntad de revisar valores fundamentales.

Jared Diamond. Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. 2006.

Este próximo año 2012 se celebrará en Río de Janeiro la Cumbre de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, también denominada Río+20. En ella se discutirán los avances que desde el año 1992 se han podido producir en términos de desarrollo sostenible. A nuestro juicio, pocos. No negamos los progresos conseguidos en muchos ámbitos de la sociedad en materia ambiental pero como dice Harald Welzer en su libro Guerras Climáticas, los avances en este campo en las últimas 3 décadas han ido más en la línea de tomar conciencia del cambio climático que en combatir las causas del mismo (Pág. 58).

Tal y como hemos comentado en otra entrada, el autor es muy pesimista respecto a la capacidad de la Humanidad para resolver el cambio climático o en mitigar las consecuencias socioeconómicas que implicaría. Según su interpretación, la existencia de intereses económicos y geoestratégicos nacionales, la incapacidad de la Humanidad para interpretar el problema desde un punto de vista global, la existencia de un importante desfase temporal entre los causantes y los que sufren el cambio climático, lo que dificulta la asignación de responsabilidades, la inexistencia de instituciones globales con capacidad real de sancionar conductas medioambientalmente reprobables, etc, obstaculizan un cambio real en los comportamientos socioeconómicos inductores del cambio climático.

Mesa del Mar. Tacoronte. Tenerife. En el blog de Greenpeace
Las denominadas cumbres climáticas celebradas cada cierto tiempo entre los Estados son un ejemplo perfecto de los muros con las que se topan éstos para tomar decisiones comunes. Un recordatorio histórico de lo que se dice o acuerda en estos eventos internacionales nos muestra este fracaso o, al menos, los tímidos acuerdos a los que se llega vendidos luego a la opinión pública con gran pomposidad y fanfarria a través de los medios.

Ya en la famosa cumbre del 92 de Río de Janeiro, el secretario general de la ONU, Butros Gali, declaraba respecto al Tratado de Cambios Climáticos firmado en aquella ocasión que era un tratado pragmático que refleja las realidades políticas y las prioridades económicas que prevalecen en el mundo de hoy. Unas declaraciones que ponían el foco en la falta de contenido del mismo. Años más tarde, en 1997 en la cumbre de Kioto se decía que por ahora las ofertas de las delegaciones clave en Kioto son las siguientes: EE UU, el mayor emisor de gases de efecto invernadero (un 24,5% del total mundial), propone estabilizar en el 2008 o 2012 las emisiones al nivel de 1990; la UE lleva una propuesta de reducción del 20% en el 2010. Unas afirmaciones irrisorias vistas hoy en retrospectiva y considerando que, tres lustros después, ni siguiera la crisis ha logrado una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Unas cumbres en las que ni siquiera los dos grandes actores internacionales han podido alcanzar acuerdos vinculantes. En el año 2000 se indicaba que la cumbre del clima de La Haya terminó ayer con un rotundo fracaso al no alcanzar ningún acuerdo los principales negociadores: Estados Unidos y la Unión Europea. Aún en 2011 después de años de negociaciones y pese al desarrollo de las renovables, un 40% de la nueva potencia instalada en la última década se produjo con térmicas de carbón, especialmente en China e India. Semejante panorama y ante el fracaso de la última cumbre del clima celebrada en Durban es normal concluir con el periodista Rafael Méndez que la negociación del clima es como una bicicleta. Que mientras pedaleas -negocias- al menos no te caes. Así van pasando cumbres, la de Durban es la decimoséptima, y los avances llegan con cuentagotas. Tanto, que la bicicleta parece estática. Consume esfuerzos y cansa, pero no avanza. 

Cartel de la Cumbre de Durban celebrada en Sudáfrica a principios del presente mes
Canarias está situada en una zona geográfica sensible a las consecuencias naturales del cambio climático como muy bien relata Salvador González Escovar en La amenaza del cambio climático en Canarias. A la luz del texto Guerras Climáticas, urge cuestionarse qué hacer desde el punto de vista socioeconómico en Canarias para reconducir el escenario apocalíptico que se avecina en un par de generaciones.

