jueves, 13 de enero de 2011
La élite político-económica: un grupito de amiguetes
Dice José Manuel Naredo que en democracia los partidos hacen gestos y promesas al pueblo para conseguir los votos necesarios para gobernar y cuando son elegidos tratan de congraciarse con las élites económico-empresariales (Claves del ciclo político. Público. 11.01.11.) Acertada afirmación con la que obviamente comulgamos. El pasado día 10 de enero, hemos tenido una prueba fehaciente, una más, de que lo indicado por el profesor Naredo ocurre en la realidad. De manera discreta ese día se reunieron pesos pesados de la dirigencia de CC y PSOE con importantes empresarios de Canarias y en concreto de Tenerife (CC, PSOE y empresarios hablan de posibles pactos. Diario de Avisos. 13.01.2011). Una reunión que puede ser interpretada como una reedición, a nivel autonómico y local, del foro que tuvo lugar durante el mes de diciembre entre el gobierno nacional y los 30 empresarios españoles más influyentes. Es esta una más de las pasarelas y conexiones entre la política y la economía, características de estos tiempos que corren. Una auténtica época miserable y de pérdida de valores (sobre todo los públicos) donde la política y la economía se confunden, germen de la corrupción y de que algunos ex-presidentes o altos dirigentes políticos se aseguren un futuro económico muy jugoso (González y Aznar cobran 80.000 € del Estado, además de sus sueldos privados. El Mundo. 13.01.11)
Según se indica en la reseña periodística, la iniciativa del encuentro surge de un grupo de amigos, entre los que se incluyen empresarios y no empresarios, que se reúnen todos los lunes. Si esto es veraz, la sorpresa es mayúscula y refuerza la tesis de que el empresariado y gran parte de la clase política canaria no son más que un grupito de amiguetes, cerrado y opaco que se llaman unos a otros cuando tienen la necesidad de tratar sobre sus asuntillos, que en realidad son los de todos nosotros. Realmente lamentable. Creemos en la libertad de cada agente o institución para reunirse con quien desee y considere oportuno pero las virtudes democráticas deberían regirse por los valores políticos clásicos fácilmente reconocibles por todos; la lucha contra las injusticias, la falta de equidad, el combate contra la desigualdad social, el respeto de lo público y de la creación de unos valores comunitarios, etc. Con este tipo de comportamientos, aceptados acríticamente en cierto sentido por parte de la sociedad, se contribuye al envilecimiento de la democracia y la política actual se aleja de perseguir esos valores clásicos.
Sorprende el momento de este encuentro cuando ni siquiera ha comenzado la precampaña. Pero el ciudadano avispado entenderá que en política nada ocurre por casualidad. Servirá para poner en cuarentena todas las soflamas electoralistas con las que la propaganda política de cada uno de los partidos nos bombardeará en breve plazo. No obstante, es inevitable preguntarse ¿Por qué una reunión con esos empresarios exclusivamente? La economía de las islas no solo depende de la actividad de las empresas que dirigen los presentes en la reunión. ¿Sobre qué proyectos o asuntos empresariales se ha hablado? Los dirigentes políticos son agentes públicos, debería hacerse partícipe al resto de la sociedad de lo que se comentó en esa reunión. ¿Cabe deducir de esta reunión el pliegue de los socialistas a las demandas de los empresarios de la isla por la excusa del empleo, principal eslogan del PSOE en su precampaña? ¿Por qué no repetir el mismo encuentro con los colectivos sociales que tantas demandas han realizado al parlamento y al gobierno canario, a través de vías legales y democráticas como las ILP, tantas veces rechazadas? ¿No sería un verdadero ejercicio de calidad democrática, talante, y capacidad de consenso? ¿Se debe colegir de esta reunión, un acercamiento entre las formaciones de CC y el PSOE? ¿A qué niveles? En la anterior legislatura PP y CC pactaron antes de que los resultados de las elecciones autonómicas fueran públicos ¿Se puede interpretar este encuentro como un pacto tácito? ¿Se han repartido ya las consejerías? ¿Son estos empresarios los que financian las campañas electorales y a las formaciones políticas reunidas? Si es así deberían hacerlo público, contribuirían a destapar esta farsa de democracia.
En su último libro, Tony Judt (Algo va mal. 2010. Ed. Taurus) nos indica que la idea de que las economías capitalistas funcionan mejor en condiciones de libertad, es un asunto más cuestionable de lo que creemos puesto que el capitalismo es un sistema que se ha adaptado a dictaduras de izquierdas y de derechas, a monarquías y a socialdemocracias (Pág. 141). Además, el historiador argumenta que de la caída del comunismo en el 89 no se debe interpretar que la intervención o planificación estatal sean acciones negativas (Pág. 142). Por eso su libro es un intento de volver a revalorizar lo público y lo común, en definitiva la colectividad frente al individualismo y el interés personal que en la actualidad es la norma y está en la base de la actual crisis. Flaco favor le están haciendo a la democracia y a lo público con actitudes como estas, con el agravante de que están directamente promovidas por la propia clase política. No han perdido el tiempo en congraciarse con la clase empresarial. Habría que preguntarse si la verdadera democracia, esa que persigue los valores políticos clásicos, es factible en un contexto de economía de mercado.
Foto: Reunión entre empresarios y el gobierno el pasado mes de diciembre. El Mundo.
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Corrupción
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Esto simplemente se llama tráfico de influencias y demuestra que las decisiones que afectan a los asuntos canarios se toman entre un grupo de personas que caben en una cena de colegas. ¡Qué desvergüenza! Y qué mentira la campaña del PSC contra CC y PP por arrebatarles en el último momento el gobierno en las pasadas elecciones. Todo por pillar poder al precio que sea. ¡Qué política más sucia y qué políticos de más bajo nivel nos ha tocado sufrir!
ResponderEliminar¿Qué podemos hacer?
Te agradezco el comentario
ResponderEliminarEn declaraciones a diferentes medios, José Miguel Pérez, máximo responsable del PSC y candidato a la presidencia del gobierno, niega hoy que la cena fuera una reunión de trabajo donde se pactara algo. Se verá. Lo que está claro es que hay algunos comportamientos políticos que deberían evitarse por simple decencia y seriedad pública. El problema es que estos comportamientos se aceptan acríticamente y empiezan a tomarse como normales.
¿Qué hacer? Compleja pregunta. Pero desde mi particular visión, modesta, en el plano individual habrá que denunciar todo aquello que nos parezca incorrecto, obviamente con argumentos. También no dar el voto a formaciones políticas que solo contribuyen a que las cosas que más nos afectan sigan igual. En esto no hay más que ver como están los principales indicadores económicos y sociales después de casi 20 años de gobierno de centro derecha y sin una oposición contundente. En el plano colectivo, será imprescindible apoyar las movilizaciones sociales que persiguen una mejora de las condiciones de vida de la gente.
En los 90, estando el Sr. Manuel Hermoso solía mantener reuniones con Antonio Plasencia, el presidente de la actual FEPECO. Casi 20 años después todo sigue igual. Difícil cambiar hábitos político-económicos cuando la economía financia a la política y la política satisface los intereses de la economía.
ResponderEliminarEse es el problema último, la conexión tan evidente en algunos casos, entre la política y la economía. Es urgente desconectar ambos mundos si la política quiere recuperar su prestigio.
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