Entendemos que lo primero que deben hacer los gestores públicos y privados canarios es recuperar la planificación a medio y largo plazo mediante la cooperación y la participación de todos los actores de la Sociedad Civil, la política y los agentes sociales, abandonando el cortoplacismo al que la política de las últimas décadas nos tiene acostumbrados. También es preciso que se trabaje para desterrar la percepción, ampliamente extendida, quizás por la visión economicista que impera, de que la protección del medio ambiente es incompatible con la obtención de beneficios o el desarrollo socioeconómico de las sociedades. En muchas de las declaraciones realizadas por algunos políticos canarios subyace esta idea. Por ello es imperioso ser lo suficientemente responsables y poner las bases para prevenir todo este tipo de derivaciones. Algunas líneas de trabajo que ineludiblemente deberían estar en la agenda de los políticos canarios así como formar parte de las exigencias de la Sociedad Civil podrían ser:

- Trabajar políticamente para que las islas sean un territorio neutral y de paz ante el estallido de cualquier conflicto violento.
- Potenciar de forma comprometida y duradera líneas de cooperación económica y social con los países africanos emisores de inmigración.
- Invertir de forma urgente y decidida en generar energía bajo fórmulas renovables que modifiquen la alta dependencia que la economía canaria presenta respecto del petróleo y de los combustibles fósiles.
- Implantar estrategias de desarrollo bajas en el consumo de carbono y de materiales.
- Fomentar un turismo más sostenible con el territorio canario que respete sus limitaciones y potencie sus fortalezas paisajísticas.
- Impulsar prácticas de consumo responsable frente hábitos de consumo que incrementan la huella ecológica de los canarios.
- Desarrollar políticas educacionales que pongan el medio ambiente en el centro de sus planes de estudio.
- Implantar planes de movilidad sostenible que penalicen y desincentiven el uso del vehículo privado y potencien el transporte colectivo.
- Promulgar leyes que profundicen en el ahorro y la eficiencia energética.
- Trabajar para que el principio de precaución rija las decisiones de tipo medioambiental.
- Proteger el mundo rural, apoyando las iniciativas que contribuyan a su conservación, las dirigidas a evitar su despoblamiento y las estrategias que fomenten el empleo verde en el medio rural y también en el urbano.
- Prohibir los desarrollos de infraestructuras urbanísticas, turísticas, viarias y de otro tipo en zonas de alta sensibilidad ecológica.
- Proteger la biodiversidad presente en nuestra privilegiada naturaleza.
- Implantar políticas de reciclado de residuos y reutilización frente a la incineración, la acumulación o a la mera reposición de productos.

Existen muchas otras propuestas que invitamos a mencionar y a impulsar durante este año 2012 que está a punto de nacer. Demorar este tipo de decisiones traerá importantes consecuencias negativas para Canarias.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Canarias; entre la violencia y las guerras climáticas (I)


Hemos visto la disminución del peso del dólar, la desintegración de los sueños europeos, la carrera armamentística en Asia y la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU cada vez que se amenaza con un veto; ¿acaso no indican todas estas cosas que estamos entrando en terreno desconocido, en un mundo agitado, y que, en comparación con él, la visible alegría de los clientes que salen de una tienda Apple con un dispositivo nuevo resulta, no sé, tonta y sin importancia?


Sombrío porvenir el que dibuja Harald Welzer, en su texto Guerras climáticas. Pronostica un recrudecimiento de la violencia en el Planeta Tierra como resultado de la intensificación de las consecuencias del cambio climático. La modificación de las condiciones de vida en los ecosistemas por el deterioro de sus capacidades para albergar vida, producto de unas relaciones económicas que impulsan el cambio climático, incrementará la tensión entre actores locales y/o internacionales por controlar esos recursos que escasearán cada vez más. Estas tensiones contribuirán a modificar los débiles equilibrios existentes en determinadas zonas del mundo, muchas de ellas con alto grado de inestabilidad política y grandes carencias sociales. La ruptura de estos frágiles equilibrios derivará en conflictos violentos que serán una constante en un futuro muy próximo. Ya hay ejemplos claros como los conflictos bélicos en Darfur o el genocidio de Ruanda, aunque nadie les preste atención porque no modifican los intereses geopolíticos y energéticos de las grandes potencias que se reparten el Planeta, como si de una tarta se tratara. Otros como los conflictos en Irak o en Libia han sido hábilmente vendidos a la opinión pública como intervenciones para derrocar dictadores.

Cabe preguntarse cuál es la posición de Canarias en este escenario que describe el autor y cuáles serían las consecuencias socioeconómicas que sufriría ante un futuro deterioro de las condiciones climáticas y/o ante un eventual estallido de la violencia en el planeta. Sin ánimo de ser exhaustivos, lo que sigue es una breve cartografía de lo que puede traernos un mañana convulso:

1. Unas islas que refuerzan el cambio climático con su alta dependencia de combustibles fósiles.
La generación de energía a través de la combustión del petróleo y sus derivados alcanza en las Islas Canarias un 95%. Esto significa que la dependencia de la economía canaria de este combustible fósil es total. Por esta razón y otras muchas relacionadas con las condiciones de seguridad, las intenciones de la élite política que detenta el poder en las islas y de cierta clase empresarial de introducir el gas, no solo no se traducirá en una disminución de las emisiones de CO2 a la atmósfera sino que permitirá que el suministro y la evolución del precio de este combustible siga los mismos patrones de comportamiento que los del petróleo. Su estabilidad dependerá de las condiciones geopolíticas de los países que cuentan con reservas en sus entrañas, principalmente Nigeria o Argelia en el norte de África. Unas reservas que también para el gas natural son limitadas lo que se ignora deliberadamente porque detrás de estos proyectos solo existe la posibilidad de obtener plusvalías. Mientras tanto, se obstaculizan otras formas posibles y más limpias de generación de energía al tiempo que la atmósfera canaria aumenta las concentraciones de gases de efecto invernadero, causante principal del cambio climático. Mientras, nuestro presidente del gobierno de Canarias, el Sr. Paulino Rivero, no deja de repetir que en 2015, Canarias será capaz de generar el 30% de la energía bajo fórmulas renovables. Las toneladas de mentiras que se dicen en estas islas asombra.

2. Unos responsables políticos aferrados a estrategias históricamente caducas.
El regreso a la escena mediática de la posibilidad de realizar prospecciones petrolíferas a 50 Km de Canarias, nos muestra a las claras los presupuestos caducos que aún en pleno siglo XXI continúan aplicando una clase política cuya preparación para afrontar los grandes retos que se avecinan deja mucho que desear. Las palabras del Señor Bravo de Laguna, presidente del Cabildo de Gran Canaria, sobre esta cuestión, evidencian una miopía absoluta: Deberíamos estudiar racionalmente una posible, hipotética explotación si hay recursos naturales que puedan ser explotados en las proximidades de nuestras islas sin que ello afecte para nada ni al medioambiente ni al turismo. Sentimos curiosidad por conocer qué normas de seguridad implementará el Sr. Bravo de La Laguna para mitigar los efectos de las prospecciones en el entorno natural o en el turismo. En la era de la Sociedad del Riesgo, decir que se puede garantizar la seguridad es desconocer los riesgos que implican los desarrollos tecnológicos actuales, demostrando que se vive aún en la primera mitad del siglo XX. Inaugurada en 1983 con la tragedia de Bhopal, la Sociedad del Riesgo se caracteriza porque determinadas decisiones pueden implicar riesgos que son incontrolables, incuantificables, indeterminables e inatribuibles, como han demostrado los accidentes de Fukushima en Japón o el escape de crudo en el Golfo de México. Convendría no olvidar que las catástrofes sociales empiezan allí cuando se toman decisiones que van en la dirección equivocada (Harald Welzer dixit en Guerras climáticas. Pág 244). Las declaraciones de los políticos canarios adolecen de utilizar los mismos esquemas de pensamiento que han abocado a la Humanidad al desastre; apropiarse de recursos fósiles limitados mientras se desdeñan interesada e irresponsablemente otras opciones sostenibles de generación de energía.

Las declaraciones del representante del PSOE en Fuerteventura, Juan Bernardo Fuentes, comete los mismos errores; (…) Si se van a autorizar (las prospecciones) prefiero que las explotemos nosotros a que lo haga el reino de Marruecos. (…) pero tenerlas ahí explotándolas otras personas cuando el riesgo es el mismo pues prefiero que lo hagamos nosotros por dos razones, porque el nivel de salubridad sería más exigible y estaríamos mucho más garantizados a nivel de seguridad, y porque económicamente beneficiaría mucho más. Los últimos grandes accidentes relacionados con la energía han ocurrido en territorio de naciones democráticas. En estos casos se suponía que las garantías y los protocolos de seguridad respetaban los más altos estándares. No ocurrió así. A posteriori, se demostró que las compañías que operaban estas actividades, ahorraban costes dejando de respetar determinadas garantías que tenían incidencia directa en la seguridad de los trabajos. Lamentablemente los recortes también llegan a los protocolos de seguridad. Además, en la era del riesgo global, los sistemas de evaluación de esos riesgos caen en manos de individuos que no tienen incentivos para realizar una valoración realista y objetiva de los mismos. Al contrario, son individuos cuyas valoraciones están sesgadas por los intereses económicos o estratégicos de las compañías para las que trabajan. Convendría que alguien se lo comentara al señor Bernardo Fuentes. Por mantener e impulsar propuestas superadas por las circunstancias actuales que las hacen inservibles para el bien común, aunque muy lucrativas para algunos intereses particulares y por su incapacidad manifiesta de pensar a largo plazo, nuestros políticos se convierten en una auténtica amenaza para el futuro de las islas.

3. Proximidad a zonas con alta probabilidad de sufrir estallidos de violencia.
La situación geográfica de las Islas Canarias es un privilegio que otorgó la naturaleza en tiempo inmemorial y que se traduce en el disfrute de un clima amable, ventaja competitiva frente a otros destinos turísticos. Pero igualmente puede ser una debilidad. El norte de África, con países inestables políticamente como Mauritania, Argelia, Libia, Túnez, Egipto o el mismo Marruecos a unos 100Km de las costas canarias, sitúa a las islas en la zona geopolítica de influencia con un gran riesgo de conflictos bélicos. El papel desempeñado por China a nivel global, convirtiéndose en la gran factoría mundial ha provocado que haya pasado a importar grandes volúmenes de energía. En su empeño por continuar apuntalando su modelo de crecimiento, el Gran Dragón oriental no dudará en competir por los recursos naturales del planeta (petróleo, madera, cobre, hierro, níquel, aluminio, carbón, oro, diamantes…). Y esto se detecta en el desembarco de China en el continente africano, financiando la construcción de infraestructuras al tiempo que se apropia de sus recursos naturales. Los movimientos de EE.UU. para contrarrestar el poder geoestratégico del gran país oriental en el continente, originará tensiones de envergadura que pueden situar a la islas en la tesitura de apoyar una eventual intervención de la OTAN a través de la participación de España. Bajo este escenario, Canarias puede ser utilizada como plataforma militar, como punto de escala de operaciones bélicas en el continente negro, como centro de aprovisionamiento de los países integrantes de la OTAN, o como cualquier otra utilización oportunista de orden bélico. Un escenario que tendrá importantes afecciones en el medio natural canario y en su principal actividad económica, el turismo. Bajo estas circunstancias la vida en Canarias sufrirá un cambio de proporciones aún no cuantificadas.

4. Intensificación de la lucha por los recursos.
La guerra climática iniciada en el norte africano, convenientemente vendida en los medios de comunicación como una guerra para derrocar a un sátrapa (Gadafi), fue un conflicto desatado para el control de los recursos petrolíferos en la zona por parte de Occidente. A buen seguro estos enfrentamientos se recrudecerán en lo sucesivo. Interpretados hasta el momento de manera positiva por unos medios de comunicación cortos de miras y una clase política obsesionada con proporcionar noticias positivas, los últimos conflictos en los países norteafricanos han mejorado los indicadores turísticos de este año 2011 en Canarias. Pero de igual modo que han traído prosperidad en la ortodoxa interpretación de la economía dominante, cuanto más turistas mejor, cabe una interpretación responsable poniendo de manifiesto el incremento en la presión que sufriría el territorio canario como resultado de la llegada masiva de turistas ante el mantenimiento de una economía de guerra en los países árabes. La posibilidad del inicio de las prospecciones petrolíferas en las aguas limítrofes con Marruecos, la opción de construir una central nuclear en el país árabe, etc, caen dentro de la lucha por los recursos que el sistema económico imperante obliga ante las enormes necesidades de energía que requiere y que tendría consecuencias sobre el archipiélago.

5. Canarias como receptora de migraciones masivas.
A medida que la intervención de China y las naciones occidentales en el continente africano genere transformaciones en forma de desplazamientos de personas por proyectos de infraestructuras, agotamiento de recursos, masificación de entornos urbanos, conflictos bélicos, etc, se producirán movimientos masivos de gente que buscarán huir de unas condiciones de vida cada vez más deterioradas. Las Islas Canarias, puerta trasera de ese proyecto económico y político que es la UE, son el paraíso del bienestar y el turismo para ciudadanos africanos receptores de las imágenes difundidas por los medios de comunicación, las agencias de publicidad y las compañías turísticas. A unos 100km del continente negro y bajo circunstancias de supervivencia, no dudarán en optar por la migración como ya se ha producido de forma masiva hace unos años y se mantiene en forma de goteo continuo en la actualidad. Una masiva llegada de inmigrantes, mantenida en el tiempo traerá consecuencias para las islas que irán desde las naturales por la presión sobre el territorio, las sociales por la llegada de forma ilegal de ciudadanos de los países africanos y las políticas, por la radicalización de ciertos discursos partidistas relacionados con la estigmatización del que viene de fuera. Unas consecuencias con evidente influencia en la vida de la población canaria.

En lugar de optar por una huida hacia delante, cabe pensar en qué podemos hacer para revertir o al menos mitigar las consecuencias socioeconómicas que traerá el cambio climático en marcha.

Fotografías de Carlos A. Schwartz pertenecientes a su trabajo Panorámicas (2006) publicadas en su web. Agradecemos que nos permita publicarlas como acompañamiento al texto.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Las Teresitas; el paradigma de una era corrupta (II)

    
Lo que pone de manifiesto es que el fuero de los parlamentarios se está prestando para, a base de alargar las causas, conseguir impunidad. Es increíble que en este país al yerno del Rey, miembro de la Familia Real, lo pueda imputar y empapelar un juez ordinario y a toda esta farándula, que han aprovechado su actividad política para meterse en asuntos en los que no se debieran meter, pues resulta que tienen un blindaje utilizando el fuero. Este tema del fuero es una vergüenza, una antigualla que ya no tiene sentido y una contradicción flagrante con uno de los principios constitucionales que es la igualdad ante la ley.

Conocer el backstage de la sociedad canaria es interesante porque nos indica de qué está hecha, si de corrupción y envilecimiento o de justicia, democracia y legalidad. No deberían sorprender los mecanismos que el ser humano es capaz de habilitar para crear una segunda esfera de relaciones y comportamientos con sus iguales. Una especie de segunda sociedad que funciona como trasunto modificado de la primera y cuyas características son la ilegalidad, la degradación moral y la ausencia de la ética más absoluta. Una segunda sociedad furtiva que se oculta deliberadamente por parte de sus promotores al entendimiento y la crítica de la ciudadanía pero que contribuye al funcionamiento de la primera, la que vemos todos en los medios y captamos en la cotidianidad del día a día bajo una apariencia de legalidad, normalidad y naturalidad.

Un backstage que funciona gracias a la existencia de un sórdido engranaje perfectamente engrasado con el lubricante que proporciona el dinero fácil, la ausencia de moral de sus protagonistas, la soberbia de personalidades encaramadas a lo más alto del poder y la creencia de que sus actos quedan impunes porque dominan los resortes para ello. Todo esto apuntalado, todo hay que decirlo, por una extendida indolencia política de una parte importante de los canarios que hace tiempo claudicaron de sus responsabilidades ciudadanas. Todo ese backstage se muestra a las claras a la sociedad canaria desde que el pasado día 1 de diciembre se desclasificara el sumario del caso Las Teresitas.

En la aparente normalidad de lo ordinario ocurren comportamientos que permanecen ocultos al común de la ciudadanía. Estos comportamientos muestran las desigualdades que dispone cada uno de los ciudadanos que conforman la sociedad en cuanto a sus oportunidades para sobrevivir. Se descubren déficit de gestión y demuestran una cuestión vital para entender nuestra sociedad; que la corrupción está ahí, casi como una institución inmanente a la que se recurre como una opción disponible entre otras muchas.

Una cuestión legítima que podemos plantear es cómo es posible que los promotores de esta gigantesca trama de corrupción, perfectamente orquestada y planificada, fueran capaces de mantener una conducta corrupta e ilegítima, como la que se desprende de la lectura del sumario, desempeñando al mismo tiempo el papel de presuntos representantes del pueblo y de la democracia en los cargos que representaba cada uno de ellos. Pues reduciendo la disonancia que debió generar en sus conciencias la doble condición de una imagen pública que es opuesta al comportamiento que practicaron en las cañerías del poder. Una reducción que se tuvo que articular a través de ignorar tal contradicción. Una vez ignorada psicológicamente la disonancia moral, desparecía el obstáculo personal para delinquir. ¿Y cómo es posible que un individuo ignore el choque psicológico que le produce su conciencia frente a un comportamiento delictivo? La respuesta hay que buscarla en la pérdida de valores y la degeneración de una sociedad que ha permitido que todos estos individuos imputados, políticos, empresarios, banqueros, periodistas, abogados, etc, hayan podido integrar sin dificultades un comportamiento personal contradictorio con sus responsabilidades públicas.

Una reflexión a aplicar también a la figura de los empresarios. Los buenos empresarios tienen en cuenta el entorno y la comunidad donde sus negocios tienen lugar. Es evidente; si se desdeña el cuidado de la comunidad, existe la posibilidad de que la obtención de beneficios se esfume. ¿Exime la lícita búsqueda del beneficio privado que persiguen los empresarios de emplear para ello cualquier argucia o estratagema que se les ocurra vulnerando la legalidad vigente? En absoluto. La pérdida de valores masiva que se advierte en la presente época ha llegado hasta el concepto mismo de empresario, desvirtuando su función en la comunidad. Unos empresarios que no arriesgaron ni un euro en esta operación no deben catalogarse como tales. Son simple y llanamente captadores de rentas para perjuicio de la comunidad. Ante tantos casos donde se descubre a posteriori que los desmanes campan a sus anchas, es preciso que aceptemos que la corrupción es algo habitual y normal en esta sociedad donde la ética y la moral son categorías descatalogadas, abandonadas en la práctica habitual, arrinconadas en las mentes de quienes los perpetran.

Una aceptación de la existencia de la corrupción no para asumirla acríticamente, sino para combatirla desde la convicción de que la política actual es consustancial a la misma y por tanto cabe exigir el máximo grado de transparencia a quienes la desempeñan. Dejar al descubierto todos y cada uno esos déficits, de los vacíos y los parches que se aplican para esconderlos y que en situaciones normales pasan desapercibidos, parapetados detrás de declaraciones mentirosas, disimulados tras conductas que pasan por simular naturalidad, escondidos o ignorados después de acuerdos pretendidamente democráticos o legítimos, sepultándolos mediáticamente bajo acontecimientos de segundo orden que se venden como noticias, es un imperativo para construir una sociedad transparente, justa y democrática donde todos podamos vivir en armonía.

Y en ese proceso de sacar a la luz lo que ocurre tras las cortinas de la democracia, es imprescindible la existencia de un Estado de Derecho que sea capaz de intervenir con la contundencia necesaria en la regulación y la sanción de conductas ilegítimas. Para que la corrupción y todos los tejemanejes no salgan rentables a quienes los perpetran. Un Estado de Derecho ágil que sepa sortear las trabas que estos perpetradores arrojan a menudo contra él desde el propio sistema, aprovechando las lagunas e indefiniciones que posee para obstaculizar su correcto funcionamiento. Porque no basta con ser conscientes del problema, hay que atacar las causas que permiten la aparición de los mismos. Y esa exigencia solo puede venir de la mano de la gente de la calle, que debe rescatar y recuperar sus obligaciones cívicas y ciudadanas. Hoy la única oposición posible y real, es la que pueda venir desde la calle (Alberto Montero Soler dixit).

Unas obligaciones ciudadanas que debemos recuperar y aplicar perentoriamente para no dejarnos embaucar por campañas periodísticas interesadas. El caso Las Teresitas se alargará aún más por aforamientos y por la burocracia jurídica. Y la dilación hará que el tiempo efectúe su brutal trabajo en forma de olvido, prescripciones y resignación de una parte de la sociedad frente al problema. Mientras, la ciudad se recupera del saqueo a duras penas y el dinero público robado continúa dando sus réditos en paraísos fiscales a quienes lo robaron. Todo ello abona el terreno para que el caso se salde con condenas laxas y una aceptación indiferente de la opinión pública. Ojalá nos equivoquemos.

Imagen: Playa de Las Teresitas. En Rinconcito Canario

domingo, 4 de diciembre de 2011

Violencia y guerras climáticas

   
Quien ha crecido en un mundo donde nunca hubo una guerra, nunca un terremoto que destruyera la infraestructura y nunca una hambruna creerá que la violencia generalizada, el caos y la pobreza son problemas que atañen “a otros”. El marco de referencia creado en etapas de relativa estabilidad no está calibrado para casos de crisis o catástrofes, sino para irregularidades de menor magnitud, como incendios forestales o inundaciones (Pág. 240).

Guerras climáticas. Harald Welzer. 2011.

Dice Harald Welzer en su libro Guerras Climáticas que los episodios de violencia que azotan nuestro mundo no son hechos aislados o anormales, forman parte habitual en el devenir de la Historia. Impactante reflexión; nos indica que la violencia y no la paz es una consecuencia normal en el desarrollo de nuestra sociedad. La Modernidad, dice Welzer, no es un proceso neutral. El proceso social por el que las comunidades humanas abandonaron sus condiciones preindustriales para transformarse en sociedades hiperindustrializadas, productivistas y consumistas, genera desigualdad y pérdida de bienestar. Y durante el pasado siglo XX se ha constatado que existe una estrecha relación entre la generación de pobreza y la guerra. La violencia es, por tanto, uno de los resultados de la Modernidad. En la medida en que existe como posibilidad para crear orden, la violencia sirve como instrumento para resolver aquello que es percibido como un problema social por parte de los afectados. Máxime cuando existe algún tipo de presión para solventar dicho problema con éxito. En este contexto, las opciones más radicales e inimaginable para solucionar el problema comienzan a ser barajadas por el ser humano hasta hacerlas totalmente plausibles. Welzer pone como ejemplos, el Holocausto judío, la desintegración de Yugoslavia, el genocidio en Ruanda o el terrorismo de origen islámico.

La Modernidad tiene otra consecuencia fatal para las aspiraciones de supervivencia de la especie humana. El agotamiento de unos recursos fósiles limitados para sostener unos niveles de producción y consumo ilimitados está provocando cambios que ya son perceptibles en el clima. Unos cambios que provocan alteraciones en el comportamiento de muchos ecosistemas, modificando las condiciones de vida de sus individuos. La degradación de los suelos permafrost, las sequías y el avance del desierto, las inundaciones y el cambio en el régimen de huracanes, la acidificación de los mares, etc, son consecuencias naturales que traerá aparejadas derivaciones sociales. Welzer alerta sobre las efectos sociales que traerá el cambio climático interpretándolo no como una catástrofe natural, como se realiza comúnmente, sino como una catástrofe social. El cambio climático traerá consecuencias sobre colectivos enteros de individuos al modificar sus condiciones de supervivencia. En este escenario, los conflictos por controlar los recursos que tienden al agotamiento se intensificarán, se producirán movimientos masivos de individuos que buscarán mejores escenarios de vida, se incrementará el número de refugiados hacia las islas del bienestar que representan Europa y Norteamérica….Bajo estas premisas, el frágil equilibrio existente en el Planeta en materia de geopolítica, de poder, de recursos, etc, terminará por resquebrajarse. Todos estos resultados multiplicarán las probabilidades de conflictos violentos, recrudeciendo los que ya existen, iniciando otros bajo esquemas clásicos (un país declara la guerra a otro) o apareciendo nuevos métodos de generación y uso de la violencia como fruto de que el Estado, en el proceso de fragmentación o fragilidad paralelo a la globalización, carece o termina por perder el monopolio para ejercer la violencia. Otros actores, habilitados para crear violencia porque captan expectativas de negocio y de obtención de beneficios, no dudarán en originar condiciones de guerra y mantenerlas por tiempo indefinido. La guerra permanente, los mercados de la violencia, los señores de la guerra, la externalización de la violencia, los atentados suicidas, etc, son nuevos formatos que adquirirá la violencia y que cada vez más ocuparán un papel protagonista en lo sucesivo (Págs.154-179). Lo estamos viendo ya con los secuestros de cooperantes en África.

Guerras climáticas es un texto esclarecedor, crítico con el devenir de la Humanidad e incómodo por su pesimista conclusión. La incapacidad de la Humanidad para interpretar el problema del cambio climático como una amenaza de tipo global (las últimas cumbres sobre el clima, Copenhagen, Durban,… son sintomáticas), la desidia e insensibilidad que mostramos en términos generales frente a las consecuencias del mismo (ni individualmente ni colectivamente existen incentivos para modificar nuestros hábitos); y los intereses de aquellos actores que se benefician del actual status quo (al no querer abandonar una situación de poder ventajosa), hacen muy difíciles la reorientación de los comportamientos que causan el cambio climático al objeto de evitar la modificación irreversible de la vida en el Planeta (Pág. 311). El incremento en un 49% de las emisiones de CO2 en las dos últimas décadas es una evidencia inapelable en este sentido (Las emisiones de CO2 marcaron un nuevo récord en 2010: 10.000 millones de toneladas. 04.12.11. El País). Ante manifiesta incapacidad: ¿Es posible entonces creer realmente que las cosas van a mejorar? Cuando se propaguen y se vuelvan más tangibles las consecuencias del cambio climático, aumenten la miseria, las migraciones y la violencia, se incrementará la presión para solucionar el problema y se acotará el espacio mental. La probabilidad de hallar estrategias de solución irracionales y contraproductivas irá en aumento, y esto se aplica sobre todo a la problemática de la violencia, que con el cambio climático se agudizará (Pág. 314).

Con un lenguaje claro, contando las cosas tal como son y sin edulcorantes que maticen el diagnóstico tan pesimista que se desprende de la obra, Welzer nos pone en alerta del casi irreversible proceso de degradación social en el que está inmersa la Humanidad, obcecada en solucionar sus problemas utilizando los mismos esquemas de pensamiento que están en el origen de los mismos. Pero, como en las buenas historias, el autor deja un resquicio para la esperanza. Esa puerta al optimismo pasa por afrontar el problema del cambio climático aplicando otras formas de pensar y de proceder. Es necesario pensar más allá del día a día, es decir, pensar de manera política. (…) Y esto significa que, precisamente en una situación de crisis, hay que animarse a elaborar uno mismo visiones de futuro, proyectos o simplemente ideas que aún no hayan sido pensadas. Welzer considera que la solución exige plantear un cambio cultural que derivaría de formular la siguiente cuestión ¿Cómo se quiere vivir en el futuro en la sociedad de la que uno forma parte? (Pág. 305). Una pregunta de calado e intergeneracional que escapa a los dictados cortoplacistas y resultadistas en los que nos movemos en la era de las cotizaciones bursátiles y la prima de riesgo. Para responder a esta cuestión en la línea de mitigar los efectos del cambio climático, es urgente avanzar para crear las condiciones de una buena sociedad. Unas condiciones que implican la adopción de los siguientes criterios:

1º- Criterio de Reversibilidad. Las decisiones que afectan al desarrollo social de las comunidades, esto es, todo aquello que tiene relación con la justicia, la seguridad, la educación y el medio ambiente deben cumplir el criterio de reversibilidad. Una condición que implica eludir decisiones que introduzcan a la sociedad en un callejón sin salida del que no pueda volver, del que no haya alternativa hacia otras formas de estructuración. Las catástrofes sociales empiezan allí cuando se toman decisiones que van en la dirección equivocada. (Pág. 244).

2º- Criterio de Participación. Las sociedades deben trabajar para incrementar la participación de los ciudadanos en aquellas decisiones de largo alcance. Lo cual significa que el futuro de las sociedades debe construirse con la intervención ineludible de aquéllos que integrarán ese futuro a través de formas más directas de democracia.

3º- Criterio del Empoderamiento. Un sujeto activo políticamente capaz de eludir decisiones de corte irreversible para la comunidad, obliga a fortalecer la Sociedad Civil, es decir, dotar de poder, influencia y autoridad a los colectivos sociales de modo que pueda crearse un nexo de identificación entre esos sujetos sociales y la sociedad que son capaces de construir. Una identificación basada en el compromiso social capaz de cambiar las prácticas actuales de la Humanidad para derivar hacia otros comportamientos que garanticen la supervivencia.

Una tarea encomiable, necesaria y urgente de la que se detectan escasos avances hoy en día. Preocupante.

Imagen 1: Portada del texto Guerras Climáticas
Imagen 2: Mar de Aral 1973-2009. En photobucket